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Decir Pisa, es nombrar su famosa torre inclinada. Es inevitable. Es como decir París y visualizar la Torre Eiffel o Nueva York y sus rascacielos. Pisa es esclava de su fama pero no por ello deja de impresionar el conjunto de edificios medievales que hay en el Campo dei Miracoli.
La historia de la famosa torre de Pisa es un relato de lucha y superación, tanto que parece que el propio monumento tenga vida propia.
Pisa es un clásico en cualquier ruta por la Toscana y si es vuestra primera vez no os la podéis dejar en el tintero.
Y es que desde los inicios de su construcción en 1173, tuvo los famosos problemas de inclinación ya que se empezó a edificar en un terreno muy arenoso y que había estado ocupado por el mar, lo que provocó que durante la misma construcción, el monumento comenzase a hundirse.
Durante siglos se ha intentado contrarrestar la inclinación sin éxito, hasta que finalmente y en los albores del siglo XXI se ha podido corregir en gran parte la inclinación aunque el turista la siga viendo igual.
Cómo ir de Pisa a Florencia
Ambas ciudades están perfectamente comunicadas y el hecho que ambas tengan aeropuerto aumenta más esta facilidad para viajar entre una y otra. Por tanto es muy fácil organizar una escapada de fin de semana y ver lo más interesante de ambas ciudades en un par o tres de días.
Pisa está en el norte de la Toscana y es ideal para combinar con una visita a Lucca ya es una ciudad muy bella, poco masificada y está a solo a media hora.
En tren
Desde Florencia parten trenes desde la estación central de Santa Maria Novella. El trayecto dura alrededor de 1 hora, tiene un coste aproximado de 10€ y llega a la estación central de Pisa. Para llegar a la famosa torre inclinada hay que cruzar Pisa durante media hora o bien coger un bus al campo dei Miracoli.
En bus
También se puede llegar a Florencia en autocar. Compañías privadas como Flixbus ofrecen generalmente este servicio aunque generalmente es de aeropuerto a aeropuerto. De todas maneras el aeropuerto de Pisa está muy cerca de la Torre de Pisa, tanto que casi se puede llegar andando.
Qué ver en Pisa
Torre de Pisa
La Torre de Pisa es uno de los cuatro grandes monumentos que hay en el Campo dei Miracoli (Campo de los milagros) La plaza se encuentra rodeada de puestos de souvenirs, que a nuestro modo de ver le dan una cierta apariencia de mercado medieval a pesar de las tonterías que venden. No os preocupéis que no molestan para las excelentes fotos que se pueden hacer, aunque tendréis problemas para evitar al típico turista "aguantando la torre".
Fue construida como Campanile de la Catedral que está al lado, aunque es obvio que ha adquirido relevancia propia hasta el punto de marginar a los otros tres monumentos que componen el conjunto.
Actualmente y desde el año 2001, la torre se puede visitar de nuevo, aunque conviene reservar con antelación ya que es uno de los monumentos más visitados del mundo. Nosotros no lo hicimos y nos quedamos con las ganas de subir.
Catedral de Pisa
El segundo monumento es la Catedral de Pisa, cuya construcción se inició en 1064 y que sirvió de ejemplo para otros Duomos más famosos de la Toscana como el de Florencia o el de Siena. El Duomo de Pisa es un conjunto de pilares, columnas y mármoles policromados que dejan al visitante atónito debido a su gran delicadeza y belleza. Sin duda es una obra de arte excepcional del románico pisano, y más, con la Torre asomando a su derecha.
El Battistero de Pisa (Baptisterio)
Es el tercer monumento del recinto. Se trata de una construcción circular en cuyo interior se celebraban bautizos. La pila bautismal es una auténtica maravilla y como curiosidad podréis ver cuatro pequeñas pilas para los recién nacidos.
Camposanto de Pisa
Por último y enfrente del Duomo nos encontramos con el Camposanto de Pisa, un bello cementerio medieval a imagen y semejanza de los claustros góticos. Cuenta la leyenda que la tierra que hay en su interior fue traída de Tierra Santa después de las cruzadas para enterrar a los cruzados pisanos.
Su interior escondía numerosos sarcófagos y frescos, pero desgraciadamente una bomba aliada durante la II Guerra Mundial destruyó la mayoría aunque paradójicamente se salvó un fresco de gran valor llamado el triunfo de la muerte.
Como muchos turistas, nos quedamos sin ver el resto de Pisa, y seguro que es una lástima. La próxima vez nos encantaría visitar la pequeña iglesia de Santa María della Spina que está junto al río Arno. Fue construida por un mercader pisano que logró apoderarse de una de las espinas de la corona de Cristo y es por ello que el exterior de la iglesia está decorado con púas.
Así que no te desanimes por la fama y el gentío de Pisa. Es tan bella que todos esos contratiempos los pasarás por alto, aunque como siempre ¡a quién madruga Dios le ayuda!
Genial …como me encanto haber estado alli…si pudiera quisiera volver visitarlo…es Maravilloso
Si, la verdad es que toda la Toscana es maravillosa!