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El Cap de Creus es uno de los escenarios naturales más fantásticos de España y no sólo por la belleza de su paisaje agreste y mediterráneo sino también por la forma redondeada de sus rocas, que ha conformado un paisaje onírico y surrealista, fuente de inspiración del inigualable pintor catalán Salvador Dalí.
Hoy en día forma parte del Parque Natural del Cabo de Creus, uno de los más salvajes y vírgenes de Catalunya y punto de partida de la excursión de la que os hablaremos hoy.
Preparaos para realizar una de las rutas más fáciles y famosas de este parque natural, ideal para familias con niños y dónde en apenas una o dos horas podréis disfrutar de un lugar con un incalculable valor paisajístico.
Cómo llegar al Cabo de Creus
El Cap de Creus es el cabo más oriental de la Península Ibérica, algo que todos aprendimos en nuestros años de EGB. Su aislada situación y la elevada protección a la que está sujeto le convierte en un lugar difícil para moverse en coche, debido a la escasez de aparcamientos y a su carretera en la que apenas hay puntos para hacer un cambio de sentido. Incluso llegar a Cadaqués es una odisea en temporada alta. Ante todo, y os lo decimos por experiencia propia, venid pronto por la mañana, antes de las 10:30 porque si no es posible que no podáis aparcar y os tengáis que dar la vuelta. Lo mismo sucede para llegar a Cadaquès, un lugar maravilloso pero con muy aparcamiento disponible y una carretera de un único carril que baja hasta el pueblo y que se convierte en una auténtica ratonera los meses de verano y Semana Santa.¡Estáis avisados!
En cuánto a la ruta desde Barcelona hay que coger la autopista AP-7 t salir en la salida 4 haci a Figueres y Roses. Luego hay que continuar por N-II en dirección a Roses y Port de la Selva. En este último pueblo y justo antes de entrar al mismo hay que girar hacia la derecha en dirección Cadaqués para subir por la montaña y una vez arriba bajar por la última carretera en dirección a Cadaqués.
Esto os llevará dos horas aproximadamente. Tras entrar en Cadaquès hay que dar la vuelta a la rotonda que hay frente al parking y salir en dirección al Cap de Creus. La carretera deja atrás el pequeño pueblo y el paisaje se va volviendo cada vez más agreste, hasta llegar al aparcamiento del Pla de Tudela, lugar de inicio de nuestra excursión y tras dos y cuarto de trayecto desde Barcelona.
Es por ello que os recomendamos alojaros al menos un fin de semana en Cadaqués y olvidaros del coche. Creednos hemos ido tres o cuatro veces a Cadaquès y nos hemos acabado dando la vuelta desesperados. Podéis reservar vuestro hotel en Cadaqués aquí.
Parc Natural del Cap de Creus
El Parque Natural del Cap de Creus se creó en 1998 y es de carácter marítimo-terrestre. En su área de influencia están pueblos encantadores como Llançà, Port de la Selva, Selva de Mar y Roses. Comparte espacio con monumentos de la talla del Monestir de Sant Pere de Rodes.
Está situado al norte de la península del Cabo de Creus y tiene rincones geológicos verdaderamente espectaculares.
El viento y la Tramuntana son elementos diferenciadores del parque natural ya que el Cap de Creus es una formidable barrera natural de este temible viento y las tormentas que conlleva.
Su elemento más singular es la configuración geológica del espacio natural, dónde el viento y la sal del mar embravecido lleva años moldeando las rocas y dándoles ese aspecto tan peculiar, con formas antropomórficas que inspiraron a Salvador Dalí para realizar algunas de sus obras maestras.
La historia del parque natural tiene unos antecedentes realmente sorprendentes y que forman parte de la historia del mismo, aunque en ese momento no existiese como tal.
En 1962, en el sector de Tudela se construyó una ciudad de vacaciones del Club Mediterranée (Clubmed). 400 bungalows en primera línea de mar de este espectacular paraje y con servicios como restaurante y piscina, habitaron este lugar virgen y salvaje de la geografía española.
Bien es cierto que Clubmed proponía un estilo turístico respetuoso e integrado en el escenario natural y dónde Dalí tuvo su especial influencia al promover el respeto a este espacio natural e incluso dibujando algún boceto y croquis que dio al arquitecto del complejo turístico.
Salvador Dalí lo resumió con estas palabras "Aquesta part compresa entre el Camell i l'Àguila que tu coneixes i estimes tant com jo mateix és i ha de continuar per sempre essent geologia pura, sense res que pugui mixtificar-hp, en faig questió de principi. És un paratge mitològic que és fet per a déus més que per a homes i cal que continuï tal com està"
Los bungalows del Clubmed estuvieron en funcionamiento durante más de 40 años, pero la creación del parque natural en 1998 fue el espaldarazo definitivo para que se comprase el complejo y para que posteriormente entre el 2007 y el 2010 se desmantelase enteramente.
