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La región de Interlaken-Jungfrau-Aletsch concentra una cantidad enorme de excursiones, panorámicas, nieves eternas y maravillas naturales aseguradas. Los trenes de montaña, funiculares y teleféricos no son baratos y menos aún para el español medio, por lo que el optar por el tren de montaña del Jungfrau o subir al Schilthorn se convierte en una decisión trascendental, sobre todo para presupuestos familiares ajustados. Estamos hablando del Barça-Madrid de los Alpes berneses, dos lugares increíbles que vale la pena visitar cueste lo que cueste. Pero si tienes que optar por uno, aquí te damos las claves para que tu decisión sea lo más acertada posible en función de tus gustos, preferencias y presupuesto.
Claves para decidir entre el Jungfrau o Schilthorn
- Precio: No os vamos a engañar, estos dos monstruos de la montaña son caros de ver. En este apartado el vencedor es el Schilthorn. Y es que comparando precios, subir al Jungfrau es bastante más caro que hacerlo al Schilthorn. Coger los diversos trenes que hay que tomar para llegar al Top of Europe cuesta 197,60€ mientras que subir en teleférico al Schilthorn vale 98,60€ es decir la mitad.
De todas maneras hay que tener en cuenta y valorar detenidamente que la excursión al Jungfrau está incluida en algunos pases como el Jungfrau Vip Pass o con importantes descuentos como en el caso del Jungfraubahnen Pass o el Berner Oberland Pass que pueden llegar a hacer que el billete incluso sea más económico que el del Schilthorn.
También hay que estar atentos a los billetes especiales del Good Morning ticket y el Good Afternoon ticket que se ofrecen en ambas excursiones y que suponen importantes rebajas al precio original.
- Actividades: Si lo que buscas es realizar actividades y no eres un fanático de James Bond, tu elección debería encaminarse hacia la excursión al Jungfrau.
El ascenso al Jungfrau te permite interactuar mucho más con el medio que te rodea: te podrás tirar en trineo en pleno agosto e incluso hacer alguna bajada con la tabla de snow, tirolina a 3.500 metros de altura, visitar el Palacio de hielo, recorrer el Alpine Sensation o hacer un sencillo pero espectacular trekking sobre la nieve hasta el refugio del Mönch, entre otras cosas. En cambio en el Schilthorn, aparte de admirar las soberbias vistas, sólo te quedará visitar el Bond World, que hay que reconocer que está muy bien y es divertido aunque no seas un seguidor de las películas del famoso agente 007.
- Duración del viaje y cansancio: Precisamente porque es más largo y más espectacular, el trayecto hacia la estación más alta de Europa es el más cansado. Para llegar y aprovechar el día al máximo hay madrugar mucho, cambiar en diversas ocasiones de tren, haciendo que la duración total del viaje sea de casi 3 horas. Al madrugón hay que sumarle que vas a estar a mucha altura y no todo el mundo lo lleva bien, así que no es raro ver a alguien que se desmaye ¡pero no os asustéis! esta reacción a la altura es en casos reducidos.
La práctica de actividades como el trineo, caminar por la nieve y demás, hace que el cansancio llegue antes. Para acabarlo de rematar los trenes de montaña son pequeños y suelen ir abarrotados de gente lo que hace que en el viaje de vuelta tengas muchas posibilidades de ir apretado y sin poder sentarte. En el Schilthorn en cambio subes en un teleférico que no llega a los tres cuartos de hora de camino y muchas veces puedes ir apoyado. Una vez arriba no hay tanta gente ni tantas actividades a realizar, lo que hace que en este aspecto el trayecto sea mucho más agradable y no vuelvas a casa con la sensación de haber corrido una maratón.
- Vistas y paisaje: Es uno de los motivos por los cuales os recomendamos a poco que podáis realizar las dos excursiones. Son totalmente diferentes y por tanto se complementan a la perfección. En el Schilthorn podrás admirar una clásica vista de los Alpes, pero no por ello menos espectacular. La visión de los tres tenores (Eiger, Mönch y Jungfrau) es grandiosa. Una de las mejores que podrás ver, pero no sólo eso, decenas de picos que bordan los 4.000 m están delante de ti mostrando su poderío. Incluso es posible ver el Montblanc o la mismísima Selva Negra en Alemania si hace buen día.
El Jungfrau es diferente, parece que estés en otro planeta. Estar en pleno verano pisando metros de nieve o tener enfrente el glaciar Aletsch, el más largo de Europa, es impresionante. Estás en uno los lugares más altos de Europa, encima de ti poco puedes ver más, aparte de las últimas aristas de Mönch o del Jungfrau y el inmenso cielo. Es un lugar único y por eso tiene tanto éxito.
- Turismo: Si algo nos sorprendió cuando visitamos el Schilthorn fue lo a gusto que se estaba y la poca gente que había. Lo hemos visitado con niebla (no se veía apenas nada) y en un magnífico día y nos costaba entender como no había apenas gente. En ese sentido es ideal y claramente mejor que el Jungfrau ya que puedes pasear tranquilamente por el mirador, hacerte fotos sin problemas y sobre todo sin la sensación que estás en medio de la turba de turistas y visitantes que hay en el Jungfrau y es que allí, en días soleados de temporada alta, ten en cuenta que vas a encontrarte mucha gente y aunque te puedes hacer fotos sin problemas, a veces puede agobiar un poco, sobre todo en la esfinge que es el espacio más estrecho.
- Trayecto: El del Schilthorn es muy bonito. El teleférico que parte desde Stechelberg se eleva vertiginosamente entre las paredes del Valle de Lauterbrunnen. Es muy espectacular. Dentro de los teleféricos (hay que cambiar varias veces) al inicio de cada ascenso escucharás la melodía de la banda sonora de James Bond, lo que lo hace muy curioso y gracioso.
El viaje hacia el Jungfrau son palabras mayores. Es una aventura de por sí. Puedes coger el tren de Interlaken a Lauterbrunnen o Grindelwald. Luego el Wenger Alp Bahn que te lleva hasta Kleine Scheidegg pasando por paisajes memorables. El propio Kleine Scheidegg es un lugar para pasear y maravillarse ante la cara norte del Eiger. Luego, y ya en el último tren que te lleva al Top of Europe, podremos bajar a ver el glaciar del Eiger o maravillarnos a través de los cristales de la pared norte del Eiger o el mar de hielo. Sin duda este viaje es de los más espectaculares que se pueden hacer y hacen que la excursión del Jungfrau sea la vencedora en este apartado.
- Conclusiones: Para nosotros no hay vencedor. Si se puede, económicamente hablando, vale la pena subir a ambos lugares ya que te proporcionan sensaciones diferentes pero ambas inolvidables. La panorámica de la famosa trilogía de montañas la podrás obtener desde el Schilthorn, y la llamada de la aventura sólo la podrás conseguir en el Jungfrau. Si queréis más detalles e indicaciones prácticas, os invitamos a que leáis nuestros artículos sobre el Jungfrau y el Schilthorn para que saquéis vuestras propias conclusiones sobre estos dos gigantes de la excursiones en Suiza.
Se puede subir con un niño de 11 meses y medio?
Hola Lidia
En el Jungfraujoch no ponen problemas. Durante tan poco tiempo (unas horas) no tiene apenas efectos sobre una persona, lo que si que influye es a la hora de hacer esfuerzos físicos que te cansas antes, pero el pequeñín irá en la mochila la mar de a gusto sin tener que moverse.
Aún así siempre es recomendable consultar con el pediatra, porque cada niño es un mundo.
saludos