Tabla de contenidos
El hotel Seepark Thun es un establecimiento cuatro estrellas superior ubicado en una de las puertas de entrada a la región del Oberland bernés, uno de los enclaves alpinos más famosos del mundo, con la Jungfrau como principal reclamo turístico y natural.
Lo primero que nos vino a la cabeza al disfrutar de este hotel fue que la entrada al mismo no hace presagiar el lugar maravilloso donde está ubicado. No es que sea feo, al contrario, su entrada es muy correcta y está ante una zona ajardinada, pero lo bueno está detrás ya que el edificio está situado a escasos metros del lago de Thun y en el corazón del parque Schadau. Y esto ha sido lo que nos ha decidido a titular este post así.
Por tanto, podríamos decir que su ubicación idílica es una de las tres grandes virtudes de este alojamiento. La segunda piedra angular del hotel Seepark Thun son sus restaurantes. Una variada oferta y una calidad máxima harán las delicias de los viajeros más gourmets. Y es que su menú está reconocido con 16 puntos Gault Millau sobre una escala de 20. Mención especial merece la mesa del chef, especialmente pensada para los amantes de la alta cocina.
El tercer pilar del Seepark Thun hace referencia a las posibilidades de recreo que ofrece el hotel, como son bolera propia, bicicletas eléctricas gratuitas o las actividades veraniegas que ofrece el propio lago. Todo ello acompañado de unas habitaciones elegantes y acogedoras que convertirán vuestra experiencia en este hotel en algo inolvidable.
Suite Schloss
Tuvimos la suerte de alojarnos en una de las suites de la última planta y fue una de las experiencias más increíbles que hemos tenido nunca, pero tenéis que entender que aquí hay tres perspectivas:
Sergio y su obsesión por las vistas
Cuando él entra en una habitación, lo primero que hace, antes de mirar la decoración o las habitaciones es lanzarse como un poseso a la terraza o la ventana para ver las vistas que hay. Ya puede dormir en un pajar que si hay una vista maravillosa él es feliz. Por eso no os extrañéis si os digo que se volvió loco cuando descubrió las dos mega terrazas que tenía la habitación. En realidad era la azotea y a lo mejor cada una tenía 200 metros cuadrados o más.
Desde una de ellas podías ver el lago de Thun, y el Monte Niesen en primer plano. Era tan grande que se podría jugar un partido de fútbol sin problemas. La otra terraza a los pies de la habitación de matrimonio tenía vistas directas al castillo. Sencillamente espectacular.
Isa y su baño ideal
En cambio yo me quedé prendada del lavabo y el baño. Un diseño sugerente y confortable invitaba a relajarse en este espacio. Pero si de algo me quedé maravillada fue de los ammenities que había a nuestra disposición. Si os gusta cuidaros, aquí encontraréis un verdadero paraíso y os sentiréis mimados al máximo.
Jan y Martina encantados
Ellos tenían sus chocolatinas y snacks cortesía del hotel, que cuando nos dimos cuenta casi no pudimos ni probar. En el Congress Seepark todo está cuidado al máximo detalle y se nota que lo hacen con pasión y cariño para que la estancia de todas las familias sea inolvidable.
Un hotel para sibaritas
El Congress Seepark es una parada obligatoria para el turismo gastronómico y es que el restaurante del hotel tiene en su carta, platos de alta cocina, confeccionados en gran parte con productos locales y con denominación de origen.
Además, los apasionados de las cocinas y del mundo de los chefs, tienen la oportunidad de vivir una experiencia inolvidable gracias a la mesa del Chef, donde podrán vivir el fantástico y creativo mundo de las cocinas desde dentro y en primera persona. Vayamos por partes.
El restaurante está ubicado en la planta baja del edificio y destaca por su diseño moderno, de formas rectilíneas y con butacas y sofás cómodos y sugerentes que incitan a pasar una velada gastronómica fantástica.
El otro punto a favor del diseño del restaurante es su iluminación, ya que dispone de grandes ventanales con vista directa al lago de Thun. Por la tarde unas bellas y enormes lámparas crean un ambiente ideal para cenar.
El restaurante abre cada día de 11:30 a 14h y ofrece platos variados de pasta, carne y pescado con una calidad difícil de superar. Pero si sois amantes de las delicatessen y os gusta que os sorprendan con platos diferentes y exquisitos, entonces tenéis que venir a cenar y probar los platos de la carta ya que de martes a sábado a partir de las 18h, el restaurante adquiere la condición de gourmet y ofrece platos que son auténticas delicatessen y que tienen una calificación de 16 puntos en la guía Gault Millau, reconocida publicación al estilo Estrella Michelín, pero más habitual en los países centro europeos.
Una tercera opción para disfrutar de los placeres culinarios, es el Timeless, el restaurante que se ubica en amplio hall del hotel. En realidad no es un restaurante y ni parece que lo estés. Es un lugar cool y distendido donde podrás comer o cenar platos más clásicos y tradicionales pero siempre realizados con producto fresco y en la mayoría de los casos de proximidad y todo ello con el excelente sello de calidad del hotel.
Nuestros hijos disfrutaron como nunca con un clásico plato de escalopa de ternera con patatas y verduras. El horario es tan amplio que podéis saciar vuestro apetito desde las 7 de la mañana hasta las 0:30 de la madrugada.
Tanto los menús del restaurante como los del Timeless pueden ser disfrutados en la terraza del hotel, que está junto al paseo del lago. En nuestro caso era diciembre, pero cuesta poco imaginar que es el mejor lugar para disfrutar los platos del Seepark.
Respecto a los almuerzos, os aseguramos que pocas ganas tendréis después de comer. Muy completo, sabroso y en un espacio grande y diáfano que transmite confort y bienestar.
