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El descubrimiento de la olla de San Vicente es algo que tenemos que agradecer a Hilda y Luís, los dos encantadores caseros que nos alquilaron uno de sus preciosos apartamentos durante nuestra estancia en Asturias. Ya el primer día nos recomendaron esta fácil excursión y que además se prestaba mucho a esos días ya que estaba haciendo bastante calor.
La ruta en sí es muy sencilla incluso para hacer con niños pequeños, aunque hay algún tramo pedregoso y con bastante humedad que conviene ir con cuidado. No es que hayan precipicios ni nada por el estilo, pero yendo con niños no está de más ser cauto y sobre todo hay que tener en cuenta que cada caso es un mundo y depende mucho de lo acostumbrados que estén a andar los padres y los niños.
La ruta en sí no tiene desnivel y ninguna dificultad técnica. Son 5 Km ida y vuelta y se hacen tranquilamente en 1h y media por un entorno de gran belleza. Eso sí, lo irregular del terreno y en algunos casos estrecho, hace que no sea apta para sillas de ruedas ni de bebés.
Cómo llegar al río Dobra
Para iniciar la excursión hay que llegar a Cangas de Onís y continuar por la carretera N625 dirección el Puerto del Pontón. Tras pasar el pueblo de Tornín y justo antes de dejar atrás el puente que cruza el río, dejaremos el coche junto a un restaurante situado a la izquierda de la carretera.
Excursión hasta la Olla de San Vicente
Al principio el camino es ancho y sencillo y a través de los árboles ya vislumbramos el río Dobra que nos acompañará todo el trayecto por su margen derecho.
A los 350 metros tenemos uno de los principales atractivos de la ruta: el puente medieval de origen romano y que es conocido como el puente viejo.
Tras las fotos de rigor y sin cruzar el puente seguimos por el camino, que ya será pedregoso e irregular. Durante el camino podréis ver algunas pozas de aguas cristalinas y en las cuáles nosotros no pudimos resistir a meternos. El agua está fría pero es ideal para los días de verano calurosos. De hecho es uno de los secretos mejores guardados de los habitantes de esta comarca que prefieren refrescarse en las pozas del río Dobra que tener que ir a las concurridas playas de Llanes o Ribadesella.
Si no hacéis ningún alto en el camino llegaréis a la olla de San Vicente, un espectacular paraje dominado por el verde esmeralda de sus aguas. Obviamente os podéis bañar y si sois un poco atrevidos entonces os recomendamos que lleguéis hasta las rocas para saltar desde allí a otras pozas y piscinas naturales de gran belleza. Podéis llegar andando o dando un pequeño rodeo de un par de minutos por el bosque que rodea la olla.
Como siempre hay que llevar precaución si vas con niños, pero una vez les enseñas dónde se pueden tirar, luego se lo pasan bomba. Jan no es muy valiente y en cuánto venció su vértigo inicial no paró de saltar una y otra vez.
Fue el colofón a un encantador día en Asturias, con muy poca gente, aún en pleno agosto y con una diversión cómo sólo te puede regalar la naturaleza. No os perdáis la olla de San Vicente en vuestra ruta por Asturias.
Me la apunto esta excursión. Estuvimos en Lavertezzo.. gracias x tus consejos 😉
Es muy chula! Te gustó Lavertezzo?
Ciao!
Hola Sergio,
nuevamente recurro a tus conocimientos turísticos. Que me aconsejas para pasar un fin de semana, desde Barcelona: Valle de Nuria o Aiguestortes? Hay que tener en cuanta que seremos un par de viejos setentones y un hijo de treinta y cinco en muy buen estado físico, ambas cosas difíciles de congeniar.
Si a esto se agregara la posibilidad de que el joven regresara en tren u otro medio de transporte el domingo en la tarde/noche a Barcelona, sería ideal.
Espero no abusar de tu amabilidad, siempre recibí de ti buenos consejos.
Cariños,
Magdalena
Hola Magdalena
Aiguestortes es más bello, pero desde Barcelona está muy lejos. La Valla de Núria os queda más cerca! Además si no me equivoco desde Núria puede volver en tren a Barcelona.
Abrazos
Sergio