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Cuando pensamos en la Toscana, todos tenemos en mente bucólicos campos, esbeltos cipreses y onduladas colinas, pero existe una versión más montañosa y abrupta de esta región, totalmente olvidada por el turismo y que esconde algunos pueblecitos medievales encantadores, místicas abadías, campos de históricas batallas y bellos y solitarios paisajes. Bienvenidos al Casentino y a su parque natural.
Partiendo de Arezzo, la carretera SS71 nos condujo a través de viñas y campos de girasoles hacia Anghiari. Lo primero que contemplamos fue una excelente vista de la ciudad desde un mirador. Más abajo, en la planicie, pudimos imaginar el escenario dónde tuvo lugar en 1440 una importante batalla entre la Liga Fiorentina y los lombardos. La victoria fue para los primeros frenando así las ansias de expansión de sus vecinos del norte.
En la actualidad, la urbe, alejada de toda masificación turística, ofrece a sus visitantes un precioso y reducido barrio medieval dónde pasear es una gozada.
Después de Anghiari la carretera no llevó al precioso pueblo Caprese Michelangelo, lugar de nacimiento del famoso artista. Poco a poco fuimos ganando altura y entramos de lleno en la Toscana más abrupta y montañosa, en un paisaje prácticamente desierto hasta llegar a la Verna.
La Abadía franciscana de Chiusi la Verna es un importante centro de peregrinaje y es famosa en el mundo entero por ser el lugar dónde San Francesco de Asís recibió los estigmas. Aún así, nosotros en pleno agosto no encontramos a mucha gente, y eso aumentó el encanto del lugar y del magnífico entorno que la rodea. Vigilad, porque aunque la visitéis en verano, hay que tener en cuenta que el lugar se encuentra a más de 1.000 metros de altura, por lo que a ciertas horas puede hacer algo de fresco.
Y si aún no estáis cansados, desde Verna se puede hacer una excursión al Monte Penna, el pico más alto de la región a 1.283 m de altura y desde allí, disfrutar de soberbias e interminables vistas.
Dejando atrás la Abadía, antes de volver a nuestro campamento base cerca de Arezzo, nos dirigimos al oeste y visitamos Poppi, una tranquila y pausada ciudad que tiene como máximo interés el Palacio del conde Guidi y una fortaleza. No es un lugar para ir expresamente, pero su bonito entorno, la convierte en un lugar ideal para hacer una parada y aprovechar para estirar las piernas.
Cómo llegar al Casentino
¡Madre mía! Que zona más bonita…
Me ha encantado el casco medieval de Anghiari. Ese tipo de poblaciones empedradas me llaman mucho la atención.
Un saludo ;)
Gracias, la verdad es que fue un descrubrimiento, cuando llegas en coche tiene un mirador para aparcar y realmente es bonito.
un abrazo
Precioso reportaje. Y fotos espectaculares! Me encanta la forma que teneis de transmitir vuestro amor por los viajes y el descubrimiento de lugares nuevos tan impresionantes como la Toscana. Este verano viajamos siguiendo muchos de vuestros consejos. ¡Muchas gracias! Gracias por la ayuda del mapa para situarnos. Con mi pésimo sentido de la orientación es muy útil! ;-).
Gracias Anna. Veremos si vuelves de la Toscana… os veo buscando casita por allí. Ya verás como es genial!