Tabla de contenidos
- Cómo llegar a Heidelberg
- Qué ver en Heidelberg
- La plaza del mercado (Marktplatz)
- La plaza del grano (Kornmarkt)
- Karlsplatz
- Funicular de montaña de Heidelberg
- Castillo de Heidelberg, la fachada de Ottheinrich y el portal de Elizabeth
- Puente viejo sobre el Neckar (Karl Theodor Brücke) y la estatua de mono (Brückenaffe)
- Universidad de Heidelberg - Aula vieja - Cárcel de los estudiantes
- Heiligenberg (la montaña sagrada) y el anfiteatro nazi
- Abadía de Stift Neuburg
- Artículos que te pueden interesar
- Comer en Heidelberg
- Cómo llegar a Heidelberg
- Mercado de Navidad de Heidelberg
Heidelberg es una de las ciudades más bonitas de Alemania y de Europa gracias en parte a las inconfundibles ruinas de su castillo, que se alzan majestuosas por encima del río Neckar, el cuál salva, un no menos bucólico puente y que conforman un paisaje urbano de tal magnitud, que ha dado pie a que la ciudad sea considerada el origen del movimiento romántico alemán de finales del siglo XVIII.
Una visita a Heidelberg, es además, un recorrido por la historia, como lo prueba que acoja la universidad más antigua de Alemania, que data del año 1386. Hoy en día su ambiente universitario es conocido en toda Europa, y eso hace que sea un ciudad joven, dinámica y llena de actos culturales y manifestaciones artísticas.
Esta combinación de belleza, juventud y ambiente hace que Heidelberg sea una de las ciudades alemanas con mejor calidad de vida y una de las preferidas de los estudiantes españoles que quieren hacer un Erasmus en Alemania.
Antes de entrar en materia os queremos recomendar la visita del Mercado de Navidad de Heidelberg, momento en que la ciudad aún se vuelve más bella e inolvidable.
Cómo llegar a Heidelberg
Heidelberg es una ciudad perfectamente comunicada y con muchos aeropuertos situados en un radio de menos de 150 Km, siendo el de Frankfurt el más cercano y que está situado a menos de 80 Km de la ciudad. Compañías de bajo coste, aeropuertos secundarios, principales, un sinfín de posibilidades para poder hacer realidad vuestra escapada a Heidelberg.
Consulta en este artículo las diferentes opciones para llegar a Heidelberg.
Si estáis alojados en Frankfurt y queréis visitar Heidelberg, podéis hacerlo cómodamente con una sencilla y barata excursión organizada y con la asistencia de un guía que os permitirá conocer mejor los entresijos y curiosidades de la ciudad. Reserva tu excursión desde Frankfurt.
Qué ver en Heidelberg
En el siguiente mapa podéis ubicar los principales lugares de interés de la ciudad de Heidelberg, que tienen en su castillo, el puente viejo y sus calles medievales sus principales puntos de interés.
Si vais a visitar Heidelberg por primera vez es muy recomendable disfrutar de un tour guiado gratuito ya que te permite situarte fácilmente en la ciudad y disfrutar de las explicaciones y curiosidades que os dirá el guía. Podéis reservar vuestra visita gratuita aquí.
La plaza del mercado (Marktplatz)
La enorme avenida principal (Haptstrasse) tiene parada en esta gran plaza de planta rectangular y que constituye el centro neurálgico de la ciudad. Diversos edificios le dan prestancia al entorno, entre ellos el Ayuntamiento o la Iglesia del Espíritu Santo que se empezó a construir en el año 1400.
Se puede subir a la torre de la iglesia y poder admirar las fantásticas vistas de la Marktplatz y de la propia ciudad de Heidelberg.
