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El Mercado de Navidad de Rüdesheim es uno de los lugares más visitados de Alemania por americanos y japoneses siendo mundialmente conocida por la explosión de luz y color que inunda sus coquetas calles los días previos a la Navidad. Su fama es merecida ya que pasear por la estrecha y adorable Drosselgasse, o pasar ante el restaurante Winzerkeller, conocido como la casa de las 1.000 luces, significa sumergirte de lleno en nuestra Navidad soñada.
¡Bienvenidos a Rüdesheim y al Mercado de Navidad de las naciones!
Rüdesheim es un pueblo ubicado al principio de la comarca del medio Rin, la zona más famosa del gran río que cruza media Europa. En este tramo hay una concentración de castillos tal, que le ha valido el sobrenombre de Alemania Romántica. Son famosos los cruceros que van desde Mainz a Koblenz, pasando por lugares tan emblemáticos como los castillos de Rheinstein, Katz, Maus, Marksbrug o Stolzenfels o pueblos como St.Goarshausen o Oberwessel, sin olvidar la mítica roca del Loreley, el punto dónde el Rin se hace más estrecho.
En invierno al ser el tiempo más frío y haber pocos cruceros, la región pierde parte de su atractivo turístico. No obstante, en la época de adviento Rüdesheim se convierte en un excelente lugar a dónde ir a vivir los días previos a la Navidad.
Lo primero que el visitante ve cuando llega al Mercado de Navidad de Rüdesheim son los puestos que se arremolinan en la calle del Rin (Rheinstraße) situada junto al paseo que discurre entre el Rin. A un lado la carretera que cruza el pueblo, la vía del tren y el Rin, al otro, decenas de chalets de madera que ofrecen todo tipo de regalos navideños que harán las delicias de más de uno.
Pero nuestros corazones se acelerarán cuando tomemos una de las calles que suben hacia el casco histórico de Rüdesheim, como la calle del Mercado (Marktstraße) dónde encontrarás puestos que venden el famoso vino caliente (Glühwein), salchichas, crepes u otros manjares. Luces y adornos inundan las calles sorprendiendo al visitante y el precioso belén ubicado a los pies de la iglesia completa la estampa navideña haciéndonos soñar despiertos.
En la plaza del Mercado podemos comprobar por qué el mercadillo de Navidad de Rüdesheim se llama de las Naciones, y es que decenas de países están representados en los chalets y puestos que ofrecen artesanía y manjares a los visitantes. Italia, Chequia, Eslovaquia, Estados Unidos, Suecia o Finlandia entre otros, ponen a tu disposición regalos, costumbres y delicias propias de sus países. Como no, no pueden faltar las especialidades alemanas como el Rösti, el Glühwein o las excelentes salchichas alemanas, ante las que se nos hacía la boca agua (aunque hay que reconocer, que cuando llevas unos cuantos días allí, echas de menos el pà amb tomàquet y las verduritas al vapor).
Otro de los focos principales de Rüdesheim es la Drosselgasse. Se trata de una estrecha y corta calle jalonada de carteles hechos en hierro fundido propios de la Edad Media y que alberga algún hotel y restaurante histórico de la ciudad. Los puestos escandinavos tienen su sede aquí e invitan a los visitantes a probar las especialidades nórdicas.
La calle desemboca en la calle Oberstraße que también está llena de chalets y puestecitos encantadores. En este trozo, la iluminación de las casas ya es sublime. Hay un par de restaurantes que compiten por ser los más iluminados. De hecho uno de ellos, el Winzerkeller, es conocido como la casa de las mil luces, y nos atrevemos a decir que no es una exageración ¿las habrán contado?
La famosa tienda de artículos de Navidad de Käthe Wohlfahrt tiene aquí una de sus tiendas fijas. Cualquier adorno o decoración que imaginéis lo podréis encontrar aquí. Los precios son bastante caros, pero vale la pena entrar y sumergirse en el mágico mundo de la Navidad.
Detrás de la tienda está la estación de teleférico, que te sube por 7,5€ ida y vuelta a un espectacular mirador que hay unos metros por encima de Rüdesheim y que permite obtener soberbias vistas del pueblo y del Rin, además de poder contemplar el imponente monumento de Germania.
Si continuamos por la Obertraße, llegaremos a una zona dedicada a los más pequeños de la casa, dónde encontraréis un pequeño zoo de mascotas, y conejos y otros animales corretean por un pequeño cercado. También hay un pequeño carrusel nostálgico para que los niños puedan montar. Sólo apto para bebés. Si buscáis atracciones para más mayores, Rüdesheim no es vuestro lugar.
Justo al lado del tiovivo se encuentra el Museo de instrumentos mecánicos de Sigfried (Sigfrieds Mecanisches Musikabinett), que si sois amantes de la música os recomendamos fervientemente. En él se exponen antiguos instrumentos de música que sonaban solos, pequeñas y bellas cajas musicales hasta aparatos que simulaban orquestas. La colección es espectacular y una guía os acompañará durante la visita que dura aproximadamente unos 40 minutos y en la cuál os podemos asegurar que los niños quedaron encantados.
Al final, y cómo suele pasar en los museos, pasamos por su tienda, y estuvimos un buen rato mirando todo tipo de artilugios musicales, decidiendo cuál llevarnos. Un lapso de tiempo en que los adultos volvimos a ser niños por un rato.
Rüdesheim es el lugar ideal para alojarse y visitar el valle del Rin en esta época del año. El ambiente navideño está asegurado y disfrutaréis paseando por sus mas de 100 chalets. Está perfectamente comunicada teniendo a poco más de media hora el aeropuerto de Frankfurt y a menos de una hora y cuarto el aeropuerto de Hahn operado por líneas de bajo coste.
Sólo una recomendación, si viajáis con niños os aconsejamos visitarlo en días laborables ya que los fines de semana hay mucha gente y se hace difícil moverse con los pequeños a cuestas. Durante la semana sigue habiendo un gran ambiente navideño pero al haber menos afluencia de público, se hace mucho más agradable y se disfruta más.
Ya sabéis, si queréis vivir la auténtica Navidad, no podéis dejar de visitar Rüdesheim.
Apertura y horarios 2019 Mercado de Navidad de Rüdesheim
HORARIOS
De domingo a jueves 11h a 20h.
Viernes y sábados de 11 a 21h.
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