Tabla de contenidos
- Cómo llegar a Baviera
- Ruta por Baviera: el cuento de Navidad hecho realidad
- Alojamiento en Berchtesgaden
- El lago Königsee y las Minas de Sal
- Mercado de Navidad de Berchtesgaden, Bad Reichenhall y Oberndorf
- Maria Gern y Ramsau Bei Berchtesgaden
- El mercado de Navidad de Garmisch-Partenkirchen
- Los castillos del Rey Loco: Neuschwanstein y Hohenschwangau
- El mercado de Navidad de Füssen
- El Zugspitze: la montaña más alta de Alemania
- Los mercados de Navidad del lago Tegern (Tegernsee)
- Alojamiento en el lago Tegernsee
- Mercados de Navidad de Munich y sorpresa final
- Artículos que te pueden interesar
- Ramsau bei Berchtesgaden: el cielo existe
- Königsee: un lago de cuento en Baviera
- Mercado de Navidad de Berchtesgaden
Hace unos años ya hicimos una ruta por Baviera en pleno mes de agosto. A pesar de ser el mes turístico por excelencia, nos encantó y era uno de esos sitios a los que teníamos pensado volver. Aprovechando nuestra pasión por los mercados de Navidad en Alemania, montamos estas vacaciones invernales, en las que hemos visto pueblos de cuento, iglesias que no creerás que existan, gélidas montañas, lagos nevados, maravillosos mercadillos de adviento y curiosas tradiciones como la de los Krampus.
Nos hace mucha ilusión poder compartir esta ruta con vosotros. Estamos seguros que si la hacéis volveréis encantados y con un recuerdo imborrable. Os hablaremos de actividades y de alojamientos, de las mejores maneras de llegar y de los mercados de Navidad más bonitos. En muchos de los apartados tendréis enlaces para que podáis tener más información de los sitios descritos.
Cómo llegar a Baviera
Baviera está situada en el sureste de Alemania y obviamente la mejor manera es llegar en avión y alquilar un coche para moverse por allí. La zona es muy grande y esta ruta discurre por la parte sur y más alpina de la región, de modo que obviamos la famosa Rothenburg ob der Tauber, dónde ya hemos estado y ciudades del norte como Augsburgo, Bamberg, Ratisbona, etc...
Nuestra ruta fue de este a oeste, es decir empezó en la zona de Berchtesgaden, muy cercana a la frontera austriaca y a Salzburgo y nos fuimos hacia el oeste hasta Füssen y el castillo de Neuschwanstein.
El principal aeropuerto es el de Múnich. Podéis volar hasta allí con compañías tradicionales como Vueling o Lufthansa. La mejor época para coger los vuelos suele ser la última semana de agosto o principios de octubre. Hay otros aeropuertos relativamente cercanos como Frankfurt o sobre todo Stuttgart, que os pueden sacar de un apuro, si no encontráis vuelo a Múnich, o estos son muy caros.
Una última opción es volar a Memmingen, aeropuerto secundario operado por Ryanair y que en invierno tiene activas frecuencias con Palma, Alicante, Málaga, Tenerife y Sevilla.
Evidentemente si tenéis muchos días de vacaciones podéis llegar a Alemania en vuestro propio coche. Lo que si que os aconsejemos es que llevéis preparadas cadenas, ya que en esta zona es probable que nieve desde finales de noviembre. Si necesitáis alquilar coche, no os preocupéis, ya que los neumáticos de invierno van incluidos en el precio en todas las reservas entre noviembre y marzo.
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Ruta por Baviera: el cuento de Navidad hecho realidad
Tras llegar al aeropuerto, recogimos el coche y nos fuimos directos a Berchtesgaden, un precioso pueblo, famoso por sus paisajes y por las montañas que acogieron a la élite nazi durante la dictadura del III Reich. Incluso Hitler tuvo su casa en lo que se conoce como nido del águila, y que ya os decimos que en invierno no se puede acceder.
Historia aparte, en Berchtesgaden se respira un ambiente alpino y bávaro espectacular. Es muy bonito y se pueden hacer muchas cosas. Nosotros llegamos el día 5 de diciembre y ese día hay las famosas Krampuslauf. Se trata de unos correcalles con unos aterradores personajes con máscaras diabólicas. Los Krampus acompañan a San Nicolás y se dedican a atizar con sus fustas a los espectadores curiosos. Aunque es muy divertido, tened en cuenta que dan mucho miedo y los más pequeños se asustan. ¡Jan salió disparado llorando cuando uno le persiguió!
