Tabla de contenidos
La Abadía de Senanque (Abbaye Notre-Dame de Sénanque) es una bella y austera abadía que acoge a una comunidad de monjes cistercienses muy cerca de la también preciosa Gordes, en el departamento de Vaucluse, en la Provenza francesa. Es uno de los puntos culminantes de cualquier ruta por la Provenza.
Senanque es un lugar precioso, imbuido de la esencia de la Provenza y sus campos y medio apartado de la civilización y sólo accesible por estrechas y encantadoras carreteras, único signo visible de la mano del hombre en este entorno divino.
Fundada en el año 1148 y habiendo pasado por diferentes etapas de prosperidad y abandono, destaca por su caracterísitica planta en forma de cruz de Tau y sobretodo por los campos de lavanda que hay delante. El contraste entre la sobriedad de forma y color del monasterio y el violeta intenso de los campos de lavanda que cultivan los monjes es sobrecogedor.
Conviene acercarse en horas tempranas o tardías, cuando la abadía recibe menos visitas y es posible captar la magia del lugar más fácilmente.
La mejor época para ir es a partir de finales de junio hasta aproximadamente la segunda semana de julio. Luego, es la época en que la lavanda se recoge y desaparece el fantástico color de sus campos y la exhuberante fragancia de la planta.
Senanque también es una delicia para los amantes de la fotografía, ya que aparte del maravillo contraste de colores que podemos captar, el propio conjunto monástico es muy fotogénico, disponiendo de diversas perspectivas para hacer espectaculares fotografías.
Por si fuera poco, los alrededores de Senanque no se quedan cortos en cuánto a belleza y animación, los pueblos colgados de Gordes o Rousillon, el Colorado Provenzal o los bucólicos campos de lavanda y viñas que encontramos en los márgenes de pequeñas carreteras.
No dejes de visitar esta maravillosa región de Francia y déjate seducir por la fragancia de la lavanda...
He visitado hace 3 días la abadía de Senanque, es muy bonita y el paisaje es precioso. Hemos recorrido los pueblos de alrededor, y nos ha encantado, pero quiero remarcar que de viñedos hemos visto cantidad, pero de lavandas algún campo aquí y allá, pero extensiones, tal y como se ven en muchas fotografías de la Provence, nada de nada. Quizás ya no plantan tantas lavandas hoy en día como antiguamente, puede ser, porque nos esperábamos ver mucha y no ha sido así.
Hola María
Gracias por tu comentario. No es fácil acertar el fin de semana para visitar, pero por experiencia sé que esa zona es muy buena las dos primeras semanas de julio. Yo fui un año a finales de junio y ya se intuía, y encontramos algún campo muy florido, pero me quedó la sensación que lo mejor estaba por llegar.
En estos casos es muy recomendable, escribir a la oficina de turismo de estos pueblos, para que te informen muy al detalle.
Mil gracias por tu información
Ciao!
Sergio