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Imerovigli y Firostefani son dos pequeños pueblos que al igual que sus vecinos Fira y Oia se asoman a la caldera y tienen grandes vistas del volcán de Santorini. Iglesias ortodoxas con cúpulas azules, casas blancas que ocupan el acantilado, terrazas de ensueño, piscinas de borde infinito y por supuesto la garantía de los mejores atardeceres de Santorini. Y todo ello con mucha menos gente y algo más barato que sus famosos vecinos.
Si estáis de ruta por Santorini, no podéis dejar de visitar estas dos joyitas de casas blancas. Además en nuestra guía de Santorini podréis encontrar toda la información de la isla bien ordenada ideal para leer de una tirada o para usarla in situ. Consigue tu guía de Santorini aquí
Dónde están Imerovigli y Firostefani
Si Oia está en el norte de la media luna que es Santorini, y Fira en el centro de la costa occidental de la isla, Imerovigli y Firostefani se sitúan entre ambas estando Imerovigli más al norte y Firostefani tocando a Fira.
Como a todos lo pueblos que dan a la caldera hay que dejar el coche antes de entrar en el paseo panorámico. Una buena opción de visitar ambas localidades es yendo andando de Imerovigli a Fira. Todo el camino es un placer para la vista y un quema tarjetas de cámaras de fotos.
Imerovigli y la Skaros Rock
Imerovigli se sitúa a 300 metros por encima del nivel del mar. Es el más alto de los pueblos que se asoman a la caldera de Santorini y eso le hace tener unas vistas soberbias del cráter del volcán y del mar, no en vano es conocida como el Balcón del Egeo.
Como otras compañeras de costa sus casas blancas, muchas de ellas del estilo cuevas, se despeñan por todo el acantilado, creando la forma de un anfiteatro romano. La mayoría de hoteles y apartamentos tienen piscinas de borde infinito o jacuzzis de aguas turquesas generando un efecto espectacular.
Esta privilegiada atalaya permite contemplar la coqueta Oia al norte, la bulliciosas Fira un poco más abajo, Akrotiri y el sur de la isla y el cráter justo delante, además de la isla de Thirassia.
Pero si por algo se caracteriza Imerovigli es por tener justo delante, un imponente promontorio de roca conocida como Skaros Rock. Este antiguo asentamiento llegó a ser el más populoso de la isla como lo atestigua el hecho que llegase a ser capital de la misma e incluso hubiese uno de los cinco fuertes venecianos de Santorini. Actualmente sólo quedan las ruinas.
Pero aún hay gente que visita este lugar ya que desde aquí se pueden contemplar una de las mejores puestas de sol de Santorini y de toda Grecia. Llegar aquí es sencillo y rápido, tan solo hay que ir bajando por las calles que pasan por los apartamentos y hoteles, piscinas y terrazas hasta la iglesia de Jesucristo, una preciosa capilla blanca con una puerta azul. Un camino que pasa a la derecha de su muro os lleva directos a la roca. No tiene pérdida y no es peligroso, aunque no es terreno apto para carritos de bebés ni para que niños pequeños vayan sueltos
Si queréis llegar a lo más alto de la roca, ya os advertimos que hay que escalar un poco, pero llegar justo debajo de la "chimenea" es muy sencillo y hay mucho sitio para elegir un lugar tranquilo desde dónde ver el atardecer. Hay muy poca gente, no hay ruido y contemplar aquí la puesta de sol es algo sencillamente mágico.
Un poco más abajo de la Skaros Rock también podéis admirar la puesta de sol desde la capilla de Theoskepasti.
Siempre podéis hacer como nosotros, compraros un botella de vino y vivir este mágico momento con una copa, sin gente alrededor y disfrutando de este regalo de la naturaleza.
Una vez de vuelta a tierra firme, podéis visitar la magnífica capilla de Agios Giorgios, muy cerca del anterior. En este caso es blanca y hay unas magníficas vistas de la Skaros Rock que está justo enfrente.
Si seguís subiendo hacia el sur, hacia Firostefani, os encontraréis en un par de minutos con otra preciosidad: la iglesia ortodoxa de Agios Nikolaos. Campanario blanco, cúpula azul, una belleza enfrente del mar y al que muchos recién casado japoneses vienen a hacer su álbum fotos de la boda.
Desde Imerovigli a Fira sólo hay 3,5 Km de paseo, por eso os comentábamos de ir andando ya que es la mejor y única forma de disfrutar de las panorámicas que nos regala la caldera de Santorini.
Justo antes de llegar a Firostefani, llegaréis a la iglesia de Timios Stavros. La reconoceréis porque justo delante hay un molino y la iglesia tiene un patio con un balcón con verja y con unas vistas arrebatadoras del mar Egeo y los cruceros.
Firostefani: lujo y calma justo al lado de Fira.
Firostefani casi se podría decir que es una continuación de Fira. De hecho si estáis paseando entre ambas, seguramente no sepáis en cuál de las dos estáis.
Es muy parecida a Imerovigli y lo dicho anteriormente se puede aplicar casi de la misma manera para Firostefani en todo lo que se refiere a disposición de hoteles, terrazas, piscinas, iglesias y panorámicas del volcán.
Quizás lo que mejor defina a este pequeño enclave es la iglesia de la Virgen María, conocida como la iglesia de las 3 campanas, uno de los sitios más bellos de Santorini con sus majestuosas vistas sobre la caldera, la Skaros Rock e Imerovigli.
Aunque es un lugar precioso todo el día, el atardecer aquí es probablemente el más espectacular de toda la isla, ya que puedes hacer fotos con la iglesia blanca de cúpula azul justo delante y lo mejor de todo es que apenas hay gente.
Es increíble comprobar que en una isla dónde hay verdaderas hordas de gente, aquí sólo hubiesen máximo 20 personas con todo el espacio del mundo para hacer fotos y moverte por diferentes perspectivas, y eso en pleno mes de agosto.
Una vez vista la maravillosa puesta de sol podéis pasear por sus encantadoras callecitas llenas de terrazas con vistas impresionantes, tiendas de artesanía y boutiques de recuerdos hasta llegar al tejado de la Iglesia de San Marcos Evangelista. Sus dos campanarios y la panorámica desde aquí son excepcionales.
No queremos finalizar sin recomendaros cenar una noche aquí. El restaurante to briki está en la calle principal de Firostefani. Es un lugar encantador y acogedor con una terraza panorámica sensacional. La comida es de mucha calidad, sabrosa y tradicional de la isla y el servicio es muy amable, agradable y profesional. Los precios están muy bien, sobre todo teniendo en cuenta el lugar que es.
Es el lugar perfecto para acabar una velada inolvidable en la isla de Santorini.
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