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El Puerto del Gran San Bernardo es uno de los mitos viajeros de Suiza y no solo por ser uno de los más conocidos de Europa y el tercero más alto de Suiza, sino también por ser el puerto que dio nombre a los famosos perros San Bernardo, toda una institución en el país helvético.
Esta magnífica raza de perros es todo un símbolo en Suiza, a la altura del queso, el chocolate, el Matterhorn o Heidi. Su carácter familiar, cariñoso y juguetón y sobre todo su imponente aspecto físico son sus principales características.
La historia del Puerto del Gran San Bernardo
Se tiene constancia del paso ya desde la época romana, pues constituía una importante vía de comunicación entre las provincias romanas al norte y al sur de los Alpes. Prueba de ello es el templo de Júpiter que se construyó en su día y por el cual, antes, el paso se conocía como Puerto de Monte Júpiter.
Pero la verdadera historia y fama del paso del Gran San Bernardo empieza en el año 1035 cuando el monje Bernardo de Menthon (Bernard du Menthon) creó un hospicio en la parte suiza del collado para ayudar y dar cobijo a viajeros y peregrinos que seguían la dura ruta que cruzaba el puerto.
Las condiciones meteorológicas del Gran San Bernardo han sido y son muy peligrosas, dónde la nieve y la niebla tienen una presencia muy importante a lo largo del año. De hecho el paso solo está abierto entre los meses de junio y septiembre.
En este contexto, el hospicio tenía una importancia vital para aquellas personas que decidían utilizar esta ruta, y que podían verse sorprendidos a menudo por importantes neviscas.
Pero es a mediados del s. XVII cuando se introduce la figura del perro San Bernardo en el paso y en el hospicio. Primero como guardianes de la comunidad canónica y poco después como perros de rescate.
Su fama mundial crece a partir de principios del S. XIX, cuando el ejército de Napoleón cruzó el paso del Gran San Bernardo. Fueron muchos de esos soldados, que a través de sus diarios y cartas, dieron a conocer al mundo las tareas salvadoras de estos animales.
Barry, el San Bernardo más famoso
Barry es una leyenda de la raza de Gran San Bernardo y es que este perro, que vivió de 1800 a 1812 en el hospicio, salvó a más de cuarenta personas. En sus últimos años de vida, uno de los padres del hospicio se lo llevó a Berna para que finalizara su vida lo más cómodamente posible. En 1814 falleció, pero su nombre nunca más se perdió ya que gracias a él, el perro San Bernardo es el perro nacional suizo desde 1884. En honor a Barry, siempre hay un perro en el hospicio que lleva su nombre.
Visita al paso de Gran San Bernardo
Cualquier puerto de montaña de los Alpes me provoca una sensación especial, pero éste tenía un aliciente añadido, y era poder pasar un rato con los famosos perros. El resto de la familia no sabía nada, pero cuando vieron algún cartel que nos indicaba que estábamos a punto de entrar en el país de los perros Gran San Bernardo, todos compartieron la emoción que yo sentía.
Tras pasar de largo el túnel, empezamos a subir rampas y curvas mientras contemplábamos la majestuosidad de las grandes montañas suizas. En poco rato nos plantamos en la cota 2.473 m y nos hicimos la foto en el cartel que hay junto al hospicio.
El paisaje de este puerto es soberbio, gracias en parte al lago que hay a los pies del hospicio. Eso, unido a la panorámica alpina, hace que sea uno de los puertos más espectaculares de Europa.
Tras aparcar el coche nos recibió un cielo azul y despejado, pero también 2ºC y un viento frío y cortante. Pero pronto nos íbamos a olvidar de la climatología gracias a nuestra excursión por el lago con los perros San Bernardo.
Lo primero que hicimos fue entrar a las perreras y esperar a que la guía sacase a nuestros dos acompañantes: Kashmir y Reyka. Los animales en cuánto vieron a su cuidadora ya mostraron sus ganas de salir y correr. Una vez fuera ya nos pudimos hacer las primeras fotos y disfrutar de su compañía.
Reyka es un hembra de 7 años y es más formal que el jovenzuelo de Kashmir que apenas tiene dos años y medio y que se desvive por correr y jugar.
Nuestra excursión era muy sencilla, un simple paseo junto al lago, pero que se convirtió en una de las excursiones más bonitas de Suiza que hemos hecho, gracias al paisaje y la compañía de "nuestros" San Bernardo.
Pudimos llevarlos, tanto nosotros como los niños, jugar con ellos, hacernos fotos y acariciar su suave y limpio pelaje. Aún escribiendo este artículo, mes y medio después, se me pone la piel de gallina recordando los momentos vividos con mi familia y estos magníficos animales.
