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Ginebra es una ciudad ideal para una escapada y si además queréis un hotel fantástico, ya sea para un fin de semana romántico o para ir en familia, sin duda el hotel Bristol será una de vuestras mejores decisiones.
Estamos ante un hotel elegante, pero para nada snob o clasista. El personal es exquisito, como cabe esperar de un establecimiento de cuatro estrellas superior, y estarán encantados de ayudaros con cualquier problema que podáis tener, incluidas vuestras dudas relacionadas con la ciudad.
Los que vayáis con niños os sentiréis como en casa, ya que las habitaciones están muy bien insonorizadas y además a las familias las suelen poner en un ala del hotel, especial para ellas.
Nuestra última visita a Ginebra fue sin niños y el hotel Bristol fue el complemento perfecto para un fin de semana de ensueño en Ginebra.
Dónde está el hotel Bristol Géneve
El hotel Bristol está situado en pleno centro de Ginebra, en una de las calles más animadas de la ciudad, la Rue du Mont-Blanc. Para llegar al lago, tan sólo hay que cruzar una calle y el centro histórico de la ciudad está a menos de 10 minutos.
Está perfectamente comunicado ya que la estación central de Ginebra, la Gare Cornavin, está a apenas cinco minutos andando. Además hay una parada de bus a medio minuto de la entrada al hotel, lo que os irá de perlas para visitar zonas más alejadas como el barrio de las Naciones Unidas.
En este mapa podéis comprobar fácilmente su excelente ubicación.
La primera impresión
Nada más entrar ya te das cuenta que estás en un sitio elegante, dónde todo está cuidado al máximo detalle y donde la decoración clásica tiene un peso importante en el hotel. Su hall es precioso, tanto por el mobiliario como por el mismo suelo.
El suelo enmoquetado está impoluto y le da ese punto acogedor de los hoteles de latitudes más frías. Sobre todo no os perdáis sus magníficas escaleras de caracol, propias de otra época y que son una de belleza sin igual.
Habitaciones
Nosotros estuvimos alojados en una doble deluxe y nos trataron como a príncipes. La habitación es enorme y da al otro lado de la calle, con una ventana a un precioso parque interior, que en cierta medida nos recordó a la parisina Place des Vosges.
Nada más entrar se encuentra un precioso baño con plato de ducha y bañera y todo lo necesario para que la higiene no sea un problema, lo que incluía secador y ammenities de gran calidad. Sólo había que ver la cara de Isa, para saber que los jabones y demás productos eran de buena calidad.
La cama King Size merece una mención aparte. Colchón y almohadas espectaculares para dormir como un bebé. De hecho cada uno teníamos dos almohadas para elegir si la queríamos más blanda o más dura. Aparte de hacerte la habitación por la mañana, también te la repasaban y volvían a hacer la cama por la tarde.
Ese detalle nos encantó ya que el hotel al estar perfectamente situado, era ideal para volver a mediodía y descansar un rato. Después de hacer nuestras visitas vespertinas, nos encontrábamos la agradable sorpresa de volver a una habitación recién hecha.
La habitación también tiene una zona de sofá, mesa con frutas y agua de cortesía y un escritorio que nos iba perfecto para planificar nuestras visitas, descargar fotos o preparar artículos del blog.
Desayuno
El almuerzo tiene lugar en una gran sala que va acorde con la decoración del resto del hotel, aun así el ambiente es muy agradable y familiar, como lo demuestra las diversas familias que iban con niños pequeños.
En cuanto a las viandas, no os esperéis un buffet enorme, pero si de productos de calidad y sanos, ideales para empezar bien el día. Todo lo referente a caliente; salchichas, huevo, etc. estaba muy bueno e incluso podías pedir a los camareros que te hicieran una tortilla al gusto, cosa que Isa no dudó en disfrutar.
Los dulces también estaban muy bien, en especial todo el tema de yogures en vasitos de cristal que estaban deliciosos. Los más sibaritas podéis desayunar también un buen champagne francés, como no dudé en hacer yo.
Spa y gimnasio
Como Ginebra es una ciudad pequeña y muy accesible, quizás tengáis tiempo extra para cuidar de vuestra forma física en el gimnasio que hay debajo de recepción. Lo que seguramente si que aprovecharéis es su pequeña pero encantadora zona de spa, con jacuzzi, sauna finlandesa, todo decorado en madera y piedra ideales para relajarse después de una maratoniana jornada de turismo por la ciudad.
Habitaciones especiales para mujeres
Algo que nos sorprendió gratamente de este hotel, es que hay habitaciones especiales para el sexo femenino, dónde todo está pensado para que ellas disfruten al máximo de su estancia en el Hotel Bristol. Secadores ultra potentes, una selección aún más variada de los productos de baño, amplia selección de tés o snacks lights son algunos de los atractivos para convencer a grupos de amigas o mujeres de negocios.
Conclusiones
Todos los aspectos que tenemos en cuenta a la hora de elegir un hotel, se cumplen en el Hotel Bristol Genève: habitaciones enormes, cómodas, limpias e insonorizadas. Un desayuno notable y una zona de spa adecuada para completar un día de visitas por la ciudad. La amabilidad del personal, su excelente situación y unos precios muy correctos para un establecimiento de categoría alta, lo convertirán en vuestra mejor opción.
Muchas gracias, Isa y Sergio. La información es muy interesante y las fotos que la acompañan son un excelente complemento. Lo tendremos en cuenta cuando viajemos a Ginebra.
Saludos, Magdalena
Muchas gracias Magdalena!!!
Un placer hablar contigo, como siempre.
Cuando vengas, ponme un mail y te doy consejos!!!
Ciao!!!
Sergio