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En nuestra segunda visita a Cerdeña, decidimos volver a Castelsardo y al precioso hotel Baga Baga. Aunque no nos gusta repetir, en 2013 habíamos pasado un aniversario de boda encantador y quisimos ir a lo seguro ¿quieres conocerlo?
El hotel Baga Baga está situado en Castelsardo, seguramente el pueblo más bonito de la costa norte de Cerdeña y destaca por su posición privilegiada en lo alto de un cerro que le otorga espectaculares vistas sobre el pueblo y el mar.
Su entorno ajardinado es de gran belleza y el mobiliario que salpica alguna de las zonas comunes, como sofás, butacas u otros elementos decorativos, realza aún más la sensación de comodidad y bienestar que se respira en el hotel.
El hotel cuenta con 10 habitaciones amplias y espaciosas y decoradas según el bello estilo sardo.
Habitaciones del hotel Baga Baga
El hotel Baga Baga dispone de 5 habitaciones en planta baja y 5 en el primer piso. El acceso a las habitaciones es privado y rodeado de plantas y flores.
La decoración es tradicional de la isla y dominan el azul y el blanco. El suelo es de terrazo e intensifica la sensación de frescor al entrar a la habitación.
Las camas son de gran tamaño y extraordinariamente cómodas y nuestra habitación contaba además con otra cama individual, ideal para los que viajan con un niño.
La televisión plana de 21"está situada encima de un precioso escritorio. Para nosotros, totalmente prescindible ya que no la llegamos ni a encender y es que en un lugar tan bonito lo que menos nos apetecía era ver la tele. La habitación también dispone del clásico frigorífico pequeño con bebidas, aire acondicionado, caja fuerte y WIFI gratuito.
Por segundo año consecutivo, nos asignaron una de las estancias que tenían terraza a pie de habitación y desde la cual podíamos divisar el mar y Castelsardo. La separación entre los jardines es la propia vegetación y consigue bastante sensación de intimidad.
El rústico espacio está equipado con una tumbona de mimbre de grandes dimensiones desde dónde poder contemplar tumbado las estrellas. Un lujo!
En esta planta baja, aunque la vegetación le da un toque rural al espacio, tapa un poco las vistas al mar, sobre todo si estás sentado o tumbado, así que si este es un aspecto imprescindible para vosotros, mejor que reservéis una de las habitaciones superiores que tienen un pequeño balcón con espacio suficiente para una mesa y dos sillas y desde dónde podréis apreciar la soberbia panorámica de Castelsardo y el mar Mediterráneo.
Por último destacar la pieza imprescindible en cualquier habitación: el baño. En este caso, amplio, limpio, espacioso y luminoso con plato de ducha y mampara. El suelo también es de terrazo tradicional sardo y en conjunto el espacio es fresco y muy agradable. Seguramente, por dimensiones y equipamiento, uno de los mejores baños en los que hemos estado.
Exteriores
Este es otro de los puntos fuertes del hotel ya que en todo momento permite ver el intenso azul del mar que contrasta con la sugerente y mediterránea vegetación que hay por todo el hotel. Como el hotel dispone de pocas habitaciones, es fácil encontrar un lugar en el que dedicar un tiempo a la lectura o al relax.
Justo al lado de las habitaciones se encuentra el edificio que hace las funciones de recepción y cafetería. Aquí se sirve el desayuno que para nosotros ha sido por segundo año el punto más flojo del establecimiento ya que aunque es correcto no tiene nada que ver con el nivel de excelencia de su restaurante.
Aún así, la posibilidad de almorzar en la terraza panorámica compensa sobradamente que el desayuno no sea más variado y completo.
