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Seguimos con nuestra ruta por la Selva Negra y aunque el cuarto día nos deparaba una visita que no forma parte de la región alemana, su cercanía nos obligó a volver a visitar Strasbourg, en Francia, y es que la preciosa ciudad alsaciana es un must see que nadie debería perderse. Así que partimos para allí en un día que amenazaba lluvia, pronostico que se cumplió y tuvimos que aguantar un aguacero increíble, aún así y con los dos peques a cuestas pudimos visitar durante 3 horitas la ciudad, y como ya habíamos estado y el mal tiempo que hacía no era cuestión de alargar más.
Lo primero que todo el mundo va a ver es la catedral, y es que como casi siempre sucedía en la Edad Media, ésta era el centro neurálgico de la ciudad y a su alrededor crecía el resto del burgo. La catedral es impresionante, situada en medio de un espacio muy abierto y que esconde en su interior un reloj astronómico con figuritas, único en el mundo junto con el de Praga.
El otro gran aliciente de Strasbourg es la Petite France, uno de los barrios más bonitos de Europa, con sus típicas casas de madera entramada propias de la región y los puentes cubiertos.
Pero esta maravillosa ciudad merece un capítulo aparte así que seguimos con nuestra ruta, pero recordad el chubasquero si visitáis la ciudad.
Al día siguiente decidimos visitar Freiburg, ciudad que ya habíamos visitado y que nos causó una gran impresión años atrás, y no porque fuera muy monumental o tuviese muchas cosas que ver, pero si que recordábamos que era una ciudad encantadora, la gente desplazándose en bici, muchos árboles, con un mercado en la catedral lleno de vida y olores sugerentes.
Con el tiempo hemos sabido que Freiburg es considerada por muchos alemanes como la mejor ciudad alemana para vivir.
Como toda ciudad medieval el centro del casco histórico se ubica en torno a la catedral. Ésta es un magnífico ejemplo del gótico alemán, aunque su origen es románico y cuya estilizada torre ha sido considerada la más bella de la cristiandad. Es posible subir a arriba y disfrutar de unas vistas excepcionales de la ciudad.
Si la catedral es preciosa, la plaza dónde se encuentra, la Münsterplatz no se queda corta. A ambos flancos de la catedral se apiñan diversos puestos de flores, artesanía y sobre todo de salchichas. Según nuestra opinión las mejores salchichas de Alemania las hemos probado aquí. Simplemente espectaculares y muy asequibles para el bolsillo.
Es un lugar perfecto para comprar un regalo de viaje, si tienes niños abunda la oferta de bonitos juguetes de madera, puedes proveerte de fruta y verdura fresca, etc. Precisamente en este mercado, fue donde compramos los souvenirs de nuestro viaje para familiares y amigos.
Además del mercado, destaca y sobresale el impresionante palacio arzobispal, una filigrana de rojo intenso y delicadas torres. Otros edificios como la Kaufhaus (edificio de finanzas) denotan la importancia de la ciudad en su época.
Cruzando la principal calle comercial de Freiburg, la Kaiser Joseph Straße podremos visitar la plaza del Ayuntamiento (Rathausplatz) dónde se encuentra el Consistorio y la Iglesia de San Martín, además de una completa y eficiente oficina de turismo.
Otro de los elementos característicos de Freiburg de Brisgovia son las puertas defensivas que estaban en las murallas. Las dos más bonitas y famosas son la Martinstor (Torre de Martín) al final de la calle Kaiser Joseph Straße y la Schwabentor (la puerta de los suabos).
Para ser una ciudad, los niños también disfrutan porque al tener unas dimensiones más bien pequeñas, no tienen que andar demasiado. Además se lo pasarán en grande por el casco antiguo cruzando los pequeños canales que en la antigüedad proveían de agua al pueblo y que ahora son una atracción para los más pequeños de la casa aunque si quieres volver a visitar Freiburg, deberás pisar la pequeña acequia, según aseguran los habitantes de Freiburg. Nosotros la pisamos... y ¡volvimos!
La capital de la Selva Negra es ideal si estás alojado en la parte sur de la región y sobre todo te permite romper un poco la "monotonía" de los paisajes rurales de la Selva Negra, así que si tienes ganas de recuperar tu lado más urbanita o simplemente tienes ganas de tomarte una copa o pasear rodeado de más seres vivos que unas vacas y unas ardillas, esta encantadora ciudad te irá como anillo al dedo.
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Excelentes recomendaciones, gracias
Hola Lourdes
Muchas gracias por visitarnos y por tus palabras
Saludos