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Lucca tiene la desgracia de estar muy cerca de grandes tótems del turismo como Florencia, Pisa o Siena y relativamente próxima a Roma y Venecia, con lo cual es la gran damnificada del turismo italiano y la gran olvidada de la mayoría de los circuitos. Pero a su vez, esto puede ser tu gran suerte, ya que te puede permitir escaparte de las multitudes de turistas y pasar un agradable día en una ciudad llena de encanto y romanticismo.
A pesar que la gloria se la llevan otras, pasear por las tranquilas y a la vez costumbristas calles de Lucca es un placer que te permitirá descubrir la Toscana más auténtica a la par que más olvidada por el turismo de masas.
Dónde está Lucca
Esta encantadora ciudad está al norte de la Toscana y es ideal para visitar el mismo día que Pisa. Podéis ver su ubicación aquí.
Visita a Lucca
Lucca es una ciudad amurallada y dentro de sus muros guarda todo su esplendor y sus secretos. Fuera hay un parking muy extenso dónde dejar el coche.
El corazón de la pequeña urbe toscana es la Piazza San Michele y su elemento arquitectónico más importante la bella iglesia de San Michele in Foro. El templo es otro ejemplo del estilo pisano y destaca por su bello campanille y su espectacular fachada de mármol.
Aunque nosotros no entramos, muy cerca se puede visitar la casa del gran compositor Giacomo Puccini, ilustre personaje de la ciudad.
Muy cerca de San Michele y tocando a las murallas está la Catedral de San Martín (Duomo di San Martino), construcción igualmente del delicado estilo toscano, con su característico campanario y fachada de mármol blanco.
Si os apetece contemplar la ciudad con sus típicos tejados rojos y fachadas de color ocre, la mejor vista de Lucca se obtiene desde la Casa Guinigi, nombre de una de las familias más importantes de la ciudad. Arriba el panorama es precioso, además de admirar la famosa y espectacular encina que crece en el techo del edificio. Realmente vale mucho la pena y no deja de ser curioso ver el árbol en la cima de de la torre.
De aquí salimos pitando ya que nos cayó una fuerte tormenta de verano, que al menos, eso si, nos quitó el calor de encima.
Muy cerca de aquí y paseando por preciosas calles medievales adoquinadas llegaremos a otro de los reclamos importantes de Lucca: la Piazza dell Anfiteatro (Plaza del Anfiteatro). Tomarse un capuccino en este antiguo anfiteatro romano, rodeado de casas medievales es uno de los placeres más importantes que os puede deparar la Toscana. Por si sola, esta parada ya justifica la visita.
No podéis iros de Lucca sin recorrer sus agradables murallas, hoy convertidas en un paseo de poco más de 4 Km lleno de árboles, peatones y ciclistas que disfrutan de la sombra y del panorama encantador de los tejados de Lucca, una ciudad que merece ser visitada y disfrutada. ¡Nosotros ya tenemos ganas de volver!
Pues no conocía eta ciudad pero, pese a lo gris que os salió el día, se ve que tiene su encanto.
Queda anotada para futuras escapadas por la zona.
Un saludo ;)
Hola Helena.
A nosotros nos pasó igual, y aquel día recuerdo que me alegré que estuviese nublado y es que Italia en agosto…
Esta ciudad es de esas que son recomendaciones especiales, pero la Toscana es maravillosa!