Después de esto nos fuimos hacia el centro y disfrutamos del precioso mercado de Navidad de Berchtesgaden. Comimos salchichas, brindamos con vino caliente y nos lo pasamos genial con el precioso ambiente navideño.
Alojamiento en Berchtesgaden
En Berchtesgaden podéis encontrar alojamiento fácilmente. Hay varios hoteles, aunque nosotros os recomendamos alojamientos más tradicionales. Nosotros estuvimos en una pensión a las afueras del pueblo. Tenía un jardín precioso y estaba todo nevado, cuando en el pueblo apenas quedaba nada. Sólo estábamos a 5 minutos de Berchtesgaden y encima teníamos unas vistas soberbias al Monte Watzmann y por si fuera poco los precios son más baratos que un hotel tradicional. Podéis reservar en booking desde aquí
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El lago Königsee y las Minas de Sal
El día 6 de diciembre empezó bien pronto con la visita al lago Königsee. Un lugar de cuento que en verano tiene mucha afluencia, pero que en esta época del año, apenas hay dos o tres barcos que te acercan hasta la Iglesia de San Bartolomé.
El trayecto de unos tres cuartos de hora es precioso. El hecho que no hubiese más barcos y que el motor sea eléctrico ayudaba a magnificar la sensación de paz y belleza del lugar.
Sólo tenéis que ver las fotos para entender que la iglesia es de cuento. Su tejado rojo contrastaba con el suelo nevado. Es un sitio idílico que en invierno con nieve y casi sin gente aún es más maravilloso.
Tras disfrutar del paisaje, volvimos hacia Berchtesgaden para visitar una atracción clásica de esta zona de Baviera: las minas de sal. Se trata de un divertido recorrido por la mina, dónde montaremos en una vagoneta, nos tiraremos por toboganes, veremos un lago de sal, montaremos en un funicular subterráneo y hasta os vestirán de mineros para la ocasión. Fue una rato muy divertido y os aseguramos que los pequeños se lo pasaron en grande.
Mercado de Navidad de Berchtesgaden, Bad Reichenhall y Oberndorf
Por la tarde y antes de anochecer, fuimos hasta la capilla de Kirchleitn, una joya de Berchtesgaden, que no tiene muchos años de antigüedad, pero que gracias a su pequeño tamaño, su coqueta silueta y a su excelente situación, la convierten en uno de los lugares más bellos de Baviera. El camino de quince minutos desde el centro de Berchtesgaden hasta aquí es precioso y regala unas soberbias vistas del mismo pueblo.
Si el día es claro, desde la capilla, las vistas del Monte Watzmann son espectaculares.
Al bajar otra vez y ya de noche pudimos disfrutar del excelente ambiente del mercadillo navideño. Si durante el día hay poca gente y está un poco desangelado, al salir la gente de trabajar todo se anima y se respira el verdadero adviento alemán.
A escasos kilómetros de Berchtesgaden hay un pueblo conocido por sus centros termales, por el coqueto mercado de Navidad de Bad Reichenhall y también por los temidos Krampus que van atemorizando a todo aquel que encuentren en su camino.
A última hora fuimos a Oberndorf, ya en Austria. El motivo no es otro que aquí está la capilla dónde se compuso el famoso villancico Stille Nacht (Noche de Paz). En realidad se compuso en una iglesia que estaba en la misma Oberndorf pero que se destruyó. La nueva capilla sirvió para homenajear a los creadores de esta canción.
Sólo son 35 minutos desde Berchtesgaden, y es un lugar precioso y lleno de encanto que vale la pena visitar, aunque sólo sea por ver su delicada figura y los árboles de Navidad que hay a la entrada.
Maria Gern y Ramsau Bei Berchtesgaden
El día 7 de diciembre empezaba con cambio de pueblo y alojamiento pero antes de abandonar Berchtesgaden, fuimos a un lugar que no había visto preparando el viaje y que descubrimos hojeando folletos la noche antes.
Maria Gern está en los alrededores de Berchtesgaden y es una bucólica iglesia blanca y rosa que está junto a la carretera. Sólo os queremos decir que continuéis hacia delante y ganéis altura para ver la iglesia en una fantástica panorámica.
