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Acrocorinto es una fortaleza que alcanzó su máxima importancia en la época medieval y que está situada en lo alto de un promontorio rocoso de 575 metros de altitud en el istmo de Corinto.
Es una excursión ideal si viajáis desde Atenas a la Península del Peloponeso a través del istmo de Corinto, la estrecha franja de tierra que separa el mar de Corinto del golfo Sarónico y el mar Jónico del mar Egeo.
Un poco de historia
La construcción de la fortaleza tuvo lugar entre los siglos VII y VI a.C. en pleno periodo helénico. Se construyeron imponentes templos, como el de Afrodita, aunque fue destruido en la época cristiana y reconstruido en forma de iglesia.
Los romanos también pasaron por aquí destruyendo la imponente ciudadela y reconstruyéndola posteriormente para usarla acorde a sus propios intereses.
Posteriormente fue fortaleza del Imperio bizantino, de los francos, de los venecianos y de los otomanos, hasta que en el año 1822 pasó a formar parte de la recién creada nación de Grecia.
La mitología nos cuenta que Acrocorinto fue objeto de disputa entre los dioses del Olimpo Poseidón y Helios siendo el resultado que el primero se quedó el istmo de Corinto y Helios el Acrocorinto.
La visita a Acrocorinto
Desde la carretera que viene de Atenas en dirección Patras hay que coger el desvío hacia Corinto. Durante el camino que llega hasta la ciudad ya veremos la mole rocosa dónde está ubicada la ciudadela medieval de Acrocorinto. En cuanto a la Corinto moderna no tiene mucho interés, salvo la visita al Templo de Apolo de la Corinto de la época helenística.
Para llegar a la antigua fortaleza medieval hay que ir bordeando la montaña por una carretera que no tiene complicación alguna. Al llegar podemos aparcar el coche sin problemas ya que tampoco es un lugar que reciba miles de visitas.
Desde aquí mismo ya hay excelentes panorámicas del golfo de Corinto y de la entrada a la ciudadela.
A partir de aquí es ir subiendo escaleras e ir contemplando las imponentes fortificaciones y sobre todo su asombrosa triple muralla y que se conserva en gran estado.
La visita continúa pasando por puertas de murallas y con el objetivo de seguir subiendo hasta el castillo superior. Por el camino algún árbol nos dará una buena sombra y nos permitirá una agradable pausa antes de continuar fuerzas. Y es que en agosto en la península del Peloponeso el calor aprieta de veras.
Las vistas desde arriba son muy buenas, ya que dominan todo el territorio y se puede apreciar perfectamente el istmo de Corinto, su mar, y las fértiles llanuras que hay.
Acrocorinto es una visita ideal en vuestro traslado de Atenas a ciudades como Nauplia y apenas os llevará un par de horas. Eso sí si lo hacéis a primera hora de la mañana, lo agradeceréis. El precio de la entrada apenas llega a los 3€ adulto y aunque no queráis subir hasta arriba vale la pena llegar hasta el aparcamiento y hacer fotos desde aquí.
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