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Maison Cailler es el nombre de la fábrica de chocolate suiza que hay instalada en Broc, un pequeño pueblo al lado de la famosa Gruyères. De unos años a esta parte se ha convertido en uno de los lugares más visitados de Suiza, así que conviene reservar con uno o dos días de antelación sino queréis hacer dos horas de cola cómo las que vimos nosotros durante el mes de agosto.
Reconozco que no teníamos muchas expectativas puestas en esta visita y que la inclusión en nuestra ruta por Gruyères se debió más a la ilusión de los niños en este tipo de museos-espacios divulgativos. Pues bien, podemos decir que la visita nos encantó, es muy amena y altamente recomendable.
Historia de Cailler
Cailler es una institución en Suiza y más desde que se unió a Nestlé, formando un imperio de la industria chocolatera, pioneros en crear el famoso chocolate con leche.
Su fundador fue François-Louis Cailler que fundó la compañía entre los años 1818 y 1820, siendo actualmente la marca de chocolate más antigua del mundo.
Tras comprar varias fábricas y hacer prosperar la empresa, su yerno Daniel Peter relanzó el negocio e inventó el chocolate con leche en 1875. Los éxitos continuaron sucediéndose y quince años más tarde, en 1890 la compañía inventa los pralinés.
En 1898 el nieto de Cailler, Alexandre, abre la actual fábrica de chocolate en Broc, en el corazón de Suiza, una región profundamente fértil en pastos.
La gran crisis del 29 también sacude los cimientos de Cailler y provoca que se asocie al Grupo Nestlé, el gran gigante de alimentación suizo.
En 2010, fruto de la fama de los chocolates Cailler y de su situación en una de las regiones más bonitas de Suiza, se abrió la Maison Cailler, un espacio donde descubrir la historia del chocolate y de Cailler así como los procesos de producción de este preciado alimento.
Qué ver en Maison Cailler
A continuación os detallamos las cosas que se pueden hacer o ver en este fantástico museo dedicado al chocolate. Insistimos, reservad con antelación. En julio y agosto las colas son interminables y da igual que haga sol o llueva, siempre está lleno.
Recorrido por la historia del chocolate y Cailler
La visita a Maison Cailler empieza por un paseo por la historia del chocolate. Se entra en pequeños grupos de 10-12 personas. Monitores, como si de un aeropuerto se tratase, anuncian tú número y hora de embarque en este ameno paseo. Un ascensor os bajará hasta una sala donde se habla del origen del chocolate, en la época de los sacrificios humanos de los aztecas.
No os esperéis súper efectos especiales ni realidad virtual, pero sí que está entrañablemente ambientado y a nuestro modo de ver, encaja más con el espíritu de la marca y de la fábrica.
Pasaréis por diferentes salas que os irán explicando el origen del chocolate, su evolución y su historia en Europa, desde su introducción hasta la relación del mismo con Cailler.
El recorrido dura unos 20 minutos y hay tours en español. Se va sin guía y las puertas se van abriendo y cerrando para permitirnos el paso a otra sala.
Visita del proceso de fabricación del chocolate Cailler
Después del recorrido histórico empieza la visita que podríamos llamar más didáctica. La primera gran sala nos muestra unos paneles con diferentes actores en el proceso de elaboración del chocolate, desde los trabajadores de países exóticos que participan en la extracción del chocolate hasta los que lo hacen en la fábrica de Broc.
Con una sencilla audio-guía iremos averiguando las funciones de cada uno mientras participamos con todos los sentidos de los ingredientes que forman parte de los chocolates Cailler.
Así podremos tocar la vainilla o las almendras, verlas, olerlas e incluso probarlas.
Pasada esta primera gran estancia descubriremos parte de los secretos de la producción del chocolate con leche, pero ¡no todos! La verdad es que es muy interesante y ameno.
Vemos por ejemplo máquinas que nos enseñan cómo se van creando las famosas branches y otros procesos de producción.
Advertencia a los golosos: lo que viene a continuación puede alterar las pulsaciones de más de más de uno. Uno de los puntos fuertes de la visita son las catas de chocolates. Todo empieza en un pequeño puesto donde un empleado te da a probar las branches, uno de los productos estrella y más antiguos de la compañía.
Pero os lo advertimos, no os infléis con esta primera cata, ya que acto seguido pasaréis por un pasillo, donde Maison Cailler os propone una experiencia sensorial con las conocidas napolitanas. Podéis probar las que queráis, pero insistimos, dejad sitio en el estómago, si no queréis daros un atracón.
Hacia el final del recorrido, hay una sala de bombones, donde una trabajadora del museo os invita a probar diferentes bombones y tipos de chocolate. Esto ya es pura lujuria chocolatera. Si los queréis probar todos, saldréis de Maison Cailler con unos cuantos kilos de más. Recordad una cosa, está prohibido sacarlos fuera del recinto, así que coged únicamente lo que podáis degustar allí.
Taller de chocolate
Ahora que están de moda los programas de cocina tipo Master Chef, ¿por qué no emular a los grandes maestros chocolateros y hacer nuestras propias creaciones?
El museo del chocolate de Cailler propone clases a grupos de quince niños de 6 a 12 años. Son lecciones de una hora de duración, les hacen regalos y el precio es de 25 CHF. Obviamente hay que hacer reserva previa.
Si ya no sois niños y os apasiona el mundo del chocolate, también hay talleres para adultos, que duran dos horas y media. El precio es de 75 CHF e incluye la visita a Maison Cailler.
Tienda de chocolate
Esto si que es un aviso en toda regla a los visitantes del museo. La tienda es espectacular, bien surtida y todo entra por los ojos. Si sois unos apasionados del dulce o sois de los que se pirran por cajitas de metal o envoltorios delicados, preparad la cartera porque saldréis de aquí con unas cuantas bolsas.
En serio, los estantes y mesas llenos de chocolates y cajas, ordenados y colocados al milímetro despiertan los instintos chocolateros de cualquiera.
El tren del chocolate
Para los que no dispongáis de coche y estéis alojados en la zona del lago Lemán, tenéis la posibilidad de visitar Maison Cailler, gracias al tren del chocolate. Este parte desde Montreux hacia la región de Gruyères. Aquí podréis pasar una jornada inolvidable visitando la fábrica de chocolate, pero también Maison du Gruyère, donde se produce el famoso queso.
También os dejan tiempo libre para visitar Gruyères y su fantástico castillo. El tren ofrece café y croissants y todos los traslados en bus para visitar las fábricas.
Los precios son 99 CHF adultos y 49 CHF los niños siempre que posean la Junior Card.
Hola!
Estamos organizando nuestras vacaciones en Suiza y el blog es increible!
Mencionais que conviene reservar con antelación, pero en la web no encontramos el modo de hacerlo. ¿Sabeis como hacerlo?
Gracias de antemano! ;)
Hola Amaia
Muchas gracias!
bueno en realidad actualmente sólo se puede reservar con antelación para grupos (a partir de 20) Lo que si que te recomiendo encarecidamente es que vayáis antes de que abran a las 10h y compréis la entrada, luego las colas son de dos horas.
Un abrazo
Me gusta el chocolate