A tan solo cinco minutos por la carretera podréis parar en una curva con espacio para dejar el coche. Cruzad y entrad a una especie de casa de colonias que en invierno está cerrada.
Las vistas son de las que se recuerdan para toda la eternidad. Maria Gern queda a la izquierda, junto a la carretera por la que habéis subido. Al fondo, los Alpes bávaros con el Monte Watzmann como principal protagonista y por supuesto, todo nevado, para conformar una imagen de postal. Tuvimos la gran suerte de coger un día de invierno soleado maravilloso, y contemplar estas vistas fueron lo más bonito y relajante de nuestras vacaciones navideñas.
Ramsau bei Berchtesgaden es otro de los lugares marcados en rojo en la ruta por Baviera. Cansados de ver su icónica cámara web, ya sabíamos antes de llegar que iba a estar nevado.
La famosa vista de San Sebastián, con el puente delante, el paseo nevado y los Alpes bávaros detrás os harán entender por qué venir hasta aquí es reencontrarse con la Navidad.
Es tan bonito, que os podéis tirar horas y horas haciendo fotos, selfies y todo lo que se os ocurra. Pero no os quedéis con la famosa foto de la webcam. Entrad y subid a la parte de arriba. Descubriréis un bello cementerio y unas vistas inolvidables.
El mercado de Navidad de Garmisch-Partenkirchen
Tras visitar estos idílicos rincones de Berchtesgaden, cambiamos de alojamiento y nos fuimos a Garmisch-Partenkirchen. Famosa en el mundo entero por sus olimpiadas de invierno y por se una de las cunas de los deportes de invierno, tiene un sorprendente mercado de Navidad lleno de luz y color.
El mismo está situado en la parte de Garmisch y está coronado por un gran árbol de Navidad. Actuaciones en directo llenan de ambiente navideño la plaza dónde se sitúa el mercadillo. Más adelante la calle comercial está bellamente engalanada y es ideal para chafardear o comprar algo en sus numerosas tiendas de montaña.
Todo esto hasta llegar a la pista de hielo, dónde podéis probar vuestras habilidades al patín o incluso jugar al curling bávaro.
Los castillos del Rey Loco: Neuschwanstein y Hohenschwangau
El día 8 era el día D para ir al monumento más visitado de Alemania y todo un icono del turismo: el castillo de Neuschwanstein, el famoso castillo en el que se inspiró Disney para su logo. Poco os podemos decir que no sepáis de este alucinante palacio. Tuvimos un día tapado y gris que hacía que el castillo casi ni se viese. Tampoco pudimos cruzar el famoso puente (Marienbrücke) para ver la vista lateral porque con condiciones de nieve el acceso está cerrado. Pero aún así era precioso y por dentro, aunque vas a toque de silbato, es alucinante ver la fantástica creación del Rey Loco.
Antes y gracias al ticket combinado habíamos visitado el castillo de Hohenschwangau, que perteneció a los padres de Luis II y dónde creció el futuro rey de Baviera.
Con mucho menos fama que el anterior, os podemos decir que lucía mucho más bonito que Neuschwanstein, ya que su tono amarillo pastel, contrastaba perfectamente con la nieve que caía y que se acumulaba en su patio.
Al coger el coche y disponernos a visitar Füssen, pasamos por casualidad por una carretera dónde se encuentra la iglesia de San Colomán. Estaba anocheciendo y los faros del coche iluminaban la nieve y esta bucólica iglesia con campanario estilo bávaro que nos dejo boquiabiertos y maravillados por su belleza. Este sin duda, fue un delicioso descubrimiento por "casualidad".
El mercado de Navidad de Füssen
No podíamos acabar el día sin dejar de visitar la histórica ciudad medieval situada a los pies de los famosos castillos. Bajo una intensa nevada, pero felices y dichosos por vivir momentos navideños a principios de diciembre, recorrimos sus calles y plazas y sobre todo visitamos su precioso mercado de Navidad ubicado en el patio de la abadía benedictina de Sant Mang.
Casetas, villancicos en directo, luces proyectadas en las barrocas fachadas de la abadía, salchichas y vino caliente y nieve, mucha nieve. ¿qué más se puede pedir en Navidad?
