Heimwehfluh: un parque con sabor agridulce

Heimwehfluh, un parque de aventuras más que de atracciones que se encuentra en la misma Interlaken muy cerca de la estación de Interlaken West.  A pesar de su atractivo aire nostálgico que evoca épocas pretéritas está bastante descuidado y eso le hace perder demasiados puntos. En las siguientes líneas os detallaremos los pros y los contras de este parque.

Funicular hacia Heimwehfluh

Cuando uno llega a la taquilla de la estación inferior del funicular ya percibe una cierta sensación de abandono, de poca gente, y de estar ante un lugar dónde sus mejores días ya han pasado.

Sin duda el funicular nostálgico con cierto aire circense es digno de ver. Construido entre 1.903 y 1.906 evoca con facilidad tiempos pasados. Pero el coste del billete es muy alto teniendo en cuenta que el trayecto dura apenas 3 minutos. Casi es mejor verlo desde la estación superior y subir en coche como descubrimos que se podía hacer, aunque demasiado tarde.

Subiendo con el funicular del Heimwehfluh

Atracciones destacadas de Heimwehfluh

Las dos únicas atracciones del parque son el tobogán (Rodelbahn) y el show de trenes a escala, ambas las puedes incluir en la entrada adquiriendo un ticket combo o bien pagarlas individualmente.

• Tobogán: Es lo que los niños esperan con más ilusión y aunque no estuvo mal, muy corto, pero intenso, nos provocó ciertas dudas. Ese día había llovido, y en principio no nos podíamos tirar, pero al final se fue secando y nos dejaron lanzarnos colina abajo. La duda vino porque en la instalación se veía un cierto abandono y te planteabas problemas de seguridad. Para ser justos, hay que decir que todo fue perfecto, pero esta sensación de peligro no la tuvimos en otros toboganes de montaña pero aquí sí.

Rodelbahn del Heimwehfluh. Fuente: Thun Das Magazin

• Show de trenes en miniatura: De entrada fue de las cosas que más nos gustaron. Es la típica atracción sacada del pasado y podríamos hacer una similitud con el museo de los autómatas del parque del Tibidabo de Barcelona. El show te transporta a otros tiempos y en una época dominada por la tecnología, se agradece esa simplicidad y esa inocencia tecnológica. Además a nuestros hijos les encantó, sobre todo a Jan, que con 3 años, se quedó maravillado a ver a tantos trenes pasar por estaciones, puentes y túneles. Como decíamos antes, puedes comprar la entrada suelta o combinarla con el funicular.

Show de trenes en miniatura en Heimwehfluh

A Jan le gustaron mucho los trenes... y a mí

Además de estas atracciones hay otros puntos de interés para los más pequeños como un tobogán bastante grande, aunque actualmente nada del otro mundo, una rueda giratoria gigante y otros columpios que a los pequeños siempre les gustan.

Rueda gigante en Heimwehfluh

Una de las decepciones fue la atracción de las miniscooters. Una especie de autos de choque para niños pequeños y que sale publicitada en la web del parque. Cuando llegamos sólo había 2 vehículos que funcionaban con una moneda de un franco suizo. El precio era lo de menos ya que lo triste era ver ese minicircuito con tan sólo dos motos.

Los tristes mini scooters de Heimwehfluh

Para acabar con un buen sabor de boca, os diremos que su terraza tiene unas vistas espectaculares de Interlaken, seguramente las mejores de la zona, ya que no está tan alto como Harderkulm y eso te permite tener una perspectiva muy cercana de la ciudad.

Interlaken desde Heimwehfluh

En la terraza hay restaurante pero no os podemos decir si vale la pena o no ya que era un día un poco desapacible y no apetecía comer nada en un espacio que con buen tiempo deber ser muy agradable para tomar algo y descansar.

Interlaken desde la terraza de Heimwehfluh

Hasta aquí nuestra descripción de Heimwehfluh un parque que sólo recomendamos si se están muchos días en Interlaken y para apasionados de los trenes en miniatura.

Precios y horarios 2015

Jugando en Heimwehfluh