Otros elementos muy interesantes de la plaza son la fuente de Hércules, que data de los años 1706-1709 y que se erigió como homenaje al carácter irreductible de los habitantes de Heidelberg que reconstruyeron la ciudad tras la destrucción de la misma durante la Guerra del Palatinado de 1689 a 1693
En la plaza también vale mucho la pena admirar la casa Zum Ritter (Casa del Caballero), uno de los pocos edificio originales en piedra (1592) que quedan en la ciudad tras el incendio que la asoló en 1622. Actualmente hay un hotel y un restaurante con terraza dónde sirven especialidades locales y regionales. No os perdáis su espectacular fachada rojiza con multitud de ornamentos.
La plaza del grano (Kornmarkt)
Al lado de la Marktplatz se encuentra esta plaza dónde ya hay preciosas vistas del castillo, pero antes de dejar volar nuestra imaginación con las ruinas, podremos admirar las fachadas de las elegantes casas barrocas de este espacio cuadrado y sobre todo de la estatua barroca más bella de la ciudad, erigida en 1718 en honor a la Virgen María.
Además desde esta plaza se sube andando hasta el castillo o se toma el funicular que sube rápidamente hasta el mismo y del cual hablaremos más adelante.
Karlsplatz
Esta plaza está justo al lado de la plaza del grano y desde aquí la visión de las ruinas del castillo es sencillamente inolvidable. Sin duda uno de los mejores sitios para hacer buenas fotos del mismo. No os lo perdáis al anochecer. Es mágico.
Funicular de montaña de Heidelberg
Este funicular cuya estación inferior está en la Kornmarkt ahorra mucho esfuerzo físico y es una bendición para personas con movilidad reducida o que van con carritos de bebés ya que la primera estación es el castillo de Heidelberg. Además con el precio del funicular se puede entrar libremente a los jardines del castillo, el gran tonel de vino y el museo de la farmacia alemán.
El funicular tiene dos paradas más que son Molkenkur y Königstuhl (el Trono del Rey), ambas con el denominador común que tienen quiosco y terraza para tomar algo mientras se puede admirar unas vistas impresionantes de Heidelberg y de todo el valle del Neckar.
Desde Molkenkur hay caminos que bajan al castillo y desde Königstuhl, a 567 metros sobre el nivel del mar, senderos que se adentran en un paisaje fantástico.
Castillo de Heidelberg, la fachada de Ottheinrich y el portal de Elizabeth
La gran estrella de Heidelberg, el motivo por el cuál es uno de los lugares más visitados de Europa (alrededor de 12 millones de visitantes anuales), y objeto de deseo de pintores, poetas, y ahora fotógrafos.
Se tiene constancia que el castillo ya existía a principios del siglo XIII. En realidad parece ser que hubo dos castillos, quedando el de la parte superior destruido por un rayo. Durante 400 años el palacio fue hogar de los Condes Palatinos.
La visita empieza por los jardines del castillo y la terraza desde dónde hay unas vistas fantásticas de los tejados de Heidelberg y el puente viejo sobre el Neckar.
El portal de Elizabeth ubicado en los jardines, es muy romántico, ya que el príncipe ordenó que lo construyeran por la noche para que al día siguiente, al levantarse la princesa Elizabeth Stuart, tuviese una gran sorpresa el día de su cumpleaños.
Otro de los elementos más espectaculares del castillo es su patio gótico-renacentista, en el cual podemos admirar las dos fachadas principales del castillo: la que queda más a la derecha es la fachada de Ottheinrich, correpondiente al palacio dónde vivió el Conde Palatino de mismo nombre. Se la conoce como la fachada renacentista más bella al norte de los Alpes y está profusamente decorada con esculturas de héroes míticos, planetas y las virtudes. En su interior se puede visitar gratuitamente el Museo alemán de Farmacia.
La fachada que queda justo delante perteneció al Príncipe Elector Federico IV y es otro magnífico ejemplo de fachada con decenas de ventanas y esculturas, cuyos originales están custodiados dentro del palacio para preservar su conservación.
Otro de los alicientes del castillo es visitar el barril de vino más grande del mundo. Este tonel con capacidad para 22.000 litros de vino y es tan grande que tiene hasta unas escaleras para subir al mismo. El guardián del tonel era un enano que tiene una representación en forma de estatua.
