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El Landhaus St. George es un hotel de tres estrellas situado en Bad Wiessee, una encantadora población a orillas del lago Tegern (Tegernsee), en pleno corazón de Baviera. Si algo distingue a este hotel es su categoría de alojamiento Bio, gracias a sus espectaculares desayunos realizados con productos locales y orgánicos. La otra etiqueta que diferencia a este hotel del lago Tegern, es la de Diseño, y es que sus habitaciones y salas están amuebladas y decoradas según los patrones de Designers Guild, una reputada firma inglesa.
No sé por qué, pero los hoteles alemanes nos encantan y más cuando viajamos en invierno, será que fuera hace mucho frío, hay nieve y cuando acabas la visita de turno, estás deseando llegar a una habitación calentita y acogedora. Pues esto es lo que os pasará en el hotel Landhaus St. George. Y es que tras visitar el entrañable mercado de Navidad de Bad Wiessee a bajo cero, nos moríamos por llegar a la fantástica habitación.
A continuación os describimos este pequeño hotel. 100% recomendable os lo aseguramos.
Cómo llegar al hotel Landhaus St. George
El hotel está en Bad Wiessee, uno de los rincones más bellos de la extensa región de Baviera, en el sur de Alemania. Esta pequeña población se asienta a los pies del lago Tegern. El paisaje es precioso, de esos de cuento. En verano es posible practicar varios deportes de lago y pasear por su bello paseo marítimo.
Nuestra visita ha sido en diciembre y aunque ha hecho mucho frío, hemos podido disfrutar de un entorno nevado y bucólico.
Bad Wiessee está al sur de Munich y muy cerca de la frontera austriaca, a medio camino entre el lago Chiemsee y Garmisch-Partenkirchen.
El hotel se encuentra ubicado en la Jägerstrasse (calle del cazador) y queda al otro lado de la carretera que separa el lago de numerosos chalets. La calle está llena de chalets de madera, muy tradicionales por estos lares. La nieve acumulada promete un hotel acogedor y hogareño.
La habitación
Nuestra habitación fue de esas que te exclamas cuando entras y la ves. Al ir con niños, nos dieron una habitación enorme, equipada con dos camas muy grandes. La nuestra era tamaño King Size y el sofá-cama convertible de los niños también era enorme, dada su poca masa corporal. Almohadas de lujo, nórdicos blancos y muy confortables invitaban a dormir como un bebé. Y ¡así lo hicimos!. Cuando vamos de hotel, una de nuestras preocupaciones -por problemas cervicales- es dormir bien. Y en este alojamiento no tuvimos ningún problema para conseguirlo. Imaginamos que el resto de habitaciones serán iguales, o aún mejores que esta.
La habitación daba a un jardín con sillas que obviamente no usamos al estar todo nevado, pero cuando anochecía, podíamos ver la hora azul desde la misma habitación.
Todo estaba decorado con mucho gusto, predominando los muebles blancos y un precioso suelo de parket.
Además, tenía una pequeña zona de cocina con microondas y pica para poder preparar alguna comida o cena rápida, ideal para ahorrar unos cuantos euros en restaurantes.
El lavabo era grande y espacioso y destacaba por tener amenities de L'Occitane en Provence, cosa que a Isa le encantó, obviamente.
Resumiendo, se trata de una habitación que sin ser lujosa, es cómoda, acogedora y excelentemente amueblada y diseñada. Perfecta para pasar unos días en familia.
Almuerzo fresco y orgánico
Es uno de los grandes puntos fuertes del hotel y que lo convierte en un imprescindible si visitáis la zona: poder empezar el día con un desayuno así. Si buscáis cantidad antes que calidad, a lo mejor no os impresiona. No os esperéis un buffet con bollería industrial y embutidos para elegir. En este hotel, el desayuno es personalizado y a gusto de cada comensal. Obviamente, sin olvidar la calidad en cada uno de sus productos.
Puedes hacer peticiones al personal, que te insta a que solicites lo que más te apetece dentro de su carta de desayuno. Zumos naturales, decenas de tés, yogures y cereales orgánicos, mermeladas caseras y otras delicias que tienen como elemento común que son productos naturales y de proximidad. Si os gustan las tortillas, podéis hacérosla a vuestro gusto.
Conclusiones
Como os decíamos al principio, sin lugar a dudas, recomendamos este hotel y esperamos poder repetir algún día. Es acogedor, extremadamente limpio y con un toque personal que lo hace diferente. Este trato personalizado que se traduce en habitaciones confortables y en desayunos a la carta son el principal valor del hotel. Los precios son más que correctos, costando una habitación doble estándard 99€ la noche, con wifi y desayuno incluido y por supuesto con las camas king size y las amenities de L'Occitane.
Ya lo sabéis, si queréis descubrir una de las zonas más desconocidas de Baviera, alejada de las grandes rutas turísticas, pero llena de encanto y belleza natural, Bad Wiessee es vuestro pueblo y el hotel Landhaus St. Georg, vuestro campamento base. Una vez lo visitéis, no olvidéis dejarnos algún comentario en la web, contándoos vuestra experiencia. Estamos seguros que saldréis tan encantados como nosotros.
Hermoso hotel y hermosa nota!
Lo vamos a tener en cuenta en el momento de reservar por esa región. Muchas gracias
Hola Magdalena
Muchas gracias! os gustará mucho