Tabla de contenidos
Thun significa una agradable pausa a los atracones de Alpes y trenes que tendremos en la cercana Interlaken y su zona de influencia. La pequeña ciudad ubicada junto al lago del mismo nombre posee un agradable casco antiguo, con un imponente castillo, un precioso ayuntamiento y unas agradables terrazas junto al río Aare dónde disfrutar del agradable verano suizo. ¿Te lo vas a perder?
Llegamos a Thun en barco desde Interlaken, cosa que recomendamos mucho ya que te permite ver un paisaje excepcional desde una perspectiva diferente. Espectaculares montañas como el Harder Kulm, el Monte Niesen o el Niederhorn, encantadores pueblos como Spiez y bellos castillos como el de Oberhofen son algunas de las maravillas que podréis admirar camino a Thun. Eso sí, el trayecto es un poco caro.
Tras entrar en el canal de Thun y desembarcar llama la atención la gente y el tráfico que hay. No es que haya mucho, pues estamos hablando de una ciudad de 50.000 habitantes aproximadamente, pero al compararla con varios días de excursiones por la montaña, en entornos naturales o en pueblos con acceso de vehículos restringido a modelos eléctricos como en Mürren, se hace extraño ver un poco de aglomeración.
Tras superar las primeras calles llenas de gente saliendo del embarcadero y de la cercana estación de ferrocarril, nos dirigimos hacia el casco antiguo cruzando por uno de los puentes que sortean el río Aare.
Hablar del centro histórico de Thun es hacerlo de su calle comercial: la Oberte Hauptgasse y es que tiene la peculiaridad que las aceras estás más altas que la calle y a las tiendas se entra por unas escaleras. Realmente es muy curioso. Me fue de perlas porque cada vez que Isa quería entrar en una tienda tenía que subir las escaleras, así que me libré de unas cuantas.
En la misma calle a mano derecha hay unas escaleras cubiertas que suben hacia el castillo, aunque las pasamos de largo para llegar a la plaza del ayuntamiento (Rathausplatz).
La plaza principal del casco histórico de Thun es preciosa. A esas horas de la tarde prácticamente estaba vacía y eso aún le daba más encanto. El ayuntamiento estaba tapado por un escenario pero aún así se podía distinguir su bonito reloj.
Una fuente en el centro, edificios históricos, la bandera del cantón de Berna y sobre todo el imponente castillo emergiendo en lo alto componían una bonita estampa.
Después de hacer unas cuantas fotos subimos por las escaleras cubiertas que hay en la plaza, justo enfrente de una vieja librería en el lado contrario al ayuntamiento.
Como eran unos cuantos escalones de subida utilizamos importantes técnicas psicológicas para que los niños no se quejasen. Básicamente, hablándoles de un montón de temas para que fueran distraídos.
Se portaron como unos espartanos y a pesar del cansancio acumulado del día llegamos arriba y pudimos admirar el castillo que data del s.XII y que fue propiedad de la familia Zähringen.
El castillo estaba cerrado pero los niños jugaron en unos columpios que había al cobijo de su muralla mientras nosotros contemplábamos los Alpes al fondo.
Como no teníamos mucho que hacer arriba volvimos sobre nuestros pasos y nos dirigimos otra vez hacia abajo para volver a casa. Antes paseamos por el islote que hay sobre el Aare, conocido por sus habitantes como Bälliz.
Dispone de una zona llena de tiendecitas y puestos de artesanía y con un precioso puente cubierto muy al estilo del de Lucerna, para que os hagáis una idea si ya habéis estado.
En la esclusa un valiente aprovechaba para hacer surf en la corriente de agua mientras la gente lo contemplaba desde las cafeterías y terrazas cercanas.
En esa agradable tarde de verano suizo, Isa creyó ver a Brad Pitt tomándose un café con unos amigos. En estado de shock y ajena a la realidad, tuve que acercarme para comprobar, que pese a su parecido, efectivamente no era él y así poder continuar todos nuestro recorrido tranquilamente como hasta el momento. Aún así miré un poco más por si estaba Angelina Jolie cerca, pero tampoco hubo suerte.
Thun nos gustó mucho, en ella encontraréis una ciudad tranquila, llena de ambiente y muy agradable para pasear y recuperar un poquito de nuestro lado urbanita.
Deja una respuesta