La mesa del Chef
Si en vuestros viajes os van las experiencia gastronómicas y vuestro bolsillo no se resiente demasiado con estas actividades, entonces tenéis que probar alguna de las dos opciones que os propone el hotel Seepark Thun.
La versión total para clientes exigentes y que buscan descubrir nuevos gustos y texturas es la cena en un apartado de la cocina. 6 increíbles platos, entre los que destacamos la selección de chocolates artesanales, os harán subir al Olimpo gastronómico y todo ello viendo como cocinan el Chef y su equipo. El personal es simpático y atento y se desviven por explicaros la composición e historia de los platos. Precisamente esa pasión que desprenden hace que la experiencia sea total.
Hay una versión más económica de la mesa del Chef que consiste en ver las interioridades de la cocina y de sus procesos de creación mientras tomáis el aperitivo y el primer plato. El plato principal y el postre son servidos en el restaurante.
Diversión en el hotel Seepark Thun
Una de las cosas que más nos llamó la atención de este fantástico hotel, fueron las posibilidades de ocio que ofrecía y sin duda la bolera era su principal reclamo. En una planta subterránea hay un espacio acondicionado para la bolera, con tres pistas y donde pasamos unos ratos muy divertidos. También hay una Jukebox gratuita y una sala anexa para celebraciones de cumpleaños y otros actos sociales. Sobra decir que no había quién sacara a los niños de la bolera.
Otro de los puntos fuertes del hotel, es que ofrece a sus clientes la posibilidad de usar gratuitamente sus bicicletas eléctricas. En mi caso nunca había probado ninguna y me encantó y me quedé con las ganas de haberla usado cada día. Es ideal para dar una vuelta por Thun o por el paseo junto al lago que lleva hasta la mismísima Interlaken.
En verano y dado que es posible disfrutar del lago, el hotel también pone a disposición de sus huéspedes canoas, kayaks y tablas de paddle surf para que podáis disfrutar de los deportes acuáticos. Y, como en el caso de las bicicletas, es totalmente gratuito.
Durante nuestra estancia en diciembre la terraza del hotel estaba cerrada, pero desde nuestra habitación podíamos imaginarnos perfectamente lo que sería tomarse tranquilamente algo mientras contemplábamos las vistas de los Alpes berneses. Aunque no te alojes en el hotel, no dejéis la oportunidad de disfrutar de una terraza con magníficas vistas y un ambiente exclusivo.
Paseo junto al lago
La parte trasera del hotel da al lago de Thun y al parque Schadau. Desde el mismo hotel se puede salir y disfrutar de un paseo encantador y bellísimo junto al lago y con vistas directas a las cimas nevadas del Eiger, el Mönch y la Jungfrau. El paseo es precioso, rodeado de césped y árboles centenarios.
Nosotros visitamos Thun en diciembre bajo un cielo azul y puro y donde el frío creaba fantásticas brumas en el lago. Los patos y los cisnes componían una imagen de cuento.
Por el contrario, si visitáis el hotel en verano podréis bañaros en el propio lago (aunque no hay una playa o acceso directo al mismo) y tomar el sol en el mismo parque Schadau. Thun y el lago tiene también una intensa vida cultural, y este verano 2017 se representa el famoso musical de Cats, en el soberbio entorno del lago.
Los pequeños también podrán disfrutar de un parque infantil y de un divertido y entrañable tren en miniatura que da la vuelta al parque. Todo esto está junto al castillo Schadau, un excelente edificio de mitad del s.XIX construido en estilo barroco.
Recomendado al 100%
Nuestra valoración global es que estamos ante un gran hotel. Lo que más nos gustó fue su ubicación, verdaderamente idílica y eso que nosotros lo visitamos en diciembre. Las vistas del lago y las montañas son magníficas. Es un lugar muy hermoso, que seguro que en primavera y verano es aún más aprovechable. Perfectamente comunicado, ya que está colocado justo al lado de una parada de autobús conectada con el centro en cinco minutos.
También nos encantó porque como en muchos sitios en Suiza, los niños son más que bienvenidos. Siempre tienen una sonrisa para ellos y se desviven para que su estancia sea satisfactoria. Al contrario que en muchos sitios en España, ellos si que entienden que la opinión de los niños también es muy importante a la hora de valorar el hotel.
El tema gastronómico merece mención aparte. Realmente es un must do, especialmente si te gustan este tipo de experiencias. No lo dudéis si sois de los que buscáis actividades gastronómicas por todo el continente, Thun y el Seepark son una parada obligatoria.
Aunque nuestra visita era familiar, es un hotel especializado también en seminarios, masters y eventos empresariales, con todo tipo de facilidades y salas con vistas al lago ideales para realizar reuniones y congresos de ámbito laboral o académico.
Y quizás es una tontería, ¡pero oye! poder jugar en una bolera, ir en bici eléctrica o pasear por el lago en kayak gratis para nosotros ya es un motivo para estar encantados con el Hotel Seepark Thun.
No lo dudéis, si queréis vivir unas vacaciones geniales o regalar un fin de semana romántico a vuestra pareja, este hotel no os defraudará.
Muy buena recomendación !!! Es un restaurante de muy buena comida pero como este hay muchos en Thun
Thun es un pueblo con encanto en el corazón de los Alpes suizos y solo el simple hecho conocerlo ya sobran palabras
Hola!
Muchas gracias por tu comentario . Si que es verdad que es precioso Thun. ¿Has estado en Navidad? tienen un bonito mercado navideño con el castillo como telón de fondo. Y el ayuntamiento está soberbio!
Saludos