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Los castillos de Bellinzona están ubicados en la ciudad de mismo nombre, en el cantón de Tesino. Es tal su espectacularidad y su fiel reflejo de la Alta Edad Media que desde el año 2000 están considerados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Estamos ante tres castillos que forman un conjunto de fortificaciones que le dan un aspecto especial a la pequeña ciudad de Bellinzona. Al contrario que otros lugares dónde el castillo ha quedado aislado de la ciudad moderna y dónde su función se ha reducido a un mero reclamo turístico, en este caso podríamos decir que incluso forman parte de la ciudad.
Y es que el primer castillo que se construyó, el Castelgrande está en medio de la propia ciudad y por tanto rodeado de otros edificios modernos o contemporáneos.
En las siguientes líneas os describiremos los diferentes castillos testigos de las batallas entre los Sforza de Milán y los confederados suizos.
Castelgrande
Esta fortaleza, situada en la parte más baja de Bellinzona y también conocida como el castillo de San Michele, fue construida en el s.XIII.
Está en pleno centro de la ciudad y se accede desde la Piazza del Sole (Plaza del Sol) a través de un moderno ascensor. Una vez arriba nos encontraremos en un espacio enorme lleno de césped y edificios de la fortaleza.
Gracias a su cercanía a Bellinzona, hay muchos jóvenes que pasan la tarde aquí escuchando música o simplemente hablando, lo que hace aún más curiosa la visita.
Pero volviendo propiamente al castillo, lo que más sorprende es la visión de sus dos imponentes torres: la torre negra de 28 metros y su hermana gemela, la torre blanca con 27 metros de altitud.
A esta última se puede subir para desde su azotea poder admirar unas vistas fantásticas de los castillos de Bellinzona. Desde arriba también podréis admirar la torre negra, su puente de piedra que comunica ambas torres y la ciudad y las montañas que la circundan.
El paseo por las murallas
Andar por las murallas mientras se contempla el paisaje es una de las mejores formas de conocer el castillo. Si continuáis en dirección a la ciudad, bajaréis por un camino herboso que parece un trampolín de esquí alpino y que discurre junto a las viñas del castillo. Vuestros pasos se irán alejando de la fortaleza y cuando os giréis podréis contemplar una hermosa vista del castillo con sus dos torres y las viñas alineadas junto a la muralla almenada.
Cómo podéis ver en la siguiente foto, los niños encuentran siempre la forma de divertirse y la verdad es que se pasaron toda la visita a Castelgrande rodando como pelotas...
Si queréis podéis seguir andando, pero si os dais la vuelta podéis seguir explorando otras partes de la muralla, como la que da al centro histórico de Bellinzona y en dónde está situada la terraza del grotto del castillo. Desde aquí también hay vistas geniales de los castillos Montebello y Sasso Corbaro.
Los amantes del arte y la historia tenéis dos pequeños museos en el interior del castillo: el museo de Arte y el museo arqueológico.
Castillo de Montebello
Para nosotros es el más bonito de los tres. Situado en las ladera del valle, su aspecto actual data del s.XV. Está rodeado por unas murallas que descienden hasta la ciudad y que suponían un importante perímetro defensivo de la ciudad.
Entrar en Montebello supone una inmersión en el mágico y misterioso mundo medieval, gracias al puente levadizo que salva el pequeño foso que hay. Nada más cruzarlo también podréis ver una prensa de piedra, pasear por sus murallas o entrar en el castillo dónde podréis visitar alguna exposición temporal.
Sin duda uno de los mayores atractivos es alejarse un poco del castillo bajando junto a las murallas. Llegaréis a una gran explanada de césped que contrasta con las viejas piedras de los torreones y murallas almenadas.
Es un lugar ideal para comer y hacer un picnic mientras admiráis la majestuosa estampa de las murallas y el castillo grande, situado un poco más abajo.
Castillo de Sasso Corbaro
También conocido como castillo de Santa Bárbara, por la capilla en honor a la santa, fue construido por los Sforza a partir de una vieja torre defensiva. En 1478 se finalizó el castillo que tenía cómo misión principal taponar un posible ataque de los confederados suizos aprovechando una brecha entre la montaña y los castillos de Montebello y Castelgrande.
Todo este imponente y detallado sistema defensivo finalmente no sirvió de nada a los milaneses que perdieron los castillos a finales del s.XV pasando a manos de los Confederación Helvética desde entonces.