El Zugspitze: la montaña más alta de Alemania
Día 9 y tras dos noches en Garmisch, tocaba cambiar de alojamiento y mudarnos al lago Tegern, pero antes un clásico al cuál teníamos que acudir puntuales. Y eso hicimos cogiendo el tren cremallera del Zugspitze (2.962 m).
En la estación inferior de Eibsee ya estábamos a cinco o seis grados bajo cero. Y al llegar arriba nos esperaban 16 bajo cero y un día gris plomizo. Desde el mirador no se veía nada, aunque dónde haya nieve, nadie se lo pasa mal.
Un teleférico aún te lleva más arriba, a unas temperaturas de casi veinte bajo cero. El viento es gélido y se mete por todos lados. Las baterías de los móviles se descargan de golpe, pero aún así pudimos admirar la famosa cruz dorada del Zugspitze y pasear por unas estructuras dónde la nieve, el hielo y la escarcha se acumulaba.
Con un día soleado hubiera sido más bonito, ya que podríamos haber admirado el increíble paisaje que hay, pero aún así la experiencia fue espectacular.
Al bajar dimos una vuelta por el encantador lago Eibsee que está a escasos metros de la estación de tren. Si está nevado como fue nuestro caso, es un lugar fantástico para pasear por el camino del bosque y acercarse a la orilla del lago.
El paisaje que va de Garmisch-Partenkirchen al lago Eibsee es una auténtica delicia, lleno de granjas, abetos y pequeñas cabañas situadas en prados nevados.
Los mercados de Navidad del lago Tegern (Tegernsee)
Buscando información sobre Baviera y mercados navideños, encontré este idílico lago y sus mercadillos de Navidad. Desde ese día no dejé de pensar en una foto y en unos de los mercados más bellos en los que hemos estado, el de Rottach-Egern.
Pero primero visitamos el mercado de Navidad de Bad Wiessee, situado junto a una de las orillas del lago. Es un lugar bellísimo con una iglesia en la colina, otra en el centro del pueblo y un paseo junto al lago bucólico, más aún si cabe, por estar todo nevado.
En cuánto al mercadillo navideño, tenía mucho encanto y lleno de animación, con los clásicos puestos de comida, regalos y varias hogueras desperdigadas a las que todo el mundo de acercaba para entrar en calor.
Al día siguiente conocimos el mercado de Navidad de Rottach-Egern y os podemos asegurar que es uno de los más bonitos del mundo. Se puede llegar en coche aunque nosotros os recomendamos que lo hagáis en barco (hay un barco que va parando en los diferentes mercadillos del lago y no es caro) ya que así podréis admirar una perspectiva del mercado preciosa.
Hay muchas paradas que venden delicias a las cuáles os será difícil resistiros, como bocadillos de salchichas, de raclette, de carne a la parrilla, cuencos de sopa, etc... y todo obviamente regado con una buena cerveza alemana o mejor aún con el Glühwein, el vino caliente especiado ideal para combatir el frío.
Situado entre el lago y un jardín, está lleno de pequeños abetos iluminados y que realzan la blancura de la nieve. De verdad, que es un lugar para recordar.
Sólo nos quedaba visitar el mercado de Navidad de Tegernsee, otro pueblo del lago. También es precioso, aunque después de visitar el anterior, todo parece poco. Si tenéis que descartar uno de los tres, que sea éste, pero nunca sin desmerecer este bonito mercadillo.
Sobre todo tened en cuenta que como son pueblos muy pequeños, estos mercadillos sólo tienen lugar los fines de semana por la tarde.
Alojamiento en el lago Tegernsee
Un paisaje nevado, frío germánico en estado puro... el alojamiento tenía que ser acogedor, cómodo y bonito y vaya si lo fue. Os vamos a recomendar este pequeño hotel situado en Bad Wiessee, con unos desayunos orgánicos dignos de un príncipe y con unas habitaciones fantásticas con camas King size y almohadas de primera calidad. Meterse en esos nórdicos después de un helado día en Alemania, no tiene precio.
Estamos hablando del hotel Landhaus St.George y los precios son muy competitivos para lo que es la calidad del establecimiento. Podéis reservar aquí
Mercados de Navidad de Munich y sorpresa final
El final de viaje nos deparaba una mañana en la populosa Múnich y en su famoso mercado de Navidad, ubicado en diferentes partes de la ciudad, especialmente es la Marienplatz, una espectacular plaza con el viejo y el nuevo Ayuntamiento, la catedral de Nuestra Señora con sus dos torres coronadas por bulbos y con la estatua de la patrona de Munich.
