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Pals es uno de los pueblos medievales mejor conservados y bonitos de Cataluña y uno de los destinos más turísticos de la Costa Brava, gracias a la riqueza de su patrimonio histórico-arquitectónico y a su espectacular playa de arena dorada.
Se ubica en lo alto de un pequeño monte, el Mont Aspre, que emerge sobre la llanura ampurdanesa y una extensa zona de pantanos y humedales dónde tiene lugar la siembra del arroz, una de las tradiciones centenarias de la población, y cuyo sabor le ha servido para tener su propio sello de calidad.
Este pueblo es un destino para viajar todo el año, ya que si bien el verano es la época del año que atrae a más visitantes, gracias a su fantástica oferta de playa y deportes acuáticos, es en otras épocas del año, con mucho menos gente, cuando la villa medieval de Pals revela todos sus encantos.
Cómo llegar
Está perfectamente comunicado y es muy sencillo su acceso desde Barcelona a través de la Ap-7. Luego sólo hay que coger la salida 9A-9B en dirección Palamós y continuar por la C65.
En temporada alta esta salida suele estar muy congestionada, por lo que puede ser recomendable seguir por la autopista hasta la salida 6 de Girona Norte y continuar por la C66 en dirección la Bisbal d'Empordà.
Excursión a Pals
Muchos me preguntáis alguna manera de llegar a Pals sin coche propio. Pues estáis de enhorabuena, porque gracias a este económico tour podréis descubrir esta encantadora villa medieval además de otros fantásticos lugares de la Costa Brava.
La excursión parte de Palafrugell y os permitirá visitar la paradisiaca playa de Aiguablava, en Begur, así como el inolvidable pueblo de Calella de Palafrugell, famoso por sus casitas blancas, barcas de pescadores y cantada de Havaneras. Acabaréis el día paseando por las calles empedradas y medievales de Monells, un adorable pueblecito del interior de la Costa Brava y que recientemente se ha hecho famoso por servir de escenario a la película de Ocho Apellidos Catalanes.
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Apartamentos en Pals
Pals tiene una gran oferta de apartamentos, la mayoría de ellos concentrados en la zona de la playa y ubicados muy cerca del Golf de Pals. Su situación en el corazón de la Costa Brava, la convierten en una excelente base, no sólo para conocer la villa medieval sino otras pueblos y paisajes imprescindibles como Begur, Calella de Palafrugell, L'Escala o L'Estartit.
La Costa Brava es una zona muy codiciada en verano tanto por el turismo nacional como por el de fuera de nuestras fronteras, por lo que os recomendamos reservar con tiempo vuestro alojamiento.
Qué ver en Pals (Costa Brava)
Pals está formada por tres núcleos urbanos que son la villa medieval, Los Masos de Pals y Pals Playa. El primero es el recinto amurallado dónde el gótico lo domina todo. Los Masos es una urbanización de Pals que conserva algunas masías fortificadas. Por último Pals Playa es la zona de apartamentos y villas que se llena de vida en verano, gracias a su bonita y larga playa y al Golf de Pals.
Pueblo medieval
Pals es un pueblo fácil de visitar. Con dos o tres horas tendréis tiempo de sobra para disfrutar de sus calles empedradas y sus rincones góticos. Incluso si tenéis mucha prisa y estáis de paso, una hora será suficiente para que el pueblo os deje un recuerdo inolvidable. Pero lo mejor que podéis hacer es visitar la oficina de turismo de Pals, porque aparte del mapa que os darán para visitar el pueblo, podréis conocer con antelación actividades y eventos que se organizan, como la celebración de la plantada y siega del cultivo del arroz al estilo tradicional o las catas de vinos y quesos que hay durante las tardes y noches de verano en Pals.
La oficina de turismo está en la Plaça Major y desde aquí empieza la parte más importante de la visita. En esta parte de la villa también hay interesantes tiendas de artesanía ideales para refugiarse del sol veraniego y para admirar y comprar su excelente cerámica.
El primer lugar importante es el arco gótico por el que entraréis al recinto amurallado, y que da acceso a la calle Major, dónde se han encontrado sepulturas de la época visigoda con más de 1000 años de antigüedad.
Si seguimos callejeando por la parte interior de la villa medieval, nos quedaremos maravillados por la espectacular Torre del Homenaje de los siglos XI-XII y de 15 metros de altitud. Se le conoce como la Torre de las Horas por el pequeño campanario gótico que se instaló posteriormente.
Justo enfrente quedan los restos del castillo, muy pocos, pero que fueron aprovechados por la familia Pi i Figueras para construir una maravillosa casa de piedra con capilla incluida, que junto a la Torre de las Horas, conforman un conjunto arquitectónico de una belleza inusitada. La casa es privada y no se puede entrar, pero no os resistáis a hacer una foto desde su verja.
Un poco más arriba, y entre casas medievales originales y otras más actuales que han seguido los cánones góticos de la villa, nos encontramos con la precios Iglesia de Pals (siglos IX-XVIII), consagrada a Sant Pere y que es preeminentemente de estilo gótico, aunque confluyen en ella otros estilos como el románico y el barroco.
