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El Palacio de Viana es la mejor opción para conocer los afamados patios cordobeses ya que tienes la posibilidad de poder admirar 12 patios y un jardín, todo en un mismo espacio. Pocas veces, por tan poco precio y en un sitio tan reducido, podrás admirar tanta belleza.
En nuestra última visita a Córdoba fue uno de los lugares que más nos gustó y que sin duda recomendamos 100%. Además es un sitio no tan conocido como otros monumentos o atracciones turísticas de la ciudad y eso convierte al Palacio de Viana en un sitio fantástico para huir de las hordas de turistas.
Palacio de Viana
Cómo sacar las entradas para el Palacio de Viana
Para sacar las entradas no hay mucha complicación ya que podéis adquirir vuestro pase anticipadamente en la página oficial del monumento, o bien comprarlas con Civitatis y disponer de un guía que te vaya explicando la historia de los patios y hacer aún más amena e interesante la visita.
Otra opción es comprarlas en taquilla. En verano es una gozada ir a primera hora, a las 9 de la mañana y pasear por los patios sin apenas gente, pudiendo dedicar tiempo a fotografiarlos.
Dónde está el Palacio de Viana
El monumento histórico se ubica en el barrio de Santa Marina, muy cerca de su bonita iglesia. Está a unos 15-20 minutos andando de la mezquita. Es muy agradable pasear por este barrio ya que no hay tanta gente como en los alrededores de la mezquita. En el mapa podéis ver perfectamente su ubicación respecto al famoso monumento de Córdoba.
Los patios cordobeses del Palacio de Viana
El palacio tiene su origen en el siglo XV y durante siglos ha ido pasando de mano en mano y sufriendo diferentes modificaciones y ampliaciones. Debe su nombre a su última familia propietaria, los marqueses de Viana y desde hace unas décadas es propiedad de la entidad bancaria Caja Sur, que se encarga de su gestión y mantenimiento, como Bien de Interés Cultural que es.
En esta casa solariega típicamente cordobesa, han transitado personajes ilustres, especialmente de la nobleza e incluso reyes como Alfonso XIII o el Príncipe de Asturias Alfonso de Borbón. También Franco, al que le unía una gran amistad con el marqués de Viana, se alojó en sus dependencias las dos veces que visitó Córdoba.
Así pues os podéis imaginar que si reyes y dictadores venían aquí era por algo.
La entrada se hace por la preciosa portada renacentista, dispuesta en forma de ángulo, y que da paso a las caballerizas y al Patio de Recibo, dónde destaca la gran palmera central y las 16 columnas de estilo toscano.
Palacio de Viana, Córdoba
Otro de los patios que más nos gustaron, fue el Patio de los gatos, el primer patio vecinal documentado en Córdoba, Con su fuente, sus bancos y sus flores, no cuesta imaginar la intensa vida social que se debía vivir aquí al caer el sol.
Patio de los Gatos
El Patio de los Naranjos fue la entrada principal del palacio hasta el siglo XVI y se caracteriza por la profusión de naranjos que hay que inundan el ambiente con el aroma del cítrico. La gran alberca que hay realza la belleza del lugar.
El Patio de las Rejas es otro de los más queridos en el Palacio de Viana gracias a las macetas de centaurea que rodean la fuente central.
Patio de las Rejas
En el siglo XVIII se construyó el Patio de la Madama, llamado así por la estatua central de una Náyade y que aporta al palacio el gusto por las esculturas clásicas.
El Jardín hizo que la superficie del Palacio de Viana se duplicase y se tomó como modelo los jardines clásicos franceses con 16 parterres de boj dispuestos en formas simétricas y perfectas.
El Jardín del Palacio de Viana
La estrella del palacio, es el Patio de las Columnas, que curiosamente es el patio más contemporáneo, construido a finales del siglo XX y que sirve hoy en día para actos culturales, eventos y representaciones teatrales. El patio es muy bonito y destaca por su suelo de enchinado cordobés, realizado con guijarros de dos colores y herencia del pasado musulmán de la ciudad.
Patio de Columnas
También sobresale por sus fuentes centrales de las que salen dos albercas que dividen el patio en dos. Las 4 columnas que hay enfrente y las columnas de la galería porticada lateral, convierten este paseo o visita en una delicia. Si venís pronto como nosotros, pasearéis solos y os maravillaréis con el sonido del agua de las fuentes.
Patios cordobeses en el Palacio de Viana
De principios del siglo XIX, concretamente de 1814, son el Patio de la Alberca y el Patio del Pozo, ambos y como su nombre indican tienen como eje central una alberca y un pozo, que nos recuerdan constantemente la importancia del agua en los patios cordobeses.
Patio de la Alberca
En el Patio de los Jardineros hay una construcción de cristal dónde los jardineros guardaban sus enseres.
El Patio de la Capilla es el más fresco del Palacio de Viana y es por ellos que hay menos plantas y flores. Debe su nombre a la capilla que hay anexa.
Patio de la Capilla
El Patio del Archivo tiene una gran importancia cultural e histórica ya que junto a el está el archivo que contiene 300.000 documentos históricos que abarcan un periodo de historia que va del siglo XII al siglo XX.
Patio del Archivo
Acabamos la visita al palacio, con el Patio de la Cancela, denominado así por la gran cancela de hierro que servía para cerrar el muro exterior que da a la calle. De hecho se puede contemplar desde fuera.
Por aquí entraban los carruajes y prueba de ello es el abrevadero que hay para caballos. Su fuente central y sus flores vuelven a poner de manifiesto la gracia y delicadeza de los patios cordobeses.
Patio de Recibo
Cómo os decíamos al principio, el Palacio de Viana es ideal para conocer de cerca los patios cordobeses sin sufrir aglomeraciones de gente y para disfrutar del fresco de una mañana de verano.
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