Muchas paradas, muchos chalets vendiendo salchichas y vino caliente y multitud de puestos dónde encontrar cualquier cosa relacionada con la Navidad, un lugar fantástico para hacer las últimas compras antes de volver a casa.
Pero si pensabais que entrando al aeropuerto de Múnich, se acaban las vacaciones, estáis muy equivocados ya que aquí se celebra otro curioso y espectacular mercado de Navidad.
Hemos estado en muchos mercadillos: románticos, en el bosque, junto a la catedral, junto a un lago, con nieve, especiales para niños, pero nunca en un aeropuerto. Y la verdad es que está decorado con la fastuosidad y el lujo que estos lugares acostumbran, con un alucinante árbol de Navidad y con una pista de hielo que harán que volváis antes para facturar maletas y pasar un buen rato en estas instalaciones.
Fue el digno y navideño colofón a un viaje de ensueño. Esperamos de corazón que os haya gustado y entrado ganas de conocer esta magnífica región en una época tan especial y diferente como diciembre. Cualquier consulta o dato práctico que necesitéis nos podéis escribir un mail o consultarnos en nuestras redes sociales.
Genial.. como siempre.. 🙂
Qué guapa! como siempre!!!
Cuéntame algo que lo echo de menos. Ponme un mail. Quiero planes vacacionales ya!!!
:)
Hola amigo
Son hermosísimos estos pueblos y regiones Bábaros con sus blancos trajes invernales. Sólo pudimos conocerlos, guiados por tus blogs, con sus maravillosos y floridos disfraces de verano. Es en esa estación del año cuando huimos por unos meses de nuestra fría ciudad patagónica para ir a disfrutar del verano europeo. Te agradecemos mucho que nos muestres el otro lado del almanaque, con tan hermosas fotos y claras descripciones. Tal vez algún día resolvamos quedarnos de ese lado del océano para conocer vuestro invierno. En ese caso volveremos a buscar tus notas y te pediremos consejo.
Magdalena
Gracias Magdalena.
Es un placer leer tus comentarios tan bonitos y amables.
La Patagonia!!! un sueño viajero para muchos europeos.
Un abrazo muy grande desde Barcelona!
Sergio
¡Me ha encantado la idea!! Os copiamos las vacaciones del Tesino y me parece a mi que éstas os las copiaremos también. Habéis conseguido que nos pique el gusanillo de ir a Baviera en esas fechas, algún año de éstos caerá porque las fotos son…de cuento navideño! Nosotros también estuvimos en verano en los castillos del Rey Loco y Fussen e hicimos lo de las minas de sal en aquel viaje, pero en la parte austríaca, en Hallstatt (que nos gustó muchísimo, por cierto).
¡Qué peligro tienen vuestros artículos! jaja
Hola María del Mar
copiadla, copiadla, porque es Navidad en estado puro! Baviera en diciembre es… tiene de todo, iglesias y capillas en medio de la nieve, montañas nevadas, lagos de cuento, mercadillos románticos, los temidos Krampus, los castillos del Rey Loco…
Ciaoooo!!!
Hola!! me ha encantado esta ruta, la verdad que es un lugar realmente mágico y con ganas de copiaros un año de estos. Soy un enamorado de Alemania en invierno y sobre todo en fechas navideñas, me parece uno de los países con mas magia en estas fechas.
Lástima que no tengáis un post parecido pero por Austria, la verdad que molaria.
Un saludo y a seguir así.
Hola Ramón
Muchas gracias. Tanto la ruta como el artículo están hechos con mucho cariño. Alemania en Navidad es impresionante… me hubiera ido un mes, a hacer winter walking, y disfrutar de la nieve y de sus tradiciones.
Pues este fin de año hemos estado a nada de ir al Tirol, pero al final iremos a los Dolomitas italianos y te aseguro que promete mucho!!!
Abrazos
¡Menuda ruta y menudo viajazo, Sergi e Isa. ¡Qué ganas entran!
Hola Antonio
Está en tu mano comprobarlo en breve… ;)
Ciao!