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El mercado de Navidad de Merano es quizás el que más nos ha gustado de nuestro reciente viaje a los Dolomitas. A prioiri era de los que menos nos apetecía, pero el ambiente navideño y la oferta cultural y gastronómica de la ciudad nos cautivó de manera irresistible.
Merano es una ciudad de 40.000 habitantes, que sin ser grande y agobiante, le permite tener mucha animación en época navideña. De hecho recomiendan evitar los fines de semana en la segunda ciudad más grande del Trentino, ya que con el mercadillo de Navidad hay mucha gente. Nosotros la visitamos el día de año nuevo y si que es cierto que en las termas había colas, pero por el mercadillo de Navidad se podía pasear bien.
Su clima, a diferencia de otros pueblos y ciudades del Tirol del sur es muy benigno y con un cierto aire mediterráneo. Ayuda sus poco más de 300 metros de altitud que le permiten tener un clima templado sin llegar a los rigores invernales de otras zonas de los Dolomitas.
La mitad de la población habla alemán, debido a su pasado perteneciente al Imperio Austro-Húngaro y que paso a manos italianas tras la I Guerra Mundial.
Está muy bien conectada por carretera gracias a la Autopista del Brennero (A22)
Mercado de Navidad de Merano
Tras aparcar el coche, accedimos a Merano por la Via dei Portici, una calle peatonal de 400 metros de longitud famosa por sus pórticos y sus tiendas de renombre internacional. Aquí ya se puede palpar el ambiente navideño de Merano, ya que todo está bellamente decorado e iluminado. La primera impresión, pues, es que la ciudad se vuelca con la Navidad y sobre todo que un gran ambiente nos esperaba.
Tras pasar la calle más comercial de Merano, llegamos al paseo junto al río Passirio que es dónde se ubica la parte principal del mercadillo de Navidad. En el paseo hay más de 60 casetas ricamente engalanadas y dónde es posible encontrar casi de todo relacionado con la Navidad: figuras del pesebre de Navidad, adornos, bolas de Navidad y mucho producto local y artesanal.
Destacan la Torre de la Pólvora que tiene el contorno iluminado y sobretodo el magnifico edificio del Kurhaus, un salón balneario, símbolo del lujo y la nobleza del Imperio Austro-Húngaro y que tuvo a la Emperatriz como principal e ilustre visitante. La verdad es que el sitio es precioso y muy navideño.
Pero a lo que uno no puede resistirse es a los puestecitos de comida. Los olores inundan el ambiente y prometen tentaciones inolvidables. Hay muchas paradas para probar especialidades locales como por ejemplo los sabrosos gnocchi a la tirolesa, goulasch de buey, salmón ahumado, crema de patatas y manzanas con picatostes, todo ello acompañado de vino caliente y castañas y cervezas típicas del Tirol.
Si seguís por el paseo del río, llegaréis a un árbol que está espectacularmente iluminado. No sé cuántas luces deben de haber pero está literalmente cubierto de luz. Enfrente hay uno de esos rincones con banquitos de madera y muchos abetos iluminados. Sólo le falta la nieve para ser perfecto.
Y un poco más adelante, junto a la torre Porta Bolzano, se encuentra el pueblo de la Navidad de Merano; el lugar histórico dónde se celebraba el Adviento en la ciudad y que ahora es otro nido de tentaciones con varios casetas dónde podréis comer spätzle o panes típicos de la región.
No todo acaba aquí, ya que si desandáis vuestros pasos y volvéis hacia la Torre de la Pólvora, podéis cruzar el puente y cruzar a la zona de las Termas de Merano.
Esta zona ubicada en una plaza está llena de rincones encantadores para vivir la Navidad.
Los más modernos podréis subir al Skybar que permite obtener unas vistas sensacionales de la ciudad y de su mercadillo de Navidad. También hay una vista perfecta de la pista de patinaje, así que es el lugar perfecto para tomar algo mientras tus hijos se lo pasan bomba patinado.
Debajo hay 6 bolas de Navidad enormes dónde podréis cenar. Son muy bonitas y navideñas y es un puntazo que puedas cenar dentro. Hemos estado en muchos mercadillos de Navidad por toda Europa y ¡nunca lo habíamos visto!
Y justo al lado de la pista de patinaje, están las Termas de Merano, una espectacular estructura cúbica de vidrio con varias piscinas y zona de spa y saunas. Nosotros fuimos un 1 de enero y nos gustó mucho. Eso sí había mucha gente y resultó un poco agobiante, pero en días menos señalados tiene que ser ideal para combatir el frío.
Una última recomendación. si viajáis durante el puente de la Constitución, tendréis muchas oportunidades de ver el desfile de los temidos Krampus, los seres demoniacos que aterrorizan a niños y mayores durante la primera semana de diciembre.
Ya lo sabéis si visitáis los Dolomitas, no podéis menos que visitar el mercadillo de Navidad de Merano, lo recordaréis para siempre.
Apertura y horarios 2022 Mercado de Navidad de Merano
HORARIOS
De domingo a jueves de 10 a 19 h (los de comida hasta las 21h)
Viernes y sábados de 10 a 20h (los de comida hasta las 22:20h)
24 y 31 de diciembre de 10 a 17h
Año nuevo de 10 21 h. Reyes de 10 a 18 h. El día de Navidad está cerrado
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