Podéis ver aquí cómo era el complejo turístico antes de que se deconstruyese y cuando los efectos del viento, la sal y el no mantenimiento crearon un lugar totalmente fantasmagórico y aterrador.
Actualmente sólo quedan dos enormes cubos de hierro que recuerdan la huella del complejo turístico. El resto es virgen e inhóspito como cuando lo conoció Dalí, con una flora y fauna de gran valor ecológico con más de 300 especies marina y un rico fondo submarino.
Cap de Creus: una ruta ideal para conocer los paisajes de Dalí
La ruta propuesta es la número 17 y es la que va desde el sector de Tudela (parquing) hasta cala Culip. Calculad una hora y media ida y vuelta, paseando tranquilamente y por un camino que no presenta ningún tipo de complicación.
Tras dejar el coche lo primero que veréis será la impresionante roca del camell que tiene una semejanza más que destacable con un camello. Si dejáis el camino principal podréis llegar al Mirador del pla de Tudela, dónde los dos grandes cubos de hierro nos recuerdan que aquí estaba el grueso del complejo vacacional de Club Med.
Más adelante nos encontraremos el Mirador de la Gran Sala, en lo alto del Pla de Tudela y con una interesante exposición de la flora y fauna del lugar así como de la accidentada historia del Club Mediterranée.
En sentido contrario podemos subir por las accidentadas rocas para ver la Illa de Portaló, un salvaje islote con la sierra de la Albera al fondo, punto dónde los Pirineos mueren en el Mediterráneo.
Siguiendo por el camino principal veremos la roca de l'àliga (águila), uno de los clásicos de la excursión por el Cap de Creus. Para ver el efecto del águila con las alas desplegadas tendremos que dejarla atrás y volver nuestra vista atrás.
El camino sigue avanzando y justo antes de llegar a Cala Culleró, podremos admirar la Roca Cavallera, la famosa formación rocosa que dio origen a uno de los cuadros surrealistas más famosos de la historia, El Gran Masturbador, 1929 de Salvador Dalí.
La misma cala Culleró es un rincón geológico de gran belleza y en el cual está prohibido bañarse.
El fin de la excursión nos trae la visión de una roca con un asombroso parecido a un conejo y el embarcadero de Cala Gentilis, una preciosa cala con vistas al faro del Cap de Creus.
El camino sigue hasta el faro pasando por Cala Culip dónde os podéis bañar, pero ya no está acondicionado para todo el mundo.
Es hora de volver y ver el grandioso paisaje del Cap de Creus desde la perspectiva contraria.
El far del Cap de Creus
El segundo faro más antiguo de Catalunya no está en funcionamiento. Actualmente, el faro del Cabo de Creus acoge una oficina de información turística del Parc Natural del Cap de Creus.
Alrededor del faro podréis disfrutar de unas vistas impresionantes del cabo y del Mar Mediterráneo. Los más sibaritas disfrutarán de un pescado fresco en el restaurant del Far del Cap de Creus con unas vistas inolvidables.
Los amantes de las playas no os podéis perder Cala Fredosa o Cala Jugadora, unas bellísimas calas situadas en la zona del Faro. Si queréis disfrutadlas, recordad, llegad pronto.
Poco os puedo recomendar yo, más que visitéis la magnífica web del playólogo, dónde podréis admirar unas excelentes fotos de las mejores calas del Cap de Creus.
Consejos para visitar el Parque Natural del Cabo de Creus
El primero y quizás el más importante, llegad pronto, primero porque tenéis que salvar la ratonera de Cadaqués y luego porque en el parque natural el aparcamiento es escaso y limitado, así que en temporada alta se llena rápido. El parking lo abren a las 10h y cuesta 5€
El siguiente parking ya es el del faro, más pequeño y que también se llena rápido. Lo ideal es hacerlo en dos mañanas diferentes ya que cuando salgas de uno de los parkings, el otro probablemente esté lleno y entre ambos hay una distancia en kilómetros considerable.
Aunque el camino es muy fácil y rápido, recomendamos llevar ir provistos de agua para manteneros hidratados y también gorra y crema solar para evitar insolaciones. Es un lugar virgen y sin apenas elementos humanos, así que no esperéis encontrar una máquina de vending para comprar agua.
Sobre todo recordad que estáis en un parque natural, en un lugar místico y salvaje, así que evitad conductas incívicas, especialmente con el coche. En la zona del faro podréis apreciar conductas maleducadas y agresivas para encontrar parking. Respetemos la magia de este lugar y permítamos que el Cap de Creus continúe siendo este magnífico enclave natural único en nuestro país.
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