Sabías que el enano se llamaba Perkeo y que se le dio este nombre porque siempre que le preguntaban si quería una copa de vino, él contestaba en francés con un elocuente "Perché no" (¿por qué no?).
Puente viejo sobre el Neckar (Karl Theodor Brücke) y la estatua de mono (Brückenaffe)
El otro símbolo de Heidelberg fue construido bajo el gobierno de Carlos Teodoro entre 1786 y 1788 para sustituir los antiguos puentes que quedaban destruidos tras las periódicas crecidas del río Neckar.
Es muy característica su puerta medieval con las dos torres gemelas que dan entrada a las calles de adoquines del casco antiguo de Heidelberg.
Además al principio del puente, junto a la puerta medieval, hay una curiosa y divertida escultura de un mono que todo el mundo fotografía y que todo el mundo quiere tocar por las promesas de riqueza y fertilidad que supuestamente da a quién lo toque.
Universidad de Heidelberg - Aula vieja - Cárcel de los estudiantes
En 1386 el Príncipie Elector Ruperto I fundó la Universidad de Heidelberg, la más antigua de Alemania y la tercera de habla alemana tras la de Praga (1348) y la de Viena (1365).
Su fachada, al igual que el castillo, también es de arenisca roja, tan característica en esta ciudad. Sin duda, la Aula Vieja es uno de sus salones más magníficos y majestuosos.
El pasado universitario en Heidelberg, no se entiende sin el calabozo de los estudiantes, ubicado en la callejuela de los Agustinos (Augustinergasse).
Dichas celdas fueron construidas en 1778 para castigar los pequeños delitos de los estudiantes universitarios. Lo que más impacta y divierte de la visita son los murales y las pintadas que hicieron los estudiantes más rebeldes en las paredes y fachadas de las celdas.
El precio del billete de esta curiosa visita incluye la entrada al Museo de la Universidad y a la Aula Vieja.
Heiligenberg (la montaña sagrada) y el anfiteatro nazi
Si cruzamos el puente viejo, alejándonos del casco medieval y del castillo, ganaremos una de las mejores perspectivas de Heidelberg. Es un emplazamiento ideal para hacer fotos del puente de Karl Theodor con las casas y el castillo de Heidelberg detrás.
Además justo aquí empieza el Philosophenweg (camino de los filósofos) que se va elevando por la zona de Heiligenberg, ganando soberbias perspectivas de Heidelberg.
Es una zona muy tranquila y llena de paz y calma que invita a la reflexión y a disfrutar de la belleza del lugar tal y cómo sugiere el nombre del camino.
Además aquí también podéis visitar, sin apenas un alma, las ruinas del Monasterio de San Miguel (año 870 dc) y las ruinas del Monasterio de San Estebán (siglo XI)
En Heidelberg y en el corazón de la montaña sagrada, los nazis construyeron en 1935 una especie de anfiteatro al aire libre (Thingstätte). Si algo tuvo el III Reich es un dominio absoluto de la propaganda y la parafernalia y eso lo podían hacer perfectamente en este marco natural incomparable.
El recinto quedó intacto tras la II Guerra Mundial, ya que Heidelberg fue una de las pocas ciudades alemanas que no quedaron destruidas por los bombarderos aliados.
Abadía de Stift Neuburg
Alejado de los que es el centro de Heidelberg y siguiendo la ribera del río Neckar, encontramos la abadía de Stift Neuburg, fundada en el año 1130. Además de su bonita estampa, los alrededores boscosos y con campos son muy bonitos e ideales para pasear. Los amantes de la cerveza pueden probar y comprar la cerveza del monasterio además de otros productos ecológicos.
Cómo veis la pregunta Qué ver en Heidelberg, tiene multiples respuestas, todas ellas importantes y de gran interés para los amantes de la fotografía. Heidelberg es una ciudad animada, con un estilo de vida juvenil y divertido, con un profundo respeto por la ecología y con un patrimonio artístico, arquitectónico e histórico que hace las delicias de cualquier visitante.
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