Os recomendamos bajar las escaleras y hacer una foto desde abajo para tener una panorámica excelente de la iglesia y la Torre de las Horas.
Si seguimos subiendo durante un par de minutos más llegaremos a la linde de la fortaleza delimitada por sus murallas de los siglos XII y XIV, de las cuales se conservan 4 torres. Desde aquí llegaremos en muy poco tiempo al Mirador Josep Pla, en honor al genial escritor catalán, que tenía Pals, como uno de sus sitios más inspiradores.
Desde aquí las vistas son preciosas, por un lado el Montgrí y a lo lejos la Serra del Cadí, con el Puigmal como principal montaña. Al otro, la bucólica llanura ampurdanesa con el mar Mediterráneo y las Islas Medas al fondo.
En la parte baja de la villa medieval de Pals, cabe reseñar un par de visitas más, el Hospital, una antigua masía del siglo XVIII que tenía como misión atender a peregrinos y enfermos y la Ca la Pruna, una antigua casa fortificada que tras su restauración se ha convertido en la sede de un Museo Casa de Cultura.
Pals tiene tantos rincones bonitos y es tan pequeña, que no necesitaréis ni siquiera el mapa para poder deleitaros con su belleza y entenderéis porque tiene tanta fama y fans en todo el mundo.
Playas de Pals
Pocos sitios pueden presumir de poder combinar patrimonio histórico y arquitectónico con una playa paradisiaca como es el caso de Pals.
No os confundáis, Pals no es el típico pueblo pesquero al estilo de Calella o Cadaqués, pero si que tiene un par de playas dentro de su término municipal dónde podréis disfrutar del mar con unas vistas inmejorables de las islas Medas.
Para visitarlas tendréis que coger el coche y recorrer los 5 Km que hay desde la villa medieval. Está perfectamente señalizado y tras pasar los Masos de Pals, sólo tendréis que decidir entre derecha e izquierda para ir a la Platja Grande o la Platja del Grau.
Si cogéis el acceso de la derecha en realidad llegaréis a la Platja del Racó (Begur). Tras aparcar el coche sólo tenéis que dejar los restaurantes atrás y caminar un poco en dirección a las Islas Medas para estar en la Platja Gran de Pals. Esta comunica con la del Grau, completando un playa de arena dorada con vistas a las Islas Medas de más de 3 Km de longitud.
Sorprende poder disfrutar de una playa tan larga a estas alturas de la Costa Brava, plagada de calas y con tramos de costa más abrupta, como por ejemplo las magníficas playas de Begur que se pueden visitar a partir de la Platja del Racó a través de su fantástico camino de Ronda que parte a la derecha de la playa.
Además es una zona de dunas y matorrales preciosa que tiene una especial protección y por la cual está prohibido pasear.
Pero sí lo que queréis es disfrutar de deportes acuáticos tanto en la Platja Gran como en la Platja de Grau veréis saciados vuestros deseos. Kite surf, surf, windsurg, kayak, paddle surf y snorkel son alguna de las opciones ya que cuando la Tramontana azota, es un lugar ideal para los deportes acuáticos que requieren viento.
El snorkel que se practica en Pals es de los mejores de la Costa Brava, gracias a los magníficos fondos marinos de las Islas Medas.
Podéis reservar vuestras actividades aquí
Si nos sabéis dónde comer en Pals, en la zona de la playa hay muchos restaurantes y chiringuitos. Para presupuestos limitados os recomendamos la pizzeria Tapizzati que hay justo antes de llegar al parking de la Platja del Racó. Pizzas grandes y sabrosas y buenos platos de carne con unos precios muy ajustados.
El arroz de Pals y el Parque Natural del Montgrí, Les Illes Medes y el Baix Ter
Por último no podemos olvidarnos de uno de los elementos diferenciadores de este encantador pueblo de la Costa Brava, el arroz de Pals, de excelente calidad y con marca propia. Sus variedades más reconocidas son el bomba y el bahía y son muy utilizadas por los restaurantes de la zona que ofrecen platos típicos en su menú diario.
El cultivo del arroz tiene su origen en el siglo XV, aunque la dureza de su cultivo y siega y las enfermedades que conllevaban el agua estancada, le hizo desaparecer durante siglos. A finales del siglo XIX, un vecino de Torroella, volvió a introducir el cultivo del arroz gracias a nuevas técnicas de renovación constante del agua. Y de aquí hasta nuestros días, en que hay aproximadamente veinte productores locales.
Por último, y si queréis huir de las multitudes, os recomendamos un bonito paseo a pie o en bici por el Parque Natural del Montgrí, Les Illes Medes y el Baix Ter, muy cerca de la playa del Grau. Podréis visitar una zona de alto valor ecológico con arrozales, humedales, lagunas y balsas como principales exponentes.
Pals, no es sólo su villa medieval, es también playas de ensueño, dunas, paseos por una naturaleza encantadora y una gastronomía y eventos que satisfarán los deseos de los más sibaritas.
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E xcelente guía; gracias. Es lo q quiero hacer y quisiera saber si hay autobuses o servicio de trenes desde Barcelona…