Continuamos hacia un hito que delimita la frontera natural entre Suiza e Italia. Hicimos las típicas tonterías de poner un pie en cada territorio o dar saltitos de un país a otro, mientras los perros se bañaban y jugaban en las heladas aguas del lago.
Volviendo hacia el hospicio, pudimos comprobar cómo los San Bernardo viven para proteger al ser humano, y es que cuando Jan se alejaba un poco, Kashmir echaba a correr detrás de él para controlar que no le pasase nada.
Llegó el momento de separarnos, mientras otros visitantes del puerto se acercaban a conocer a estos míticos perros.
Nota: tenéis que saber que esta excursión fue un paseo especial que hicimos para hacer el reportaje. Igualmente es posible hacer excursiones con los perros San Bernardo, pero son un poco más duras. Son aptas para niños, pero tienen que estar acostumbrados a caminar y ser un poco resistentes. Las excursiones duran una hora y media y son en grupo (con un mínimo de participantes).
De todas maneras la fundación Barry, que está al cuidado de los animales, está estudiando muy seriamente la posibilidad de hacer sencillos paseos de corta duración junto al lago.
Antes de abandonar el hospicio es muy interesante visitar el museo. Allí podréis aprender sobre el hábitat y clima del paso del Gran San Bernardo, su historia y por supuesto la de esta raza de perros. También hay una interesante exposición de minerales de la zona y de mariposas disecadas.
Antes de marcharos os recomendamos, cómo no, que crucéis el paso hacia el lado italiano. Es muy divertido ver cómo cambia el ambiente. Dejamos atrás la austeridad y formalismo suizo y llegamos a la despreocupada e informal Italia, y es que en este lado del puerto, abundan los puestos de souvenirs y hay más animación. Realmente el paso es más que una simple frontera geográfica.
Las vistas del lago y el hospicio desde aquí también son espectaculares. Es un lugar precioso para hacer fotos.
Al otro lado de la carretera, también podéis ir andando en menos de cinco minutos hasta la estatua dedicada a Bernard du Menthon, que también es un perfecto reclamo para hacer inolvidables fotos.
Si tenéis tiempo, podéis bajar el puerto y continuar hacia Aosta y visitar la ciudad romana y sobre todo el mítico valle, con cumbres míticas como el Gran Paradiso.
Hemos viajado muchas veces a Suiza y esta ha sido una de las experiencias más emocionantes y entrañables que hemos vivido. Suiza tiene paisajes soberbios, trenes de maravilla, pueblos de cuento, pero poder pasar una hora con estos animales ha significado algo inolvidable. El poder llevarlos tú mismo, acariciarlos, jugar con ellos, hacerte fotos y compartir la caminata a su lado es algo irrepetible. Es precisamente ese contacto total con los San Bernardo, lo que la hace tan recomendable.
La Fundación Barry
La fundación, creada en 2005, se encarga desde entonces de la guarda, cuidado y entreno de los perros que hasta entonces estaban bajo la custodia y protección de los monjes. También se ocupan de las famosas perreras, con más de 300 años de antigüedad lo que significa que además de ser las más importantes del mundo, también son las más antiguas.
En el hospicio están algunos de los 33 ejemplares que posee la fundación, el resto se encuentran en el museo y centro de entrenamiento que tiene la fundación en Martigny, en el Valais suizo.
En el museo también podréis ver a los perros e incluso acariciarlos. Es interesante ver el gran espacio que tienen estos animales, ya sea en sus habitaciones, en el gran jardín que disponen fuera por dónde pueden jugar.
Aparte de ver y estar en contacto con los animales, se puede ver el resto del museo que sin ser grande es interesante, en especial todo lo detallado a la historia del puerto y su relación con los perros.
Personalmente me encantó la exposición que recoge la vinculación de los Gran San Bernardo con el mundo de la publicidad.
La visita es interesante, en especial si no habéis hecho la excursión con los perros y la visita del puerto. En caso contrario quizás os sabe a poco, ya que el contacto que hayáis tenido con los animales en el puerto siempre será mucho mayor y más íntimo que en el museo.
Precios y horarios 2016 Gran San Bernardo
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Muchas Gracias Sergio!!!
Muchas gracias Carmen!
Un placer
Hola. Esta abierto el recinto? Muchas gracias
Hola
Supongo que sí, aunque tendrías que preguntar en la página web del hospicio o en la misma Fundación Barry que es dónde se gestiona el tema de los perros San Bernardo.
Saludos
Hola buen día. Les escribo desde Cali-Colombia. Tengo un gran San Bernardo de 9 meses, es maravilloso. Saben donde podría conseguir accesorios para esta raza?..
Muchas gracias por su respuesta.