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Oia es uno de los lugares más famosos del mundo aunque casi nadie la conoce por este nombre, si no por Santorini. Pero el pueblo de casitas blancas e iglesias de cúpulas azules objeto de deseo de cualquier instagramer que se precie es Oia, pronunciado Ia, si queréis que os entiendan, aunque de los miles de personas que visitan cada día este monumental pueblo, apenas hay unos cientos nativos del lugar.
Es muy famosa y hay mucha gente, sí, pero es tan condenadamente bella y tan especial que no hay excusas para no visitarla. Seguramente todos sabéis que Oia es un conjunto de casas de color blanco y ocre, muchas de ellas excavadas en la roca y que se despeñan por el acantilado entre iglesias ortodoxas griegas con sus peculiares cúpulas azules y con unas vistas la caldera de Santorini y al mar Egeo inolvidables.
Puedes tener toda esta información y más en nuestra Guía de Santorini. Puedes conseguirla aquí
Dónde está Oia
Oia se sitúa en la parte más septentrional de la isla de Santorini, situada a su vez en el sur del grupo de islas Cícladas. Podéis llegar en avión directo desde España o bien desde Atenas. Su aeropuerto está en Fira, en el centro de la isla. La misma se recorre de norte a sur en tres cuartos de hora, así que cualquier sitio es bueno para alojarse
Oia también tiene un pequeño puerto tradicional que actualmente sirve para realizar las excursiones en velero a la caldera y para otras visitas por la isla. Es un sitio muy bonito y con varias tabernas y restaurantes tradicionales ideales para comer pescado fresco. Para llegar hasta aquí hay que bajar andando unos 25o metros de desnivel (y luego subirlos).
Hay gente que prefiere usar el servicio de taxi con burro, pero se nos hace muy difícil recomendar este tipo de transporte, sobre todo cuando ves a esos pobres animales con la mirada extraviada y exhaustos de cargar con turistas de todo tipo.
De todas maneras aunque no hay mucho espacio, se puede llegar en coche.
Excursiones por Santorini
Es casi imposible irse de Oia y de Santorini sin hacer alguna excursión organizada.
Un clásico es un paseo por la isla en barco al atardecer con barbacoa. Podréis bordear el volcán de Santorini y pasar con el velero por las islas de Thirassia, Nea Kameni y Palea Kameni. También bordearéis el espectacular faro de Akrotiri en el sur de la isla. A medio camino os podréis bañar en el mar para acabar una jornada inolvidable con la barbacoa griega y la puesta de sol frente a la mítica Oia.
Otra de las excursiones clásicas es la de coger un barco para subir al cráter del volcán de Nea Kameni y recorrer el sendero de 20 minutos. Luego el recorrido continúa por la isla de Palea Kameni, dónde os podréis bañar en sus sulfurosas aguas. También podréis visitar la salvaje isla de Thirassia y tendréis tiempo para comer en alguna de sus tabernas tradicionales. La excursión acaba en Oia por la tarde y llega en el momento ideal para disfrutar por tu cuenta de sus famosos atardeceres.
Otra interesante excursión es que la que visita el yacimiento arqueológico de Oia y lo combina con la visita a la fantástica playa de Perissa y el atardecer en Oia.
Hoteles en Oia (Santorini)
Una de las cosas con las que alucinaréis más en Oia y en toda Santorini es con el lujo de sus hoteles y villas. En Oia, muchos de ellos están excavados en la roca, a la manera tradicional y suelen tener piscinas de borde infinito o pequeños jacuzzis, pero todos ellos con vistas a la caldera y al mar. Son sencillamente espectaculares y lo comprobaréis cuando vayáis callejeando entre ellos y haciendo fotos sin parar. Las puestas de sol desde estos lugares privilegiados son eternas.
Obviamente los precios por noche son muy caros, de varios cientos de euros, pero es de esas cosas que te vas pensando, tengo que volver alguna vez y dormir un par de noches aquí. Es de esas cosas que tienes que hacer alguna vez en la vida o al menos soñar que lo vas a hacer.
En este famoso buscador podéis encontrar todos los hoteles, villas y cuevas tradicionales dónde dejar volar la imaginación y quién sabe si regalar la sorpresa de tu vida a tu pareja (¡yo lo estoy planeando, pero no me chaféis la guitarra!)
Puesta de sol desde el castillo de Oia (Santorini)
En Oia, el castillo hace referencia a las ruinas de un antiguo fuerte que había en la época de la ocupación veneciana. Es un espacio reducido y en el cuál se concentra mucha gente para admirar uno de los atardeceres más famosos de Europa. Es el mejor sitio para contemplar la puesta de sol ya que el astro rey se pone por detrás de Oia, así que es en este saliente desde dónde podréis ver el sol ocultarse tras el horizonte.
