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Basilea es de esas ciudades que no están en las listas top de visitas por Europa, pero si rascas un poco, encontrarás una encantadora urbe, con un casco histórico sencillamente delicioso y con una oferta cultural abrumadora. Y lo mejor de todo es que apenas hay turismo, con lo que nunca tendréis esa desagradable sensación de formar parte de una plaga invasora.
La ciudad se vertebra entorno al río Rin, por dónde pasan, no sólo barcos de crucero sino también de transporte de mercancías y que forma parte de la estampa de la ciudad. También sirve para separar la zona de GrossBasel, dónde se ubica el casco antiguo de la ciudad, y KleinBasel, que tiene su límite en la Feria de Congresos de Basilea.
Basilea además es una ciudad que está a escasos kilómetros de Alemania y de la Alsacia, en Francia, lo que la hace ideal para visitar la Selva Negra alemana, los famosos mercadillos navideños de Estrasburgo o Colmar o el increíble parque de atracciones Europa Park, el hogar de las montañas rusas.
Cómo llegar a Basilea
Uno de los puntos fuertes de esta ciudad suiza es lo fácil y barato que resulta llegar a Basilea, gracias a las conexiones low cost con España. Si necesitáis más información clicad en el siguiente enlace. Su gran ubicación hace que sea ideal para una escapada de fin de semana o bien como punto de partida o final de ruta por Suiza
Del aeropuerto a la ciudad, apenas hay 10 Km y es muy fácil llegar al centro de la misma gracias al autobús 50, que continuamente hace viajes hasta la estación central de Basilea. Además si os alojáis en la ciudad no tendréis que pagar por el traslado al aeropuerto ni a la ida ni a la vuelta. Casi nunca piden billete, pero si lo hacen sólo tenéis que acreditar vuestra reserva de hotel para poder viajar gratis.
Otra de sus grandes ventajas es la movilidad. Los tranvías y autobuses cubren toda la ciudad y es muy fácil y rápido moverse o llegar a cualquier sitio. Esto se nota en el tráfico, apenas hay. Nunca hemos respirado un aire tan limpio en una ciudad. No hay atascos, ruidos y como siempre la gente es muy cívica y no tocan el claxon, al contrario, se desviven por ayudarte.
Y por si fuera poco, si os alojáis en Basilea, os regalan la Basel Card. Con ella aparte de tener 50% de descuento en los museos, el transporte es gratis, algo muy a tener en cuenta, dado los precios suizos.
Qué ver en Basilea
Basilea no es una ciudad con grandes monumentos ni grandes obligaciones turísticas, es más bien una ciudad por dónde pasear sin prisas y sin apenas mirar el mapa. Aún así Basilea es conocida sobre todo por su fantástico ayuntamiento y esto si que es un "must see"
El Ayuntamiento de Basilea y la Marktplatz
Quizá haya pocos monumentos, pero la pintoresca fachada roja de piedra arenisca del Ayuntamiento (Rathaus) del siglo XVI os dejará boquiabiertos. Su patio interior también es precioso, con sus arcadas, su estatua y los bellos frescos pintados en la roja fachada.
El Rathaus se encuentra ubicado en la colorida y animada Marktplatz, un lugar dónde cada sábado hay un caro, pero exquisito mercado de frutas y verduras y desde dónde podréis hacer bellas fotos de sus cafés y terrazas con vistas a la fachada del mismo ayuntamiento.
La Catedral de Basilea
La catedral (Münster) tiene dos torres irregulares visibles desde cualquier punto de la ciudad. Es de estilo gótico y románico y alberga la tumba del humanista de Erasmo de Rotterdam. Pero lo más interesante es que se puede subir a su torre (5 CHF) y ver preciosas vistas de la ciudad, del Rin y de la misma plaza de la catedral.
Precisamente nos encantó esta plaza por su forma rectangular y muy grande que permite muy buenas fotos de la catedral. Es un precioso lugar con el suelo empedrado y muchos árboles que le dan un aire apacible y encantador.
Spalentor
Esta formidable torre es la más imponente de las tres que se conservan en la ciudad y que unía la muralla de principios del s XV y de la que quedan pocos vestigios, aunque aún visibles y totalmente integrados en la moderna arquitectura de la ciudad.
Los museos de Basilea
Basilea se vanagloria de tener una gran oferta cultural y museística y no es para menos, ya que si sois amantes del arte podéis encontrar auténticas joyas como el Museo de Arte de Basilea (Kuntsmuseum) o la Fundación Beyeler. También son muy recomendables el Museo del Papel y el Museo Jean Tinguely, este último, famoso creador del arte cinético y dónde podréis descubrir las más sorprendentes esculturas mecánicas.
