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Zurich es la ciudad más importante de Suiza a nivel internacional. No cabe duda que Suiza es el país de la montaña, de la naturaleza, de los grandes paisajes, en definitiva de los ALPES. Sus pocos núcleos urbanos están perfectamente integrados en esta maravillosa naturaleza que posee, pero si hay una ciudad que pueda cumplir los deseos de algún urbanita, o simplemente de alguien que quiera descansar del empacho de las maravillas naturales de Suiza, esta es Zúrich.
La capital económica de Suiza, es mucho más que una de las más importantes plazas financieras de Europa y del mundo y es que desde finales del s.XX hasta nuestros días ha sabido reinventarse como ciudad y espacio urbano, pasando de ser gris e industrial a desprender vitalidad, cultura, alegría y vanguardia.
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Excursiones desde Zurich
La ciudad está muy bien conectada con otras atracciones turísticas de Suiza gracias a excursiones organizadas que os permitirán conocer las inolvidables maravillas de los Alpes suizos, como por ejemplo la mítica excursión al Titlis dónde podréis subir en un teleférico rotatorio y cruzar el puente colgante a mayor altitud de Europa. Podéis contratar vuestra excursión desde aquí.
Otro de los clásicos es visitar la estación alpina de Jungfraujoch, Top of Europe, una visita imprescindible si quieres conocer los Alpes suizos. Puedes reservar desde aquí.
Hay muchas más actividades cómo visitar la bellísima Lucerna, subir al Pilatus o viajar a Interlaken y Grindelwald. Puedes elegir la que más te guste aquí.
Qué hacer y ver en Zurich
Zurich se ubica a ambos lados del río Limmat que desemboca en el lago Zurichsee y tiene como telón de fondo a los Alpes nevados, resultando imposible escapar a la magia de la famosa cordillera.
Las iglesias de Fraumünster y St. Peter
En la ribera occidental del río, se encuentran dos de los edificios principales de Zurich: la Fraumünster (Iglesia de nuestra Señora) que destaca por su estilizada forma, por la preciosas vidrieras de Marc Chagall y por los estupendos ventanales de Augusto Giacometti; y la Iglesia de San Pedro, con su formidable reloj de 8,7 m de diámetro incrustado en su torre, uno de los más grandes de Europa.
Bahnhofstrasse
La parte más comercial de Zurich también tiene su sede en la orilla oeste del Limmat y esto se traduce en la Bahnofstraße, la avenida comercial por excelencia de Suiza. En ella se aglutinan los bancos más importantes, joyerías, chocolaterías, confiterías y tiendas de moda, que resumen la opulencia y el alto nivel de vida de la ciudad y del país en general.
Augustinergasse, Zurich
En contraposición con la arteria comercial de Zurich, está la calle Ausgustinergasse, ubicada en pleno casco antiguo (Altstadt). Este recoleto pasaje de suelo empedrado y bonitas casas coloridas está lleno de cafés, galerías de arte y talleres artesanales que hacen imprescindible su visita.
Lindenhof
Si lo que queremos es obtener una de las mejores vistas de la ciudad, tendremos que subir una suave colina, muy cerca de la Augustinergasse y llegar a Lindenhof, un pequeño parque que se eleva por encima del río Limmat y desde el cual obtendremos una de las mejores panorámicas de los tejados y torres de las iglesias de la ciudad.
Catedral de Zúrich (Grossmünster)
Desde el puente Quaibrücke podremos contemplar otra de las maravillosas vistas de la ciudad, del lago y de las montañas. Quaibrücke no es el único, otros seis puentes unen la orilla ccidental con la oriental, es en esta última dónde se encuentra la catedral de Zurich, la Grossmünster. Un imponente edificio con dos soberbias torres gemelas, a una de las cuales se puede subir para contemplar el extenso panorama de la ciudad y su magnífico entorno natural. El interior es austero como corresponde a su condición de templo de referencia de la reforma protestante. El genial Augusto Giacometti también dejó su impronta en la magnífica catedral.
El paseo por las calles de la ribera oeste del lago se ve salpicado por numerosas confiterías y cafés por dónde han pasado gran parte de la intelectualidad del siglo XX como Einstein, Lenin, Mann, Tzara, Brecht o Joyce, que escribió aquí los primeros capítulos de su obra maestra Ulises.
Pero por si algo destaca Zurich, es por su condición de arte y vanguardia, evolucionando hacia esa línea durante las últimas décadas. El barrio de Zurich West, antigua zona industrial de la ciudad, lleno de fábricas y chimeneas escupiendo humo, hoy en día se ha convertido en un lugar lleno de teatros, centros de danza, restaurantes, galerías de arte o discotecas, promovidos por una juventud moderna y emprendedora, que a la postre ha servido para ser uno de los grandes atractivos de la Zurich actual.
El Museo Nacional Suizo y el Museo de Arte (Kuntshaus) de Zurich
Si Zurich es una referencia en la estética vanguardista, no es menos en lo que a condición de ciudad de arte y cultura se refiere. Así, el Museo Nacional Suizo, junto a la estación principal, destaca tanto por su exterior, de marcado aire medieval, como por su interior en el que a través de sus salas se recrea la historia de la nación suiza desde la prehistoria hasta la actualidad.
El Kunsthaus, el otro gran museo de la ciudad, es una de las mejores muestras del mundo de arte contemporáneo, en él sobresalen cuadros de Giacometti, Picasso, Monet, Chagall, Bacon y sobretodo de Edvard Munch.
Zurich es encantadora en todas las épocas del año, en el nevado invierno, el ambiente es mágico y acogedor y en verano los habitantes de Zurich se lanzan a disfrutar de su agradable entorno, ya sea bañándose en alguna de las piscinas naturales del lago o practicando el ciclismo y el jogguing en los senderos que hay señalizados en sus orillas.
Excursión en barco por el lago de Zurich
Sin duda, una de las mejores maneras de conocer la ciudad, es desde el agua. Desde el lago podréis admirar los principales monumentos del centro histórico mientras os mientras vuestros pulmones se inundan de la brisa alpina y vuestros ojos se maravillan con los Alpes nevados.
Qué ver muy cerca de Zurich
Por si fuera poco, su privilegiada situación geográfica le hace estar muy cerca de maravillas como las cataratas del Rin, en Schaffhaussen, a escasos 50 kilometros, Lucerna, preciosa ciudad a 60 Km. o la deliciosa y medieval Stein am Rhein a 55 Km y una hora de camino en coche.
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