Como consejo principal, venid un par de horas antes si queréis coger sitio para ver este mágico momento sin cabezas delante. Una hora antes cientos de personas van buscando sitio por el castillo y los alrededores en lo que parece un hormiguero de gente.
De todas maneras vale la pena el esfuerzo y poder ver la inconfundible vista de Oia, con el molino y el sol ocultándose es glorioso.
Podéis consultar este atardecer y otros de Santorini aquí.
Justo cuando desaparece el sol, la gente, seguramente por las horas de espera sufridas se va corriendo. Aguantad más rato, ya que aunque no esté el sol, el cielo se inunda de tonalidades violetas y rosas creando un entorno mágico hasta llegar a la mítica hora azul que junto a la iluminación de los hoteles y las piscinas y jacuzzis crea un espectáculo difícil de olvidar.
Madrugar para estar sin gente
La primera vez que ves Oia, en nuestro caso por la tarde, con miles de personas, y piensas "¡qué bonita es, por favor!" te induce a pensar que verla sin enjambres de turistas, tiene que ser algo mágico e irreal. Y cómo siempre sólo hay una forma de conseguirlo, al menos si vas en pleno verano, y no es otra que madrugando.
"Pero, es agosto, estoy de vacaciones y ¿me dices que me levante a las cinco y media de la mañana?" la respuesta es sí, ni lo dudes y te aseguro que cuando vuelvas me escribiréis para darme las gracias.
Ahora en serio, nosotros íbamos con dos niños de 12 y 8 años. Están más o menos acostumbrados a nuestras locuras, pero si nosotros pudimos seguro que vosotros también.
A las seis y media apenas veréis un alma en Oia, empiezan a abrir alguna cafetería, alguna terraza se prepara para la maratoniana jornada que les espera, pero os aseguramos que fuimos por su avenida principal sin nadie a nuestro alrededor.
Pasamos por la preciosa iglesia de Panagia y pudimos hacer fotos sin problemas y antes de meternos de lleno en las callecitas que van bajando hacia el mar y van revelando los rincones más bellos del pueblo, nos metimos en una terraza a tomar un par de cafés con leche.
La broma salió cara, unos 10€, pero pocas veces los pagaréis tan a gusto si podéis hacer fotos como estas.
Luego empezó el safari de fotos por el pueblo más famoso de Santorini, la iglesia conocida como las blue domes o cúpulas azules lucía arrebatadoramente bella y sin multitudes subiéndose a sus tejados ni interfiriendo en nuestras fotos.
Los campanarios e iglesias se suceden yendo en dirección al castillo. Cúpulas azules, cruces en campanarios blancos con el mar Egeo de fondos. Rincones sencillamente deliciosos que convierten en el corto trayecto hasta la zona del castillo en interminable, debido a las veces que hay que parar para hacer fotos.
Pero insistimos poder hacerlo sin tener que esperar tu turno para hacer la foto desde un mirador o que no salga gente no tiene precio.
Mientras, el sol de agosto ya ilumina toda Oia y el mar y las fotos son espectaculares.
De esta guisa y con el ánimo a tope se llega al castillo vacío de gente salvo alguno que ha tenido la misma idea y con el cual compartes la alegría de estar en un sitio como este sin la invasión turística que tiene un par de horas después.
A medida que se va acercando las nueve de la mañana, ya empiezan a aparecer personas que quieren aprovechar las primeras horas del día para visitar Oia sin gente. Aún es posible, así que os recomendamos que os deis una vuelta por la zona del molino con bonitas vistas del mar y del castillo.
Seguid callejeando entre bungavillas, iglesias, campanarios y hoteles de ensueño, cuyas piscinas y jacuzzis con vistas al mar aún están vacíos
A medida que vayáis saliendo hacia la avenida principal, empezaréis a ver a los primeros cruceristas que desembarcan en el rincón más famoso de Santorini y que a partir de las diez de la mañana inundarán el pequeño pueblo haciendo que el mismo pierda algo del encanto que tiene. Es ese momento que vosotros podéis aprovechar para visitar la iglesia de Agios Giorgios y mirar por última vez hacia la inolvidable panorámica de la caldera de Santorini.
Esto es Oia, un pueblo impresionante, con unos cielos y un mar azul, griego a más no poder, con sus blancas casas dispuestas en forma de anfiteatro y con los lugares más lujosos y maravillosos para pernoctar que os podáis imaginar. Eso y miles de personas vestidas con sus mejores galas (parece una macro boda) haciéndose fotos para un book como si de modelos se tratase, pero hasta tiene su gracia.
Me encanto la entrada! En 2015 tuvimos oportunidad de estar por alla y de verdad que es encantadora y especial. Muchos saludos!
Muchas gracias Diana
¿Verdad que te gustaría volver? yo lo estoy deseando.
¿dónde os alojastéis?
Ciao!