Si vais con niños, a lo mejor os interesa saber que el Zoo de Basilea es uno de los mejores de Europa y al que los habitantes de la ciudad llaman cariñosamente Zolli.
Las fuentes de Basilea
¿sabías que Basilea tiene más de 300 fuentes? las tiene de todos los tamaños y casi siempre son preciosas, con bonitas estatuas como la del arcabucero en la plaza de la iglesia de San Martín o la fuente Tinguely ubicada junto al teatro de Basilea. La más bonita para nosotros es la de Gemsberg, situada entre las calles de Unterer Heuberg y Gemsberg y en la que un pequeño obelisco es coronado por un ciervo. Las casas medievales llenas de flores intensifican aún más la sensación de belleza y tranquilidad de este rincón de Basilea.
La mejor manera de descubrirlas es dejarse llevar por su encantador y pequeño centro histórico lleno de calles empedradas, placitas con encanto y edificios históricos. Además todas son potables y en los calurosos veranos está permitido bañarse.
La "otra" Basilea
Si tienes poco tiempo seguramente te pierdas la cara más desconocida de la ciudad, y la que probablemente te deje más huella.
Y es que por ejemplo es imperdonable no recorrer la ribera del Rin a través de algunos de sus paseos como el de St.Alban desde dónde contemplaréis las fachadas de KleinBasel y sobre todo la torre Roche, el edificio más alto de Suiza con sus 178 metros.
Podéis cruzar el río en una de las barcas que van sujetas a un cable. Una vez en el otro lado, podéis pasear por el camino de Solitude, una preciosa avenida arbolada junto al Rin y que se encuentra muy cerca del Museo Tinguely.
Las mejores vistas de Basilea y su catedral, las podéis contemplar desde el camino llamado Oberer Rheinweg, junto al puente antiguo. Con el buen tiempo, los habitantes de Basilea toman el sol o simplemente comen antes de volver a trabajar con una panorámica bella y bucólica. ¡No os lo perdáis!
En los alrededores de la Marktplatz hay lugares muy interesantes y curiosos de ver como por ejemplo la plaza San Andreas, dónde aún se puede ver en el suelo las marcas de la antigua iglesia que había y que ahora ocupa un encantador mercado de plantas y hierbas aromáticas. En el centro hay una curiosa fuente de un mono comiendo uva.
Para curiosidades, no os podéis perder el museo de bolsillo de Basilea (Hoosesagg Museum) y que tiene el honor de ser el más pequeño del mundo. Los dueños de esta casa de más de 600 años de antigüedad estaban un poco cansados de la gente, que atraída, por la historia de la casa, se asomasen a la ventana, así que crearon esta pequeña exposición que van cambiando continuamente, y en la que podréis descubrir colecciones de coches de bomberos, pokemons, cepillos de dientes o figuritas de porcelana. (Imbergässlein, 31, una calle peatonal a un par de minutos de la Marktplatz).
Si sois amantes de las iglesias y del arte neo románico, no dejéis de visitar la Iglesia de San Pablo. Construida a caballo entre el s.XIX y XX, posee una gran belleza y sobre todo es muy fotogénica, gracias a sus cuidados jardines.
Por último no nos queríamos olvidar de Guldendingen Feld, un barrio que se ha reinventado a sí mismo después de haber sido uno de los motores industriales de la ciudad. Actualmente y tras el declive de talleres y empresas, estos locales se han re acondicionado y reciclado para servir a los habitantes de Basilea, en forma de talleres con máquinas para utilizar por artistas y autónomos, espacios de recreo para niños, un espectacular rocódromo, además de terrazas y restaurantes de lo más originales como la Vaca Ciega, un restaurante dónde los camareros son ciegos y se come a oscuras.
Dónde comer y dormir en Basilea
Pues aquí va nuestra recomendación culinaria. No os perdáis la Brasería Volkshaus Basel, un cuidado restaurante con una buena selección de carnes deliciosas y dónde el servicio es de lo más atento y amable. Colores y dibujos para los pequeños y una terraza encantadora ideal para los días de buen tiempo.
Y en cuánto a dormir, os recomendamos el Ibis Styles Basel, un bonito hotel lleno de color con habitaciones de bonito diseño y confortables y que está a pocas paradas de tranvía del centro.
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