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Cuando planificamos nuestra visita a los Alpes del Berner Oberland, no habíamos oído hablar del Niesen. Sólo teníamos en mente a los tres tenores Jungfrau, Mönch y Eiger, pero no a esta montaña de altura modesta pero de vistas alucinantes. Y si a alguien tenemos que agradecer esta visita es a Víctor Riverola y Jekaterina Nikitina y su fantástica guía-libro Interlaken Jungfrau-Aletsch 30 Itinerarios por media y alta montaña. Gracias a ellos planificamos una puesta de sol inolvidable que además hicimos coincidir expresamente con una noche de luna llena. La excursión al Niesen se convirtió por ello en uno de nuestros momentos viajeros para el recuerdo. ¿Os apetece averiguar por qué?
Semanas antes de salir de viaje y entre los preparativos del mismo comprobamos si había luna llena durante nuestra estancia y, efectivamente, el 21 de agosto la había. Ya teníamos el Día D. Solo quedaba esperar y que el día acompañase.
Algunos datos sobre el Monte Niesen
El día empezó pronto y sin nubes con la visita a Schnigge Platte y su bello Jardín botánico alpino. Después de descansar en el apartamento un rato, salimos hacia Mülenen (693 m) para coger el famoso funicular del Niesen, una colosal obra de ingeniería ya que es uno de los funiculares más largos del mundo ( 3.499 m), con un desnivel total de 1.643 metros y pendientes máximas del 69%. Pero lo que llama más la atención es su escalera de servicio que acompaña todo el recorrido del funicular. Un total de 11.674 escalones que la convierten en la escalera más larga del mundo. Increíble pero cierto. Es tal su fama que en ella se disputa la carrera Niesenlauf. El record está en subirla en apenas 52 minutos, así que si hay algún valiente, ya sabe...
A las 19:30h salimos hacia la cumbre. Conviene tener en cuenta que por la tarde hay menos gente y el billete tiene un 50% de descuento a partir de las 15:30h. El viaje dura media hora y hay una parada intermedia en Schwandegg (1.669 m) en la que hay que cambiar de funicular.
Al llegar lo primero que nos sorprendió fue comprobar como a las 20h bajaba mucha gente. No lo entendíamos, ¿por qué bajar ahora justo cuando el sol está a punto de ponerse?
Nada más bajar del funicular nos esperaba una panorámica espectacular del Jungfrau, el Mönch y el Eiger, el lago de Thun a la izquierda pero sobre todo algo que nunca habíamos visto de manera tan clara, la sombra del Niesen se proyectaba perfecta y esbelta abajo en el valle. La forma piramidal bajo los tres grandes evocaba inequívocamente a las pirámides egipcias y es que su forma y figura nada tiene que envidiar a aquellas.
Así pues, alucinados por la perfección de la montaña nos fuimos acercando por el espectacular camino panorámico hacia la futurista terraza del Niesen. En 5 minutos ya estábamos en la terraza dónde el sol aún proyectaba sus rayos con fuerza. Abajo en los valles y el lago, se ocultaba tras las imponentes montañas, pero a 2.336 m aún era bien visible. Fue otro momento mágico, los cuatro juntos y ver cómo se iba poniendo el sol dejando en penumbra la montaña. La niebla bajo las montañas aún hacía más misterioso y encantador el momento.
No nos hubiéramos movido de allí, pero le dije a Isa de subir arriba a la cima (2.362 m), pero antes nos paramos en el pequeño parque infantil que hay de camino. Aquí cenamos rápidamente, plantamos el trípode y nos dedicamos a hacer fotos de una de las mejores puestas de sol que recordamos. Una con la cámara otro con el Ipad y los dos riendo constantemente por las instantáneas y los momentos que nos estaba regalando la naturaleza.
Justo cuando el sol emitía su último rayo, justo cuando se despedía de nosotros definitivamente, nos dio por girar la cabeza, y entonces la vimos, aparecía por el otro lado, al oeste del Eiger, tímida pero brillante. La luna tomó el testigo que dejó el sol y empezó a acaparar nuestra atención.
El espectáculo de la luna llena en el Niesen es indescriptible. Contemplas como anochece, cuando el cielo aún es azul y es más intenso gracias al brillo de la luna. Luego se posa orgullosa sobre los tres mitos de la región como si les dijese "vuestro poder no es nada comparable a mi grandeza". El espectáculo visual es glorioso.
Finalmente se hizo de noche y decidimos volver. No era plan que al pequeño le diese por tirarse por ahí o lo perdiésemos de vista. En el restaurante seguían cenando a la luz de la luna. Al principio nos apetecía la idea de cenar allí, pero lo descartamos por el elevado precio. Menos mal, no lo hubiéramos disfrutado: entre atardeceres y lunas llenas no nos hubiésemos estado quietos en la mesa.
El último funicular pasaba a las 22:55h, pero ya eran las 21:15h y ya habíamos hecho y visto todo lo que soñábamos por la mañana. Decidimos volver ya que había sido un día agotador para todos pero y sobre todo para los niños.
El viaje de vuelta, en otra ocasión tedioso o cansado por la hora, se convirtió en un descenso mágico y misterioso por la ladera de la montaña, al principio desierta y luego cubierta de bosques de abetos. Fue increíble ver como la luna iluminaba totalmente esta cara del Niesen que contrastaba profundamente con la oscuridad que imperaba en el funicular.
Mis últimos pensamientos del día se encaminaron hacia mis hijos de 6 y 2 años por los cuales siento un profundo orgullo de padre y por mi mujer, felices por haber compartido estos inolvidables momentos juntos.
Vaya, no había oído hablar de Niesen hasta ahora, pero con esa descripción tan idílica y esas fotos a la puesta de sol… quién no querría ir! Buena crónica, compañero! Un abrazo!
Hola figura!
La verdad es que vale mucho la pena, si vas el año próximo no te lo pierdas!!! es un espectáculo soberbio y como dices bastante desconocido.
Un abrazo!
Impresionante lugar, esa imagen casi final jugando con la luna me ha matado, digna de Dragon Ball jaja Preciosos atardeceres se deben presenciar desde ahí arriba :)
Saludotes y felices fiestas!
ja ja ja. Era un soldado suizo y era del Ticino, de la parte italiana, y era un cachondo. El lugar vale mucho la pena y encima poca gente que eso se valora mucho!
Un saludo amigo!