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La genialidad creativa del modernismo catalán llegó incluso a tomar cuerpo en edificios de utilidad pública como un hospital. Es el caso del Hospital de Sant Pau, creado durante los inicios del s.XX por el gran arquitecto catalán Lluís Domènech i Montaner uno de los máximos exponentes del modernismo junto a Gaudí y Cadafalch.
Hoy en día es el conjunto modernista más grande de Europa y destaca por ser una ciudad dentro de la ciudad de Barcelona. Las expresiones artísticas más originales y los materiales más bellos se unieron a los avances médicos de la época para formar una fusión nunca vista hasta la fecha.
Bienvenidos al Hospital de Sant Pau.
Descubriendo el Hospital de Sant Pau
Aprovechando unas jornadas de puertas abiertas con entrada gratuita mi madre, una entendida de la materia, y yo nos dispusimos a visitar una joya arquitectónica que para ser justos apenas conocía hasta ese momento. Nosotros tenemos la suerte de ser de Barcelona pero para los que venís de fuera puede estar bien alojarse en el Hotel de HCC en Barcelona centro (Vía Laietana). Está ubicado frente al Palau de la Música Catalana, otro de los must see del modernismo en Barcelona, muy cerca del Museo Picasso y de las playas de Barcelona.
Nada más llegar comprobamos la larga cola que ya había formada a primera hora de la mañana para entrar, prueba del enorme interés y expectativas que suscita este conjunto entre los barceloneses y los turistas; ¡así que os recomendamos que madruguéis!
Mientras esperábamos nuestro turno pudimos admirar los bellos e innumerables detalles propios del modernismo que te pueden tener ensimismado durante mucho tiempo: murales, ventanas, esculturas, estatuas y vidrieras hicieron que nuestra espera en la fila fuera una de las mejores que he tenido que soportar en mi vida.
Tras avanzar y situarnos frente a la fachada principal, te das cuenta que estás ante una obra sin parangón en el mundo, realizada con una sensibilidad y belleza propia de poetas de la arquitectura. El edificio central, alto y estilizado con reflejos dorados y vidrieras captó largamente nuestra atención y la de nuestras cámaras.
Fuera dos palmeras flanquean el impresionante edificio y una estatua de Pau Gil, mecenas del hospital, preside la entrada al recinto.
En el interior de Sant Pau
Tras superar el éxtasis de tanta belleza, comprobamos que el estilo modernista también impregnaba el interior de las estancias. Ejemplo de ello, son las escalinatas de la entrada o la galería que hay a su derecha y que actualmente conducen a salas de exposición.
Esta galería, con ventanas cuyas coloridas vidrieras nos maravillaron, sobre todo nos impresionó por la sensación de profundidad que transmitía y por sus techos, que con bellos mosaicos creaban un ambiente ciertamente onírico y difícil de describir.
En esta parte de la visita puedes entrar en diferentes estancias que explican la historia y construcción del recinto a través de diversos paneles. Te facilitarán la comprensión del conjunto arquitectónico.
Para salir a los jardines, curiosamente tuvimos que bajar escaleras para cruzar unos túneles. Estos fueron otra de las grandes novedades y curiosidades del hospital.
Este tejido subterráneo de túneles servía para comunicar entre si los diferentes pabellones. Estaba muy bien pensado y facilitaba enormemente la movilidad de personal, pacientes y suministros. Además también servía para la conducción del agua, el gas, la electricidad y el vapor.
Así pues, no sólo era un hospital bello y artístico sino que también era tremendamente eficiente.
Los jardines de Sant Pau
Al salir de la red de túneles pudimos entender por qué se le llamaba una ciudad dentro de una ciudad: los pabellones simétricamente alineados son de una belleza increíble, propia del modernismo. Multitud de formas y cúpulas te hacían pensar en cualquier cosa menos en un hospital. Los naranjos daban un colorido especial al patio y un precioso y azul día de primavera hacía el resto.
Un lugar precioso, ideado para que tuviese una función terapéutica en el paciente y en los familiares que los visitaban. Un cometido muy importante en la medicina moderna y considerado de vital importancia para que el paciente se recuperase y sanase.
Viendo y admirando la belleza del lugar, está claro que los enfermos de la época lo tuvieron mucho mejor que otras personas internadas en otros hospitales.
Muchos de los pabellones se pueden visitar. Actualmente están vacíos, salvo algunos que son utilizados por entidades y empresas dedicadas a la investigación que trabajan en un entorno sumamente bello y motivador. Otras instituciones como la Casa de Asia, que propone lazos de amistad y de conocimiento entre China y España, tienen sus sedes centrales aquí.
Tras pasear por el patio central, admirando los pabellones y edificios, hice una donación de sangre en el último anexo. Aunque quizás no tenga mucho que ver con lo que pretendíais leer, es de vital importancia mantener las reservas en los bancos de sangre. Vuestra ayuda puede salvar muchas vidas y además contribuiréis al espíritu sanador y paliativo del Recinto Modernista de Sant Pau.
Datos prácticos Recinto Modernista de Sant Pau
ACCESO
PRECIOS
HORARIOS
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Sobretodo, lo más espectacular es de noche, salir por la puerta principal y ver la Sagrada Familia iluminada
la próxima vamos juntos :)
Hola Sergio, está claro que tengo que ir a verlo cuando vuelva a Barcelona, lo vi cuando se estaba «cayendo» por dentro y en la parte nueva he estado un par de veces y no por turismo, así que habrá que ver como ha quedado con la restauración y mas viendo tus fotos.
Un abrazo
Gracias Abilio
Lo triste es que yo siendo de aquí no le tenía muy presente. El otro día cuando fui con mi madre aluciné. Suele pasar…
Un abrazo