A nivel arquitectónico, el castillo está situado sobre una roca aislada y de difícil acceso. Su pequeño tamaño aún lo hace más bonito destacando sobre todo su torreon defensivo y sus clásicas murallas almenadas.
Cómo visitar los castillos de Bellinzona
Nuestra visita empezó por el castillo más pequeño de los tres y el que a más altura está. Desde Bellinzona está perfectamente señalizado y si vais en coche sólo tendréis que seguir las indicaciones que os llevarán a las afueras de la ciudad. Arriba podéis aparcar gratis y realizar vuestra visita.
Posteriormente visitamos el castillo de Montebello, que es el que está en medio. Lo ideal es coger el coche y aparcar también en el parquing gratuito del castillo. Antes de hacerlo y de camino, podéis parar un momento en la carretera y hacer fantásticas fotos del castillo de Montebello.
Hecha la visita de Montebello, seguimos en coche, esta vez hasta la Plaza del Sol. Debajo hay un aparcamiento de pago, pero barato, dónde podéis dejar vuestro vehículo. Desde aquí sólo tenéis que subir en ascensor y empezar a disfrutar del Castelgrande.
Como este castillo está junto a Bellinzona, luego podéis dar un paseo por el agradable centro histórico de esta pequeña ciudad.
La entrada para visitar un castillo cuesta 5 CHF aunque hay opciones para que el billete sea más económico en caso que queráis entrar como el Bellinzona Pass que por 15 CHF puedes entrar a los tres castillos y al museo Villa Cedri de Bellinzona además de descuentos en el Monte San Giorgio y el funicular de Monte Carasso-Mornera.
Las familias también pueden disfrutar de descuentos, como por ejemplo la visita a una castillo que sale por 15 CHF para una familia de dos adultos y dos niños hasta 14 años o el Bellinzona Pass que cuesta para toda la familia 25 CHF.
De todas maneras ya os avisamos que prácticamente todas las zonas de los castillos son de libre acceso y que los interiores de los mismos no tienen mucho que ofrecer salvo que queráis entrar en algún museo o exposición en particular. En estos casos si que os pedirán el ticket o el pase, pero sorprendentemente para lo verdaderamente interesante de la visita: murallas, patios, paseos de ronda, etc... no hay que pagar.
Los castillos de Bellinzona con niños
Cómo seguramente habréis podido comprobar en algunas fotos, los niños disfrutan mucho este tipo de visitas que combinan el que puedan correr y andar a sus anchas con la historia y la arquitectura de los castillos. Y es que la Edad Media tiene una poderosa atracción en grandes y pequeños que nos hace soñar despiertos con aquellos tiempos.
Estaremos en Mayo en Suiza y espero poder visitar la region de Tisino, es la que nos falta por conocer
Hola Víctor
Gracias por visitarnos. Está muy bien, es preciosa y diferente. Aún estamos publicando artículos sobre el Ticino, pero ya tenemos cosas sobre Lavertezzo, Verzasca, el Monte Tamaro, el lago Lugano, etc…
Cualquier duda me comentas
Un abrazo
Muchas Gracias !! Muy interesante la historia especialmente la historia de los castillos de Bellinzona!!! Un extraordinario y hermoso lugar
Hola Victor!
Has estado? a nosotros nos gustó mucho
Abrazos
Hola
Los castillos de Bellinzona me parecen interesantes ,Gracias por compartir tu articulo sin duda ya tengo una idea de que lugares visitar en mi próximo viaje , Saludos.
Muchas gracias Gabriela
Cualquier cosa aquí estamos!
Donde se pueden comprar las entradas para los castillos?
Hola Elisa
Las puedes comprar en cualquiera de los tres castillos
Saludos
Hola, el año pasado ya os pregunté alguna cosa de Chamonix (ruta de Lac Blanc y Lacs Cheserys) y me vino bien. Una pregunta sobre Bellinzona, se puede visitar o da tiempo a ver los Castillos y el centro de la ciudad en una tarde? Es que queríamos ver por la mañana Ascona (Locarno) y por la tarde Bellinzona. Somos 2 adultos, gracias y saludos.
Hola Javier
Gracias por volver, pues!
si que te da tiempo. Bellinzona es muy pequeña. Su centro histórico quitando los castillos es reducido.
Yo lo haría al revés. Ascona por la tarde es precioso, si vas en agosto sobre las 16-17h, entonces el sol ilumina sus casas y el lago y es una pasada, a Bellinzona lo verás mejor por la mañana, con más vida y movimiento.
espero que te haya servido
saludos
De acuerdo, gracias. Tomamos nota de ello. Saludos.