Hay que señalar que aquí también se celebran bodas pero pese a la cercanía de las habitaciones no se oía apenas nada ya que el volumen de la música no era muy alto y desde el jardín la música no era en absoluto molesta. Hemos estado un par de veces en el hotel Baga Baga y este nunca ha sido un aspecto negativo. Los huéspedes del hotel tienen plaza reservada de parking, así que no os asustéis si llegáis y veis un montón de coches de invitados aparcados en la subida de acceso al hotel.
Restaurante
El hotel Baga Baga no sería lo que es sin su famoso restaurante, situado en la parte más alta del complejo y con las mejores vistas del mar y Castelsardo.
La comida que se sirve es de una calidad excepcional y las raciones son más que generosas. O sois verdaderos devora platos o lo podéis pasar "verdaderamente mal" para acabaros sus mega pizzas, sus platos de pasta o sus deliciosos platos sardos.
Auténticas delicias como la aragosta, los gnocchi a la sarda, el porcetto allo spiedo profumato al mirto (cerdo al mirto), la tagliata con rucola e grana o las seadas (que tardaréis en olvidar!) todo ello acompañado de los mejores vinos y de la cortesía de los hermanos Bruno y Mauro, directores del hotel.
Un restaurante para auténticos sibaritas, así que ya sabéis si estáis cerca de Castelsardo, como mínimo tenéis que ir al Baga Baga a cenar.
Piscina y jacuzzi
El hotel Baga Baga no dispone de piscina propia. Lo que en un principio podría parecer un handicap, para nosotros ha sido toda una ventaja y es que no hay mal que por bien no venga. No se trata de vestir la realidad, pero la verdad es que esto hace que el hotel sea más tranquilo y tenga más encanto. Siempre buscamos establecimientos que huyan de la masificación y preferimos un hotel de menores dimensiones que nos aporte ese plus de tranquilidad y trato directo, y el Baga-Baga cumple perfectamente esos requisitos.
Además el hotel cuenta con la colaboración de un partner, el Castelsardo Resort, situado a medio minuto en coche, dónde los huéspedes del Baga-Baga disponen de entrada gratuita a la zona de piscina. Sólo hay que informarlo en la recepción del Resort y no hay ningún problema en acceder a las instalaciones libremente.
Nosotros lo hicimos el último día y para acceder sólo tuvimos que pagar el importe que considerásemos oportuno como depósito, ya que al salir te descuentan si has consumido o comido en su bar-restaurante. Como no lo hicimos nos devolvieron íntegramente el dinero.
La piscina está muy bien pero sobre todo destacan las espectaculares vistas al mar y a Castelsardo. Un lugar realmente espectacular para descansar de la playa. Ideal si pasáis una estancia de más de 3 días.
Además el resort está ubicado encima de Cala Ostina, una de las dos preciosas playas que tiene Castelsardo. Un lugar que probablemente no hubiéramos descubierto si el Baga Baga hubiese tenido piscina.
Aunque en el Baga-Baga no hay piscina si que disponen de jacuzzi, también con una panorámica sobre la costa y Castelsardo verdaderamente espectacular. Si queréis utilizarlo hay que informarlo en recepción para que esté dispuesto y limpio. Dos veces hemos estado y nunca hemos tenido tiempo de disfrutarlo, pero os aseguramos que los atardeceres aquí son inolvidables.
Nuestra valoración
El Baga Baga es un hotel encantador. Bonito, tranquilo, con una situación envidiable y no es excesivamente caro si vais fuera de temporada alta. Su restaurante es toda una referencia en el norte de Cerdeña y posibles inconvenientes como el no tener piscina dejan de ser un handicap y se convierten en un punto positivo al ofrecer ese servicio en colaboración con otro establecimiento. Como todo en esta vida puede mejorarse, nuestra recomendación sería que ofrecieran un desayuno más completo y variado ya que ese pequeño aspecto haría conseguir la excelencia al establecimiento.
Cualquier duda o consulta sobre el hotel estaremos encantados de ayudaros, pero si os alojáis aquí estamos seguros que volveréis encantados, como hemos hecho nosotros.
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